-Hoy es el turno de Harry – Dijo Liam
-¡SI!- exclame y empecé a vestirme, me puse una chaqueta cualquiera, un beanies y me dirigí a la puerta- Aquí voy Landan, wohoo - hice una pequeña celebración y todos rieron.
-Ten cuidado – dijo Zayn.
-Okay, nos vemos – les sonreí y salí del lugar.
Se sentía demasiado bien, caminar, sin fans, ni paparazis, sin ocultarme, el aire puro de la madrugada. Mire mi reloj, la 12:30 AM. Era ya una tradición entre los chicos y yo hacer esto cada que estábamos en Londres, para intentar ser “normales” nos turnábamos cada día para salir a dar una vuelta por ahí en cualquier calle de Londres, sin nadie en la calle, paz, tranquilidad, mucho frio… es raro, pero divertido, la única regla era no dejarnos fotografiar, el que se dejara caería en la manos de Louis y sus pesadas penitencias, la vez que Niall se dejó, lo hizo correr desnudo por los camerinos antes de un show aquí. Era la octava vez que lo hacía sin ningún problema, caminaba con una sonrisa en la cara, detallando cada casa, cada calle, todo era hermoso.
Doble la esquina y vi como una camioneta que estaba calle atrás también lo hacía. Dios, no puede ser, fruncí el ceño.
-ES ÉL, ¡SACA LA CAMARA! – Dijo uno de ellos, “¡PUTOS PAPARAZIS!” dije para mí mismo.
Mire hacia atrás y aún no habían salido, sin tener más opción corrí, corrí como si mi vida dependiera de ello, que era literal, porque la posible penitencia que Louis me hiciera iba a arruinar mi vida, lo sé. Los tipos corrían tras de mí y gritaban que me detuviera, a lo que hice caso omiso, me tire en un arbusto y ellos pasaron derecho, salí para seguir por el otro lado y empecé a caminar de nuevo.
-¿Los perdí? – mire para todas partes – creo que si – empecé a caminar de nuevo, sentí que había ganado e hice un baile de victoria.
- AHÍ ESTÁ, MARK MUEVETE – volteé “NO DENUEVO”- tú no te muevas – me señalo
Corrí de nuevo, esta vez con más ventaja hacia un grupo de casas, todas estaban apagadas, excepto una a 4 cuadras maso menos de donde estaba “Mierda, estoy loco” pensé y corrí hacia esa casa, era mi oportunidad, corrí y empecé a tocar la puerta como un loco.
-¡POR FAVOR, AYUDENME!- grité con el poco aliento que me quedaba.
Narra Allison
-¿Ally, aún estás ahí? ¿ALLISON?
-Sí mamá, aún estoy aquí – puse mis dedos sobre el arco de mi nariz y cerré los ojos - ¿Sabes qué hora es? - mire el reloj, ya casi era la 1:00 AM.
-Sí linda, pero queríamos saber de ti, no hemos hablado hace una semana.
-Me despidieron… de nuevo y mañana tengo una entrevista para otra universidad – hice una mueca sabiendo exactamente lo que iba a decir.
-Allison, no necesitas buscar un empleo, ni siquiera necesitas trabajar o vivir en esa pequeña casa donde vives – empecé a repetir las palabras junto a ella- sabes qué tienes todo el…
- Lo sé, lo sé… tenemos mucho dinero, lo sé – suspire – Ustedes dijeron que me apoyarían en esto.
- Aun no entiendo por qué lo haces – dijo con ese tono neutro que siempre usaba cuando hablábamos de esto.
-Porque quiero hacer algo por mí, no quiero sentirme tan inútil como soy de por sí. Mejor háblame de ustedes, ¿qué tal Australia?
Mientras mi madre me hablaba de lo hermosa que estaba la cuidad que visitamos en las vacaciones pasadas recorrí toda la casa intentando no quedarme dormida, mirando una y otra vez los papeles que necesitaba para la mañana siguiente, o bueno, para esta mañana, fruncí el ceño al recordar que aún no sabía que ponerme, mi madre continuo hablando, hasta que sentí que tocaron la puerta y no de una manera decente, pareciera que la fueran a tirar de un golpe, me asuste un poco y camine hacia la puerta.
- ¡POR FAVOR, AYUDENME! – grito una voz masculina.
-Y tu padre logro conseguir que… ¿Ally? ¿Pasa algo?
-No, mamá hablamos luego, ya tengo que dormir, los amo.
Colgué y tire el teléfono en algún sillón de la sala, de nuevo tocaron la puerta y la misma voz masculina pidió ayuda, me acerque y mire por el ojo de la puerta, era un hombre, miraba para todos lados, demasiado sospechoso.
-¿Quién eres y qué diablos quieres? – pregunté detrás de la puerta y seguí mirando que hacia.
-Por favor, te lo pido, déjame pasar, me…me están persiguiendo y no me puedo dejar ver, te daré lo que sea! – “¿y este qué?” Pensé, pero era lindo, reí para mí misma.
- ¿Dejarías entrar a un desconocido, que no se puede dejar ver y lo están persiguiendo a tu casa? Mmmm suena peligroso, bye…
-POR FAVOR, NOOOO. Ayúdame, te lo pido, si quieres cuando entre me puedes amarrar, te mostrare mis identificación, te daré dinero, cumpliré tus sueños, pero déjame entrar- dijo desesperado.
-Estoy armada y mi novio está arriba, okay – mentí - si me matas él te matara devuelta – río y abrí la puerta- Pasa.
