—¿Por que no respondes?— Dijo Lucas con una voz suave, parecía estar hablándole al cuello de JungWoo.
Podía ver a mi amix sonrojado a más no poder mientras forcejeaba para librarse de Lucas, pero por favor, con esos mega brazos se ve que es imposible zafarse.
—No tengo que responderte nada, es como si yo te preguntara ¿qué tipo de relación tienes con la minimierda que te llama cariño?
—Eso es algo que no se necesita explicar.
Isi is ilgi qi ni si nicisiti ixplicir.
Mira Yukhei, deja tu jueguito hetero por otro lado y échate de una vez a mi amix porque se ve que le traes ganas a JungWoo desde el día de la biblioteca, y eso que es hasta donde yo sé.
—Eres un idiota— JungWoo chasqueó la lengua.
—¿Quieres que te suelte?
JungWoo solo asintió.
—Bien, lo haré, pero primero...
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JungWoo soltó un pequeño gemido.
¡LUCAS LE HABÍA DEJADO UNA MARCA EN EL CUELLO!
Lucas lo soltó y bueno, lo que JungWoo soltó fue una cachetada para luego retirarse corriendo.
Lucas puso su mano en la mejilla mientras sonreía.
Mientras tanto yo seguía atrás del arbusto desangrandome por tremendo chupetón.
No estaba segura de que fue exactamente eso, tenía varias dudas.
¿Es Lucas un closetero? ¿A Lucas le gusta JungWoo? ¿Hace lo que hace solo para hacer enojar a JungWoo?
De tanto mencionar a JungWoo me olvide completamente de cómo se habrá sentido el al respecto.
Me asomé para ver si Yukhei seguía ahí parado, pero ya se había ido.
Salí de mi escondite y fui corriendo, aún con la nariz sangrando, a buscar a JungWoo.
Mi ángel se ha de sentir devastado.
Iba caminando y al mismo tiempo escondiéndome cada que veía a maestros pasearse, se supone que es hora de clase y yo estoy aquí, ahora escondida en las gradas del gimnasio.
Espero que JungWoo no se haya dado cuenta de que lo desobedecí y me fui a espiarlo en lugar de entrar a clase de matemáticas.
Una vez que el profesor de educación física había salido, seguí caminando lentamente pegada a la pared, estaba a punto de salir del gimnasio hasta que comencé a oír sollozos provenientes de las duchas.
Sin dudarlo entre y la escena que vi me destruyo completamente el corazón.
JungWoo estaba sentado en una esquina abrazando sus piernas mientras lloraba desconsoladamente.
—¿JungWoo?
No me respondía.
—¿Te pasa algo?
Él ahora levantó su cabeza mirándome mientras se secaba algunas lagrimas.
—Estoy bien, no tienes que preocuparte.
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Nunca he querido ver a JungWoo así, desde que lo conocí siempre irradiaba luz, por eso quise acercarme a él, quería saber que se sentía tener a un amigo como él.
Estaba a punto de llorar hasta que el hablo.
—¿Y tú te sientes bien?
—Yo estoy completamente bien, bueno me rompe el corazón verte así, tan mal.
De repente JungWoo rió.
—Creo que el corazón de verdad se te rompió—hizo pausa y sacó un pañuelo de su bolsillo— la sangre te está saliendo por la nariz.
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No sabía si sentir asco o vergüenza, así que decidí sentir ambas cosas.
