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(LUKA)

—No tengo mucho dinero, pero quisiera ayudarte... —le dije tomando su mano, pero ella se soltó casi de inmediato.

—No es necesario —dijo mientras se levantaba de la mesa— gracias por todo ahora debo irme.

La tomé de la mano una vez más antes que se vaya, ella vió mi mano y luego clavo sus ojos en los mios, el reflejo de mi mismo en sus ojos me hipnotizo, tenía unos hermosos ojos, aunque ahora esten totalmente manchados por el maquillaje.

—No podré estar de nuevo en paz si te vas y no vuelvo a saber de ti —trate de excusarme— es como sí hubiese empezado a leer un libro y quiero leerlo hasta el final, ¿me entiendes?

—Tienes curiosidad...

—Algo así —sonreí mientras ella volvió a sentarse— además no todos los días conoces una mujer tan guapa.

—¿Gracias? Pero sabes que estoy comprometida,  y... debo verme muy mal después de todo el zarandeo y las lágrimas...

—Para nada eres hermosa... yo veo más alla de lo físico.

—No eres muy bueno adulando sabes —sonrió simpática.

—Al menos logré hacerte reir, usted debe alimentarse y olvidarse de sus problemas por un día.

—Insisto, sabes que me casaré en tres días.

—¿Y?... Hasta que no firmes, todo puede suceder...

Guardó silencio noté de inmediato que ella no quería casarse.

Con el viento en nuestros rostros recorrimos Paris sobre mi moto, cuando sentí que el frio soplaba más fuerte le puse mi chaqueta, ella me abrazó por detrás ocultando su rostro, era tan cálida, tan genuina y estaba tan lastimada.

Conversamos de su adolescencia, de sus sueños y su personalidad me encanto. Al principio me acerqué por deber, luego trate de ser su amigo, pero... ahora me interesaba más, definitivamente olvidarla no era una opción.

No escogí enamorarme en un día, pero no hay nada que pueda hacer, sólo me queda intentarlo a ver sí logro enamorarla.

Antes de que la noche caíga estaba dejándola en una mansión, el tipo que la estaba maltratando nos estaba esperando en la puerta.

—Ahora vete y no regreses nunca —me gritó desde la reja que se habría.

—Adiós Marinette —dije mirando irónico al rubio— te marco en la noche...

Ví como la cara se le pintaba de colera al abusivo ese, luego arranque mi moto, mientras Marinette gritaba "Gracias" agitando una mano al viento.

(ADRIEN)

—¿Ahora que planeas? —pregunté indignado, mientras ella recorría la entrada hasta la casa, pero ella seguía en silencio caminando hasta adentro.

La seguí hasta su habitación a pesar que no queria dejarme entrar empujé la puerta hasta que estaba adentro.

—Sólo dime que no te casaras con mi padre —suspiré sentado sobre la cama de Marinette, ella seguía en silencio sin mirarme— Marinette yo te quiero, sé que tú también, dime porque lo haces.

—Las cosas son como son —habló al fin sentandose a mi lado— el amor acaba, Adrien... sin mi estaras mejor, ahora vete por favor.

—No... yo se que tu me quieres.

—Adrien —rodo los ojos aburrida por mis insistencias luego me tomó del rostro con ambas manos— nada va a cambiar, me casare con Gabriel, así que no intentes averiguar nada más, si dices quererme debes confiar que lo que hago es una buena decisión.

—Pero...

—Tengo razones muy fuertes para casarme con tu padre —apretó mi rostro con énfasis como queriendo que la comprenda— sea amor, dinero u otras razones, debes entender que lo hago por que no tengo otra opción.

—¿Te esta obligando?

—Nada de eso... por favor ya no preguntes... cuando todo se haya resuelto yo misma te contaré todo lo que esta sucediendo ¿esta bien?

Suspiré resignándome, luego asentí con la cabeza, porque veía en sus ojos sinceridad, esa mirada era capaz de lograr que yo haga lo que ella quisiera.

—Invita a Chloe a la boda.

QUE NADIE SE ENTEREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora