Desperté estirándome un poco aun con los ojos cerrados, estaba acostada en algo muy cómodo y olía muy bien, abrace la cosa en la que estaba acostada con fuerza y luego recordé que no estaba acostada en algo sino en alguien, Cristo Jesús espero no estar en lo correcto, abrí los ojos despacio y sí, estaba acostada sobre el pecho de Harry, mire lentamente hacia arriba con cara de la cague y él estaba rascándose los ojos, luego miro hacia donde yo estaba y me senté de un brinco.
-Lo siento si te desperté – su voz era mucho más profunda, él se estiro y cerro de nuevo los ojos – Parece que estabas muy cómoda – sonrió aun con los ojos cerrados.
-Cállate – bostece, me estire de nuevo. El televisor aún estaba encendido, tome el control y lo apague- Ni siquiera recuerdo cuando me quede dormida – rasque mis ojos.
-Tampoco yo.
-¿Quieres desayunar cereal de nuevo? – me puse de pie -
-¿No sabes hace algo más? –Dijo divertido.
-Hey – le tire un cojín – si no te gustan mis desayunos entonces hazlo tú – puse ambas manos en mi cintura, él se quitó el cojín de la cara y me miro.
-No hay problema, lo hare yo – sonrió y se puso de pie. Ambos caminamos hasta la cocina – Hare un rico desayuno.
-Mi cocina es tu cocina – me senté en una de las sillas de la isla, mientras Harry abrió el refrigerador - ¿Qué hora es? – puse mi cabeza sobre las palmas de mi manos y creer los ojos.
- Faltan 5 minutos para las 11:00 am – salte de la silla y empecé a correr de un lado a otro- ¿Qué pasa? – preguntó un poco asustado.
-Voy a llegar jodidamente tarde - marque cada palabra con mi mano y él me miro confundido – Hoy empiezo en mi nuevo empleo y tengo solo 2 horas para arreglarme
Corrí hacia mi habitación ignorando el “estás loca” de Harry, cerré la puerta y camine hacia la ducha quitándome la ropa. Después de ducharme y ponerme ropa interior, estaba frente al espejo arreglándome el cabello lizo por completo y maquillándome un poco. Salí corriendo hacia la ventana para mirar si estaba haciendo mucho frio y así tener idea de que ponerme, fui al closet y saque un vestido negro sin mangas que llega un poco más arriba de la mitad del muslo, unas medias negras que suben por encima de la rodilla, una chaqueta verde militar y botas. Estaba lista, mire el reloj de mi teléfono, era un record apenas eran las 12:15 pm. Baje y me encontré con Harry que aún estaba cocinado.
-Estoy lista - mi estómago sonó – y hambrienta – él volteo a ver y alzo ambas cejas con cara de sorpresa - ¿qué?
-Te ves muy her… muy lin… te ves bien – tartamudeo y yo le sonreí.
-Gracias – le sonreí y volví a la isla de la cocina.
-Iba a hacer el desayuno, pero… pensé de que cuando salieras ya no sería la hora del desayuno, entonces hice un rico y delicioso almuerzo que estará listo en unos segundo – dijo demasiado feliz para ser posible.
-Dios, solo estas cocinando y pareces Bob esponja con esa sonrisa y ese delantal – se había puesto mi delantal y le quedaba pequeño, eso me hizo estallar de la risa. El frunció el ceño intentando parecer serio.
-No debe burlarse de la persona que le cocina, señorita – puso ambas manos en su cintura.
-Ahora pareces mi mamá – reí más fuerte y se unió a mí.
Harry había hecho lasagna de pollo con vegetales, sabia delicioso, era mejor que la que hace la cocinera de la mansión de mis padres, estuvimos hablando mientras comíamos, me conto que su madre le había enseñado a cocinar, le dije que si cocinaba para mi haría que se vistiera bien por el resto de su vida. Me preguntó sobre mi trabajo, le dije que trabajaría en un restaurante y me dijo que estaba muy bien vestida para trabajar en un restaurante de mesera y se moría por verme de uniforme, eso no iba a pasar ni en sus más salvajes sueños.
