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(MARINETTE)

La cena estaba deliciosa, Nathaniel muy atento y guapo, y ahora me tocaba encontrarme con Chloe.

Llegué a la mansión dentro de un taxi, entré a mi habitación para cambiarme y arreglarme antes de ver a mi querida "amiga", trate de que eso fuera rápido, no quería hacerlos esperar más, entré al fin al comedor y cuando ella me vió hizo un gesto de superioridad moviendo la boca a un lado, yo sonreí y me acerqué a ella para saludarla, con dos besos en ambas mejillas, mientras le susurraba.

—Bienvenida Chloe, quería tanto verte.

Ella volteó molesta por él comentario pero no dijo ni hizo nada más que clavarme sus ojos azules con su típica altaneria, luego salude a Gabriel y por último a Adrien. Al terminar la cena, de la cual no probé ni un bocado porque estaba llena luego de la cena con Nath, pasamos a la sala, una conversación que acaparo Chloe con su típica y chillona voz.

—Traeré un poco de vino para brindar el regreso de ambos —comentó Gabriel de manera poco animada, algo muy común en él.

—Yo iré por las copas Padre —dijo Adrien que le seguía el paso, finalmente Chloe y yo estábamos a solas.

—Deberias ir tú, por ese vino y esas copas, panadera —habló sin mirarme y tratando de mostrar su superioridad, ante mi— no olvides que eres una empleada más, de hecho no se que es lo que haces aquí, esta charla es familiar  ¿Porque no te vas a justificar tu sueldo?

Cuando mi boca estaba a punto de contestarle, regresaron Adrien y Gabriel, me pareció que Adrien escuchó parte del comentario despectivo de Chloe porque evitó sentarse a su lado como estaba antes y prefirió sentarse al lado mio.

Yo me levanté era hora de ver hasta donde podía llegar, me disculpe con los presentes para retirarme a mi habitación. Caminé hacia la salida hasta que Adrien me detuvo, sosteniendome de la mano a lo que reaccione con temor y rápido, quitandole me mano, por estar frente a Gabriel.

—Por favor Marinette, no hagas caso de los comentarios de Chloe, y acompañanos.

—Dejala Adrien, sólo busca protagonismo —grito Chloe con las mejillas ligeramente rojizas, y presumo de ira.

—Marinette es parte importante de esta familia —hablo Gabriel, con un gesto en la mano que me invitaba a retomar mi lugar en la sala, no quería molestarlo, por ahora no me convenía, así que regrese a mi sitio.

—Salud —dijo Gabriel con la copa de cristal en su mano haciéndola girar un poco para apreciar su aroma— por el regreso de mi hijo a casa, por el regreso de su novia y un futuro compromiso.

—¡Papá!

—Gracias Gabriel, yo también espero que sea pronto Adrien.

—Yo soy la más ansiosa —hablé humildemente, atrayendo la atención de todos—. Me encanta organizar fiestas.

—Y ¿Porqué tendrías que organizarlo tú panadera?

—Chloe por favor, no te expreses así de mi prometida.

—¿Prometida? —inquirió ella atragantándose con el vino.

—Voy a buscar al chófer para que llevé a Chloe hasta su casa —comentó Gabriel dejando la copa en la mesa central de la sala, luego salió del lugar.

—Así es Chloe pronto seré la señora Agreste —sonreí amable mientras ella tosía y se ponía colorada por la falta de oxigeno.

—Traeré un poco de agua —habló Adrien al mismo tiempo que caminaba hacía la cocina.

Me acerqué altiva cuando ella todavía, trataba de recuperar el aliento dándose aire con sus pequeñas manos.

—No me hagas cambiar de opinión, y terminé casándome con Adrien.

Adrien regresó a prisa con el agua para auxiliar a Chloe, que me veía con ira.

—Adrien —comenté y él se acercó a mi tan rápido que la impresión fue mas de mi parte que la de ella— olvidalo, mejor te lo comento más tarde.

—Claro, hablamos luego que despida a Chloe.

Salí de la sala, despacio note que ella empezaba a hablar.

—¿Marinette vive aquí? —preguntó clavando dos pisotones a la alfombra, me gire un poco para verla a los ojos debía disfrutar este momento.

—Así es querida, buenas noches.

QUE NADIE SE ENTEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora