Prólogo

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Las manos de Yoongi le estrujan con fuerza, Jimin no sabe en qué momento todo esto comenzó a pasar, pero poco le importa, está demasiado sumido en aquel deseoso y descoordinado beso que comparte con Yoongi.

Ambos se encuentras sentados en los asientos delanteros del auto del mayor, deseándose y ahogándose entre el fogoso gesto. Las risas y retardos en muchos de sus movimientos evidencian el estado de ebriedad que poseen.

— Hueles a vodka—. Se queja el castaño, Yoongi sonríe y niega levemente con su cabeza, es obvio que el también despide ese olor de su cuerpo, pues ambos se acabaron tres botellas de licor, solos.

El mayor le acaricia la mejilla ocasionándole cosquillas a Jimin, quien empina sus labios incitándolo a besarle nuevamente; con desorden, Yoongi desliza sus manos hasta los pantalones de Jimin, haciéndolo reír un poco más alto y gemir cuando los dientes del azabache se clavan en su cuello, Yoongi lame y succiona con fuerza la piel de esa porción, estremeciendo al chico sentado en su regazo, el cual sólo cierra sus ojos sintiéndose demasiado extasiado con cada toque que le es brindado. En un momento, el pálido chico detiene sus toques, con dificultad se quita al hombre de su regazo y brinca hacia los asientos de atrás.

— Es incómodo allá—. Hablo con dificultad, pues era un milagro que con lo ebrio que esta pudiera tan siquiera moverse. Jimin le imito y no tardaron en volver a la misma postura del inicio, pero esta vez, el trasero del castaño comienza a moverse sobre la entrepierna de su hyung, no comprende de donde ha salido aquel acto, pero él solo obedece a sus instintos y el escuchar a Yoongi gruñir sólo le causa gracia y nuevas sensaciones a su miembro, las cuales, esta dichosos de conocer más a fondo.

— ¿Te gusta?—. Pregunta con burla, aumentando un poco más los movimientos de su cadera, gimiendo por lo bajo, acercando su oído a la boca de Yoongi, disfrutando de las roncas respiraciones que salen de esos labios, que para su sorpresa son mucho más suaves de lo que se ven.

— Cállate, idiota—. Jimin ríe en alto al escucharle y Yoongi no puede evitar hacer lo mismo, pero su sonrisa es interrumpida por los labios de Jimin, que le toman con desespero, el mayor de los dos disfruta de la lengua del menor por uno instantes, hasta que la excitación comienza a dominarle, empezando a desabrochar con brusquedad y quitar luego el pantalón del castaño, quien aprovecha para deshacerse también de su camisa y la de su acompañante, lanzándose y mordisqueando el pecho blanquecido con exaltada calentura, coloreándolo con pequeñas y grandes marcas rojizas el cuerpo de Yoongi, las cuales tomaran un fuerte color a la mañana siguiente.

Yoongi mete sin previo aviso su mano en la ropa interior de Jimin, riendo al ver el rostro palidecer de este, quien se sonroja un poco, para después dejar salir un diminuto quejido.

Cuando aquel hombre comienza masturbarle sintiéndose realmente cómodo con todo, disfrutando del ágil movimiento de manos de su amigo. Cuando los gemidos de Jimin se intensifica y el miembro de Yoongi crece demasiado, lastimándolo y enloqueciéndolo, este comienza a quitar su pantalón con dificultada, pues su otra mano continua en darle placer a Jimin; aunque, cuando nota que le será imposible lograrlo, simplemente se detiene y deja al castaño acostado en los asientos del auto. Jimin le ve con las mejillas enrojecidas, la respiración agitada y su miembro hinchado y necesitado por liberación; Yoongi trata de acomodarse, pero golpea su cabeza con el techo del vehículo, simplemente causándole un ataque de risa a Jimin, quien no puede detenerse al ver lo furioso que se ha puesto el pálido con el auto.

— Estúpido carro—. Se queja molesto, pero mira luego a Jimin, sintiendo que todo enojo se esfuma con aquella imagen, el castaño es realmente hermoso y es la primera vez que lo detalla completamente. Con el labio empinado y el ceño fruncido, mientras aún de rodillas, Yoongi baila un poco, quiere escuchar muchas más risas de ese castaño que tanto lo está volviendo loco.

— Tararata taratarara turuturu—. Jimin le mira confundido y luego estalla en fuertes carcajadas.

— Se supone que debías bailar aun cuando tenías la ropa, ¿ahora que te vas a quitar?—.

— Tengo que liberar a Yoongi Jr, tonto, sólo gózalo—. Jimin ríe achicando sus ojos, observado a su Hyung seguir bailando y tarareando, entonces, él también le acompaña moviendo las manos, ambos chicos ríen tan escandalosamente que si no fuese porque se encuentran en el estacionamiento de la casa del mayor y que la madre de esta tiene el sueño tan pesado, ya hubiesen sido descubiertos. Las risas continúan y los movimientos sucios de caderas de Yoongi, hacen enrojecer al castaño, hasta tal punto en el que tiene que cubrir su rostro, avergonzado, pero, es igualmente él quien tironea de Yoongi, para que caiga entre su cuerpo.

— Vamos hyung, no es divertido que demore, Jiminie se está aburriendo—.

— Que pequeño tan ansioso—. Yoongi comienza besarle el pecho, ahora sus erecciones se tocan, sin ninguna tela de por medio y aunque la sensación es nueva, les encanta, no hay temor o miedo a lo que viene, tal vez porque ninguno se encuentra en sus cinco sentidos, o porque tal vez era lo que ambos querían, pero nunca notaron.

Jimin gime desesperado mientras Yoongi se restriega sin ningún tapujo, causando una fricción placentera, tanto que Yoongi comienza a sentirse ansioso y desenfrenado, a tal punto, que ni el mismo sabe qué hace, cuando toma su miembro y penetra de una sola estocada a Jimin, quien grita en dolor, Yoongi se detiene preocupado al escucharlo, le mira asustado, pues ha comenzado a derramar algunas lágrimas.

— ¡MIERDA! ¿Qué putas? —. Jimin lagrimea un poco más, arañando los hombros de Yoongi.

— Idiota, me estas clavando las garras ¡Para Jimin!—. Yoongi se queja, intentando que el castaño se detenga; Jimin respira pesado, el pálido trata de verle y comienza sentirse mal, cuando nota que de verdad está sufriendo.

— Lo lamento, Jiminie, ¿estás bien? Pu-puedo salir—. Yoongi intenta hacerlo, pero Jimin se aferra, rodeándole la cintura con sus firmes piernas.

— Sólo aguanta un momento, estaré bien—. Yoongi asiente y comienza a besarle las mejillas, la nariz, hasta por ultimo llegar a los labios de Jimin, buscando relajarle un poco, lo besa, esta vez más calmado, sintiendo cada movimiento de sus labios, mientras le acaricia las piernas, excitándose más al sentirlas tan firme y suaves.

— Ya, hyung—. Yoongi comienza a moverse con suavidad, ha estado con mujeres antes y ha tenido sexo anal con ellas, pero, hay algo diferente en todo esto y comienza aclararlo cuando el placer lo abraza y no sólo por lo estrecho y caliente del cuerpo bajo el suyo, no, sus gemidos y esa manera en la que lo llama hyung, con la respiración acortada, cuando hace algún movimiento que parece gustarle a su chico, Yoongi comprende absolutamente todo, entiende porque siempre estuvo para él, porque nunca le molesto el contacto físico con Jimin, porque, aunque su personalidad siempre fue agria, era diferente con él, porque soportaba toda clase de molestas bromas por parte del menor, sólo para poder verle sonreír, lo que antes creía amor fraternal, o simplemente, el creer que le quería como un buen amigo, todo se cae ante sus pies, y se vuelve más claro cuando su esencia se libera dentro del pequeño y este también eyacula machando sus estómagos.

Yoongi le besa, sintiendo su corazón explotar en sensaciones, es en ese momento que todo se conecta en su cerebro y Yoongi descubre lo que se cegó a ver por años, está completamente enamorado de su mejor amigo.

"Mejor Amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora