[Hiatus] FNAFHSYinYang

12. La Princesa no Princesa.

La nieve caía esa fría mañana. Era muy temprano, quizás las seis en punto, pero todo el personal de ese enorme castillo ya estaba en sus labores.

Los limpios pasillos del castillo eran recorridos por los reyes de vestiduras blancas. La capa de piel de un Oso polar era llevada por el Rey. Una capa de pieles de Liebres árticas era llevada por la Reina. Por ultimo, una capa de piel de Zorro ártico era llevada por la Princesa.
Los tres caminaba por el pasillo. La Princesa en medio de sus padres.

-¿Entiendes tu papel en esta importante reunión, mi cristalita? -Pregunto el Rey. Un hombre de rasgos asiáticos y cabello albino con ojos rojos como el rubí que llevaba su capa.

-Sí, padre, lo entiendo -Respondió la peliazul de ojos verdes.

-Queremos causar una buena impresión de nuestro Reino a los del país vecino. Todo debe ser perfecto, mi copo de nieve -Sonrió dulce la Reina. Una mujer de rasgos asiáticos, pelo azul y unos ojos igual de azules como los zafiros.

-Todo el personal esta despierto y arreglando el castillo para su llegada -Dijo el Rey.

-Padre, pero los del Reino vecino vendrán hoy, ¿No? -.

-Así es, cariño. El Jefe de su tribu vendrá a nuestro castillo para recibir de igual manera a los lideres del otro país. Claro, él y su hijo vendrán para recibirlos, por lo que debemos estar atentos. Nadie sabe lo que esos asquerosos seres son capaces de hacer -.

-Por supuesto, padre -.

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-Mmm... Eh... ¡Ah! -Golden se movía demasiado en el sofá y termino cayendo del mismo- Auch, eso dolió -Hizo una mueca de dolor y se levanto.

Se asomo por la ventana y aún era de noche.

-Es muy temprano, volveré a dormir -Y se devolvió al sofá.

Antes de poder acostarse, un olor delicioso se infiltro en su nariz. Podía ver el humo salir del pasillo.
Dirigido por el olor, Golden entro a la cocina. Todo se veía muy hogareño y acogedor. Le recordaba a su casa con la hechicera, sólo que no era él el que cocinaba.

-Buenos días -Una dulce voz se escucho detrás de él. 

-¿Ah? ¡Ah! -Grito al ver que era el hada que los ataco el día anterior con su poder y... las plantas carnívoras- ¡Aléjate! -Se alejo y le apunto con sus manos pensado que tenía su varita, pero no era así.

La criatura mitología soltó una risita.

-Tranquilo, poderoso hechicero, no le haré daño -Menciono sonriendo con los ojos cerrados.

-¿Segura? Ayer querías matarnos a todos -Menciono aún apuntándole con sus manos como si agarrara su varita. No se había dado cuenta de que no la tenía.

-Claro que sí. No tiene que tenerme miedo, no les haré daño. De hecho, estoy preparando el desayuno. ¿Tienes hambre? -Y movió los pancakes con la espátula que tenía en su mano. Estaban en un sárten flotante que abajo tenía una llama que lo calentaba.

Golden no estaba muy convencido de las palabras de la hada. Pero, por otro lado, esos pancakes olían muy bien. ¿Y sí...?

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Deuz despertó con un gran bostezo y estirando sus brazos. Había dormido muy bien y tenía hambre.

-Oye, Golden, ¿Y... -Miro a su lado para notar que el rubio no estaba- ¿Golden? -.

No tardo en sentir el delicioso olor que venía de la cocina, y también escuchaba voces en ella. Agarro su katana que estaba al lado del sofá y fue a la cocina a paso lento. 
Tenía su katana preparada para atacar por si se presentaba un enemigo, en ese bosque todo era posible.