—Te gustará el café, es mi favorito, siempre que vengo aquí pido el mismo.
Se veía tan feliz que no quería borrarle la sonrisa de la cara con preguntarle sobre la pelea de ayer.
Pero tenía que hablar, quería saber.
—JungWoo.
Sus ojos pasaron de su café a los míos.
—Dime.
—¿Qué fue lo qué pasó entre ustedes dos?
Al parecer no entendía, movió su cabeza a un lado y me miró con el ceño fruncido.
—¿Nosotros? ¿Yo y quien más?
Respira SeulGi el es tranquilo, no te va a aventar el café a la cara si eso es lo que crees.
—Lu...cas.
JungWoo dejó de beber café y volvió a mirarme .
—Sabía que no olvidarías lo que dijo esa vez en la biblioteca.
—Perdón.
—No te preocupes, te contaré, nadie sabe lo qué pasó y agradezco mucho eso.
Su sonrisa se volvió una sonrisa triste, ay mi corazón.
—SeulGi, cuando me viste, ¿que pensaste por primera vez?
Que eras el ser más puro y hermoso de este mundo, esculpido por los dioses griegos, un bebe que necesita de mi protección, alguien que me hace feliz con solo verlo sonreír, y también una pasiva a su máximo esplendor.
—Que eras una muy buena persona.
—Gracias— Sonrió el bebé —Como todos yo tengo un secreto, hay algo en ti que me da seguridad y espero estar en lo correcto, por eso te lo diré.
¡Hazlo! Si tu intuición femenina te lo dice, ¡hazle caso!
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Le sonreí, como adoro a este chico.
—SeulGi yo...
—Pero mira a quien nos encontramos aquí— La voz chillona nos interrumpió —Tenemos a Legolas y al afeminado.
Maldita, métete conmigo pero a él me lo dejas en paz.
Iba a responder, me levante y me voltee hacia ella pero no venía sola.
—¿Tu de nuevo?— Habló Lucas mirándome primero y luego a JungWoo.
JungWoo solo miraba a la mesa.
—¿Tienen algo que ver ustedes dos?— Preguntó Yukhei sin quitarle la mirada de encima a JungWoo.
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—Déjalos cariño, entre raritos se comprenden.
¡¿Cariño?! Que se cree esta enana ponzoñosa.
—Tienes razón, es por eso que ustedes dos están juntos.
SeulGi: 1 Cabeza de coco: 0
Estaba a punto de gritarme la mustia pero Lucas la detuvo.
—Déjalos, no valen nuestro tiempo— Lucas la tomo del brazo y se fueron.
Me dueles Yukhei.
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