The Dark Angel (JeongCheol)

9

Al dar las ocho, Jeonghan apagó su televisor y se metió a bañar. En una hora debía encontrarse con el boxeador en el restaurante y por lo que visto en google, la dirección del lugar no estaba tan cerca de su casa. 

Se tomó su tiempo para secar su cabello, ponerse cremas en su rostro, y vestirse lo suficientemente bien para asistir a un restaurante elegante como Ryunique lo era. 

«Espero que sus precios no sean tan caros como parece» pensó. No le gustaba gastar mucho dinero, aunque este le sobrara gracias a la excelente remuneración que la mafia le daba. Antes de elegir su atuendo, corroboró la temperatura del exterior en su teléfono y finalmente eligió un pantalón de jean negro, una playera blanca, una polera como abrigo y por último su campera de cuero azul metálico favorita.

Al salir y subir a su vieja camioneta, giro la llave para oír como su motor decidía no arrancar. Lo intentó una vez mas, y tampoco tuvo éxito. Se bajó del carro y abrió el capó para examinar el motor, el bote de gasolina y cualquier cosa que pudiera evitar que el vehículo encendiera; al intentarlo una vez mas sin lograr nada, optó por llamar un taxi.

Afortunadamente, logró llegar a tiempo al restaurante y ser percató que Seungcheol no estaba allí aún, por lo que se sentó en un banco del exterior a esperar.

—Santo cielo, lamento haber llegado tarde... —el detective se había quedado dormido y solo despertó cuando su teléfono sonó a las nueve con un mensaje de su hermano, diciéndole que en los días siguientes tendría una nueva pelea en el ring—. El trabajo me tiene agotado, en verdad lo siento...

Jeonghan sonrió divertido al verlo y negó con la cabeza.

—No te preocupes, te ves bien —comentó.

—Ah, gracias —respondió, rascando su nuca. En verdad le apenaba llegar tarde—. Me puse lo primero que vi, tu también te ves bien.

Jeonghan observó a su acompañante de pies a cabeza; vestía con un pantalón y un tapado marrón y, debajo de este, parecía tener una camisa blanca. De veras que se veía muy bien.

—¿En verdad es lo primero que encontraste? —rió— Si esto es lo primero que encontraste, no quiero imaginar lo que es tu pijama... ¿duermes en traje y corbata?

Seungcheol rió. 

—Ven, entremos... ya has pasado suficiente frío por mi culpa. No quiero que termines por coger un resfriado —con un ademán le pidió que lo acompañara, abriendo la puerta y dejándolo entrar primero—. Tengo una reservación a nombre de Choi Seungcheol.

El hombre en la recepción los guío hasta una mesa para dos cerca de una ventana donde ambos chicos se sentaron cómodamente. El restaurante, en lugar de sillas comunes tenía unos sofás realmente cómodos.

—Vaya, tenías razón sobre la belleza del lugar —comentó Jeonghan, echando un vistazo a todo el restaurante—. Pero no debiste esmerarte tanto en elegir un lugar tan elegante... estaba bien incluso si íbamos a Burger King...

—Este es uno de mis lugares favoritos —sonrió—. Y no... prefiero McDonalds —bromeó.

—¿Como puedes preferir McDonalds antes que Burger? —dijo, fingiendo estar ofendido.

—¿Por qué no hacerlo?

—En primer lugar, el payaso ese da miedo, sus hamburguesas tienen gusanos... —señaló.

—¿Quien te dice que las de Burger no tienen? —replicó, divertido.

Ambos rieron por tal infantil discusión y se sonrieron el uno al otro. Una camarera llegó con los menús y en poco tiempo ambos decidieron que comer. Siguieron debatiendo un rato mas sobre que cadena era mejor, hasta que se quedaron callados simultáneamente.