QUE NADIE SE ENTERE

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(GABRIEL)

Otro día más, o quizá otro menos para mi boda, estaba dichoso ingresando a mi empresa cuando, en el ascensor vi a mi hijo junto a mi futura esposa.

-Papá -saludo Adrien que me sorprendió con su presencia, rodeo con un brazo a Marinette, mis ojos la vieron confundida.

-Hijo que bueno que estes de vuelta, aunque debiste llegar a la casa primero, llegaste a tiempo.

-¿A tiempo? ¿Para que?

-Para mi boda...

-Te ¿Vas a casar? -dijo mientras sus pupilas se dilataban de la impresion- ¡wou! Papá felicidades, ahora que lo mencionas recuerdas que te había dicho que pensaba casarme... -dijo con una sonrisa flamante en el rostro viendo a Marinette que tenia las mejillas coloradas y no podia emitir argumentos.

-Si hijo -corte su frase porque presentía lo que iba a decirme despues- te presento a mi prometida Adrien.

-Mucho gusto -extendió su mano hacia la asistente de Marinette que estaba observando la situación en silencio, palida como si hubiese visto un fantasma.

-No hijo me casaré con Marinette -comenté al mismo tiempo que el asensor abrio sus puertas e ingrese, no queria estar más tiempo junto a ellos- nos vemos en la casa y hablamos con más calma.

Entre furibundo a mi oficina, afloje la corbata sentía que me estaba asfixiando, tome un vaso y prepare un whisky en las rocas, cerré los ojos y en mi mente los volví a ver abrazados, mi hijo y mi prometida, si no hice o dije nada era para evitar habladurías.

Pensé que mis ojos me habían engañado cuando creí verlos besarse, pero todo se confirmo cuando ambos estaban parados delante de mi, Adrien tenía en los labios el labial de Marinette, y ella tenia lo labios ligeramente manchados.

Otra copa y una más, seguro no iba a ser la razón para que me deprima o me ponga ebrio, pero necesitaba desfogar mi rabia.

-Señor, su abogado lo busca -me dijo mi secretaria al contestar el teléfono.

-Que pase.

El hombre bien trajeado ingreso sorprendiendose por mi estado.

-Hombre ¿no es muy temprano para beber?

-Son un par de copas Cloude -bebí el ultimo trago de mi copa y guarde la botella- explicame mis opciones legales para contraer matrimonio.

-Quedamos que te casarías por bienes mancomunados.

-He cambiado de opinión, no quiero que ella acceda a mi patrimonio en caso de divorcio.

-Dudas de la novia... -carcajeo, acomodandose sobre el respaldar de la silla- supuse que la cordura llegaria a ti en cualquier instante, así que he pensado en algunas estrategias para ti...

Después de una larga charla, el hombre me convenció de una insensatez, pero que tan insensato puede ser comparado al hecho de casarme con la mujer que ama mi hijo.

-Comunicame con el alcalde Bourgoeis -ordené a mi secretaria, quien de inmediato consiguió una cita.

En la tarde me dirigia al ayuntamiento, para una pequeña reunión con él, sí bien nunca habíamos tenido una amistad, ahora no empezaríamos, solo quería conocer a mi futuro consuegro.

-Buenas tardes Agreste.

-Buenas tardes, supongo que le intriga el motivo de mi visita, y voy a ir directo al grano, mi hijo Adrien quien ha regresado de Inglaterra hace apenas unas horas...

-Si lo se, su hijo y mi hija son muy buenos amigos.

-Más que amigos diria yo -acomode mis lentes, luego puse mis codos sobre el escritorio- mi hijo quiere formalizar su relación y muy probablemente casarse...

-Estos son otros tiempos Agreste, esta charla deberia ser entre ellos, si mi hija esta de acuerdo yo la apoyare -carraspeo un poco luego se recargo en el respaldar de su silla y nuevamemte hacia adelante para extender su mano- hablare con Chloe cuando regrese al país, ¿de acuerdo Agreste?

A pesar que me dolía actuar como un padre tirano, debía apresurar la boda de Adrien, después de todo no iba a ser difícil él quería casarse con Chole... espero que si haya sido Chloe.