-Vamos – me tomo de la mano jalándome para que caminara más rápido.
-Cara… estamos a tiempo.
-Lo sé, pero Karl nos espera – Me dio una amplia sonrisa y yo suspiré. Estaba muy emocionada, Karl nos iba a enseñar su primera colección,yo tambien estaba muy emocionada, pero Cara estaba exagerando.
Era primero de febrero, hoy era el cumpleaños de Harry y por más que quisiera no podía dejar de pensar en él. Me preguntaba si ya tenía una cita para el día de san valentina, seguramente la chica con la que vaya a salir será víctima de sus cursilerías, suspire de nuevo justo cuando llegamos a la casa de Karl.
-Chicas, no pude llamarlas – dijo cuándo abrió la puerta – mandé todo al estudio para que puedan ver las cosas con detenimiento – sonrió – Vamos, los chicos ya tienen el auto listo.
Llevábamos veinte minutos de camino al estudio. Me dedique a mirar el recorrido por la ventada del auto mientras Karl y Cara hablaban animadamente de alguna cosa que no estaba escuchando. Después de la fiesta de año nuevo estuve pensando en lo que dijo mi hermano, e intente contactarme con Harry. Varias veces lo intente pero mis dedos no eran capaz de marcar el número, me hacía sentir muy impotente, era una cobarde.
Dos días después marque por fin su número, y en cuanto escuché el “Hola” del otro lado, tire el teléfono desechable que había comprado, llegue a mi casa y empecé a llorar como ese día en que me fui. La semana pasada fui a un bar sola, estaba deicida a olvidarlo. Encontré a un chico que no recuerdo y fuimos a su apartamento, y sí… nos acostamos, pero todo me hacía recordar a Harry, nada podía llenar ese vacío que sentía. Una vez terminamos el tipo cayó profundamente dormido mientras yo miraba al techo y empezaba a llorar, eso había sido muy estúpido, nadie nunca se podría comparar con Harry y nunca iba a poder olvidarlo. Cada que lo intentaba sentía algo en mi pecho que dolía mucho.
Quería verlo, así estuviera con alguien más. Quería decirle que los siento, que fui una estúpida y que lo he extrañado todos los días desde hace dos años. Sé incluso que si me odia va a escucharme y talvez perdonarme, porque así es Harry.
-Estás muy distraída, querida – mire a Karl y le sonreí.
-Lo siento – dije casi en un susurro – no me siento bien.
-Los corazones rotos no son fáciles de curar – le dio una mirada cómplice a Cara y ella rio – Hemos llegado.
Nos bajamos de la camioneta y camine tras ellos por todo el estudio, era enorme y tenía muchas habitaciones llenas de vestidos y otras cosas. Nos dirigimos a una puerta de color rojo, la única de ese color en todo el edificio. Él saco de su bolsillo derecho un llavero y tomo la del mismo color, la metió por el cerrojo y entramos a la habitación que estaba completamente oscura.
-Este es mi lugar favorito de todos, y por eso envié mis primeras creaciones a este lugar – rio – Antes de encender la luz quiero que recuerden que hay que trabajar más que otros, por tus sueños o cualquier cosa que quieras conseguir y después demostrarle a los demás lo inútiles que son – No pude evitar reír.
La luz se encendió, estaba repleto de vestidos en combinaciones de blanco y negro, no podía decidirme entre cual era más hermoso que otro, todos me encantaban – wow – fue lo único que salió de mi boca y escuché la risa de Karl. Él tour por el lugar empezó, nos contaba en qué se había inspiraba, Poesía, pintura, música, teatro, arquitectura, etc. Había visto cincuenta y dos vestidos hasta que llegue a mi favorito, mis ojos se abrieron como platos y no pude evitar sonreír.
-¿Te gusta? – preguntó.
-Lo amo – él rio.
-Tienes muy buen gusto… – era un enorme vestido de novia. Nunca me habían llamado la atención porque nunca había querido casarme, pero era hermoso. Era strapless y bajaba pegado hasta la cintura, después era enorme con una cola no tan larga, su parte baja parecía una nube. Lo amaba – Coco lo amó – dijo - estaba locamente enamorada de este vestido cuando lo vio en el papel – me miro – dijo que si no fuera una vieja decrepita se casaría de nuevo y usaría este vestido.
