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(MARINETTE)

—¿Te vas a casar? Y por si fuera poco ¿con mi padre? —inquirió Adrien.

—No es El lugar ni el momento Adrien —murmuré para no llamar la atención.

—Por su puesto no es el lugar, pero si el momento —me tomó del antebrazo, con fuerza y me jaloneo hasta la salida estaba furioso jamás lo habia visto en ese estado.

—Por favor detente...

—No me importa nada Marinette...

Sophi trato de llamar a seguridad pero le pedí que no lo haga, Adrien me sacó del edificio a jalones y me empujo a un taxi, sin decir mucho, llegamos hasta el puente de las artes, bajamos y él empezó a a zarandearme reclamandome.

—¿Acaso amas a mi padre? ¿Porque te casaras con tu jefe? —preguntaba con sus manos sobre mis hombros, empezaba a lastimarme pero no pensaba detenerse a pesar de que había empezado a llorar— ¿Te interesa la fortuna de mi familia? ¿Que necesitas? ¿Que pretendes al casarte con mi padre?

De pronto sus movimientos fueron más bruscos, logró romper el tirante de mi vestido que empezó a caer, por lo que tuve que sujetarlo con mi mano.

Ese día sólo me había puesto un vestido negro entallado hasta mis rodillas, con accesorios y zapatos dorados para combinarlos, mi cabello recogido marcaba mi cuello, pero ahora estaba totalmente desordenado, seguramente el rímel de mis pestañas se habían escurrido y estaban manchando mis mejillas.

—¡Detente! —oí y Adrien y yo volteamos a ver de quien se trataba.

—¡No te metas en lo que no te importa y vete! —grito Adrien.

Era un hombre muy joven de al rededor de 20 años, vestía de negro totalmente, se acercó a nosotros y de un empujón nos separó.

—¡Que te detengas!, no ves que le haces daño.

—No deberias inmiscuirte en problemas agenos —dijo Adrien empuñando las manos.

—Tienes razón —sonrio viendome— pero si veo algo injusto tratare de ayudar.

—Vamonos a casa— comento Adrien y me jalo del brazo, bruscamente, luego empezo a caminar sobre el puente rapidamente que practicamemte tuve que correr en tacones, hasta que me torcí el pie y perdí el equilibrio.

—Sueltala imbécil —dijo el muchacho y le asesto un puñetazo en el estomago, luego me cargo en brazos y me llevo hasta su moto mientras Adrien recuperaba el aire, arrancamos y me alejó lo suficiente, pero yo no dejaba de llorar, hasta que paramos en una cafetería.

—Te invito un café...

Entramos al lugar y ordenamos café, luego otro, después un jugo... y le conté toda mi vida a ese extraño.

—Simplemente quiero irme de esa casa pero... necesito dos millones de euros —termine de decir y el muchacho se quedo viendome ofreciendo una servilleta para secar mis lágrimas.

—Me has pegado en él corazon, sabes siempre he evitado meterme en los problemas ajenos, pero por alguna razón pase por ahi, ademas no tenía nada más que hacer que conocerte... —tomó mi mano— se que no hay nada que yo pueda hacer para ayudarte, pero después de todo lo que me has contado quisiera estar al menos a tu lado... quiero apoyarte como si te conociera desde siempre...

—Soy Marinette Dupain-Cheng...

—Mucho gusto Marinette soy Luka Couffaine.

QUE NADIE SE ENTEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora