—Si querías hablar conmigo sólo tenías que decírmelo y no mandar a tu amiguita a buscarme con un mal pretexto.
—¿Puedes callarte? Estoy llamándole para que me deje salir de aquí.
El teléfono de Yukhei sonó al mismo tiempo que se sentó en una de las mesas.
—¿Si?— Contestó Yukhei.
Yo seguía tratando de localizar a SeulGi, pero al parecer sus respuestas hacia mis mensajes eran una manera diferente de ignorarme.
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—Lo siento, se presento algo y no podré ir, de verdad lo lamento.— Volteé a mirarlo y el ya estaba mirándome a mi.
Guiño el ojo y al apartar mi mirada sonrió burlón aún al teléfono.
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Solo fue un maldito guiño JungWoo, ¡respira!
—Toma unas buenas fotos para mi, nos vemos luego Chae.
Ugh, era la pequeña mustia.
—Oye JungWoo— Habló Lucas después de colgar y al mismo tiempo mi celular sonó.
¡Gracias Kun!
—¿Kun? ¡Hola! Que bueno que llamas porque necesito que me saques...— Mi teléfono comenzó a deslizarse de mi mano.
—Que falta de respeto interrumpir una conversación— dijo Lucas por el teléfono —¿Te importaría no llamar ahora que es mi turno de estar con JungWoo? Te lo agradecería mucho, bye.
Colgó el teléfono y lo metió en su bolsillo.
—Devuélvelo.
—¿Por?
—No seas infantil y dámelo, yo no hice lo mismo cuando tú hablabas con la enana esa.
Lucas comenzó a reír.
—¿Chae te ha hecho algo? Se lo dije a tu amiga y te lo digo a ti— seguía sonriendo, maldito— no le faltes al respeto de ninguna manera.
—Estupido— Dije en voz baja pero al parecer me escucho. Me tomo de las muñecas y me acerco un poco a él.
Bajo la cabeza y su cara daba miedo, ya no sonreía como hace unos segundos.
No puede ser que de verdad se haya enojado ahora.
—Me estás lastimando.
—JungWoo, se que me odias por lo qué pasó hace unos años, pero ¿no podrías tratar de entender por qué lo hice? piensa un poco y deja de tirarme mierda a mi y a Chae.
¡Auxilio Gigi!
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—No, no entiendo y creo que nunca entenderé esas razones, si, te odio, no te soporto, por ti tuve que transferirme al igual que cambiarme de casillero y no solo por tu desordenada forma de ser, si no por que eras tú, pensé que me había librado de ti pero apareciste enfrente de mi a fastidiarme más la existencia.
No te enojes JungWoo, recuerda que si te enojas te salen arrugas en la cara.
Mantén la calma.
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—Sabes perfectamente que todo lo que me dices es una mentira— río Yukhei— deja de negar que te sigo gustando.
Odio que tenga la razón.
—Y tú deja de negar tu homosexualidad.
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Escuché un Oooh del otro lado del salón pero no le tomé demasiada importancia.
—Dime la razón de porque crees eso.
El poste se estaba acercando demasiado, cada que yo me apartaba, aún con sus manos en mi muñecas.
Llegamos a el límite, me pego a la pared alzando mis brazos.
—¿No la tienes?— Dijo en un tono bajo y yo... yo estaba temblando.— Entonces te daré una verdadera razón para que puedas decirme gay.
