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(MARINETTE)

—Hola —escuche a Adrien por decima vez este día, se la paso El maldito día llamando, al ver que no le contestaba se las ingenio para llamarme de otros números.

—¡Que no entiendes que no quiero hablar contigo! —colgué otra vez, si esto continuaba así probablemente tendría que cambiar de número.

>>Pronto se aburrira de buscarte<<

Pensé, mientras mi mirada se había perdido en la imagen que tenía sobre mi escritorio, mis padres se veían tan felices en aquel retrato, pero no era justamente mi imagen favorita, abrí el portarretrato y detras d3 la foto de mis padres estaba la de él, Adrien... eran obvias mis razones para tenerlo oculto y ahora más que nunca.

Suspiré mientras acariciaba su rostro en el papel, luego volví a acomodar las fotos como estaban, mientras mi teléfono volvió a sonar.

—Hola —contesté más calmada.

—Marinette, sólo dime que sucede... —me dijo Adrien preocupado— ...me tienes loco, no se si tienes problemas o algo asi.

—No te preocupes, tengo problemas como cualquier persona pero nada grave.

—Te he llamado desde el domingo y hoy ya estamos a miercoles ¿que sucede contigo? ¿Porque me esquivas?

—Estoy muy estresada por El trabajo...

—Sabes te confieso que no es fácil pensar todo el día en tí —carcajeo sacandome una sonrisa tambien a mi— creo que soy terco, porque me gusta como me haces sufrir.

—Espera ¿Que? Estas loco —sonreí gratamente, sólo él podía divertirme tanto.

—Me tienes loco señorita —susurro— mientras más me rechazas yo más te adoro.

—Sabes que lo nuestro no puede ser...

—Déjame regresar a París y estaremos juntos... sólo siete semanas más —murmuro lento— debo salir, ¿Hablamos ms tarde?

—Esta bien, que te vaya bien.

>>Adrien, no quiero hacerte daño, ojalá regreses pronto con Chloe<<

Tres semanas depues...

—Pequeña, deberias fijar la fecha de la boda —me dijo Gabriel una tarde que tomabamos el té en su despacho.

—Quizá deberias fijarla tú —tomé un sorbo para no decir nada más.

—Como es un acto legal simplemente de conveniencia quizá no deberiamod darle importancia —hablo imitandome con su taza, se notaba que estaba desanimado.

—¿Bromeas? es la primera vez que voy a casarme, quizá para ti no sea tan importante pero yo quiero que sea algo inolvidable.

—Crei que la idea no te entusiasmaba.

—Soy una mujer Gabriel, por su puesto que me emociona —suspiré contenta— además si van a tacharme de interesada y quien sabe que más que sea a lo grande.

—Bueno, no creo que sea asi, pero de todos modos estoy de acuerdo, prepara todo entonces.

—Es más haremos una fiesta envidiable —reí un poco pero era una de esas risas que salen para complacer a los demás— ¿alguna fecha en especial?

—Ahora que lo mencionas, si, he pensado que deberia ser en un mes, cuando Adrien este en el país de regreso.

Al oir eso me atoré con el té, a pesar de todo yo amaba a Adrien, pero iba a casarme con su padre.

—Claro, tu hijo debe estar presente.

—Primero nuestra boda y luego la de Adrien, sabes me comento que en cuanto llegue al país se casará con Chloe.

Ho, Dios si antes me había atorado con el Té, ahora me habia atorado con la ira.

—¿Qué?

—¿Sucede algo? Te veo muy enojada.

—A no nada, es sólo que este boceto esta incompleto —alce la primera hoja que tenia en frente— como es posible que hayan hecho esto, son unos incompetentes, torpes y además...

—Calmate, jamás te había visto enojada —me dijo con una expresión de miedo, claro que debía tener miedo no se imaginaba lo cruel que yo podia ser, pero presisamente ahora él no era mi objetivo, sino Adrien Agreste.

—Perdóname, me llene de rabia, ¿Que me decias sobre tu hijo? ¿Se casará? Espero que su boda no sea mejor a la nuestra.

QUE NADIE SE ENTEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora