QUE NADIE SE ENTERE

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(MARINETTE)

«Nathaniel Kurtzberg»

Resonó en mi cabeza, y la información aceleró mis latidos, es que como debería sentirse una cuando vuelve a reencontrarse con su "ex", seguro mi cara estaba totalmente colorada y eso no me preocupaba no se notaria por la oscuridad, lo que me preocupaba era; sí me veía bien después de algunos años de dejar de vernos.

Nathaniel, fue el único novio por el que llegue a sentir algo importante, el único después de Adrien, aunque no puedo asegurar que era amor, pero se que lo quise bastante. Y ahí estaba frente a mi en silencio parecia que no asimilaba tenerme en frente o quizá no me había reconocido y esperaba mi respuesta después de su presentación, si eso debe ser, así que empece a hablar.

—Continué por favor.

—Por su puesto señorita —cambió de imagen en su presentación y comenzó con una extraordinaria sinopsis del trabajo que habían realizado para otras empresas, sus palabras eran muy fáciles de entender por lo que comprendí todo lo necesario sin tener que preguntar— supongo que la imagen conservadora que han formado hasta ahora desean mantenerla.

—Si —respondí pero luego guarde silencio para cambiar de parecer— en realidad no, queremos cambiar esa imagen por otra más fresca y juvenil.

—Me parece grandioso, podria preparar un boceto de la propuesta de nuestra empresa en una semana.

—Fantastico —sonreí al mismo tiempo que me acerqué hacia las ventanas para abrir las persianas, luego me acerqué a él, cuando Nath todavía tenía fija la mirada en su pantalla— Nathaniel, que gusto es verte otra vez.

—Marinette —extendió su mano y me dió un beso en cada lado de mi cara— que agradable encontrarte ¿Cómo has estado?

—Pues no tan bien... pero tengo la salud completa y ya con eso me conformo.

—Se puede saber ¿porque no estas: tan bien?

—Olvidalo —comenté discimulando— no es nada grave es simplemente el estrés del trabajo.

—Lo entiendo perfectamente —dijo con una sonrisa tan agradable que hizo que mi corazon latiera más rápido, asi es más rapido todavía— ¿aceptarias un cafe en la tarde?

—No —hable y su rostro cambio de expresión a una más seria— prefiero que sea una cena ¿De acuerdo?

—Por su puesto.

Después de intercambiar nuestras cuentas de facebook y whatsapp, él se fue, me dejó con una sensación agradable y suspirando, porque esta noche volveria a ver a Nathaniel, que solía ser muy gracioso sólo esperaba que no haya cambiado.

Fuí con Gabriel más calmada a informarle de la reunión y cuando me preguntó, yo dí la aprobación a Petit, como nueva agencia publicitaria de la empresa Agreste, no recibí objeción por ello ni cuestionamiento posterior, al salir de la oficina me sentía con mucho poder y satisfacción, todavia había sensaciones placenteras en mi vida.

«¿Necesitaras trasporte? Te lo pregunto para amarrar los caballos a tu carruaje»

Era un mensaje de Luka, era un hombre bastante ocurrente y divertido, le respondí de inmediato.

«Nada de caballos por hoy, la almohada y el viento fueron demasiado para mi valiente cabello, gracias por preguntar»

Seguí con mis mensajes, y llegue a los de Nathaniel.

«¿A que hora paso por ti a la empresa?»

No me parecia conveniente que venga hasta aquí, seria algo comprometedor asi que le pedí que nos veamos en el restaurante que él elija.

Finalmente leí el mensaje de Adrien.

«Cuento las horas para verte...
Chloe estará esta noche en la cena, y sera sólo porque tú me lo pediste»

—¡Si! —grite emocionada, al fin tenía a Chloe donde la quería, ahora ibamos a jugar con mis reglas y no estaba dispuesta a ceder ante ella— al fin alguien te dara un poco de tu propio chocolate Chloe.