Zayn y yo nos estábamos besando, era un beso muy lento y dulce, se sentía demasiado bien y por un momento había olvidado que tenía esos horribles parches en los ojos, abrí las piernas para que él pudiera estar más cerca, puso sus manos en mi cintura mientras yo tenía las mías en su cuello, era todo lo que necesitaba en este momento, sus labios eran suaves, sabían a menta y empezaba a tener ese familiar sentimiento en la parte baja de mi estómago mientras el beso subía cada vez más de tono.
-Chicos creo que… wow – ambos nos separamos de inmediato y pude sentir mis mejillas arder – Yo lo siento, mejor… Mejor me voy.
-¿Quién era? ¿Harry? – dije con vergüenza.
-Sí -tocio y luego rio – Bien, eso fue realmente bueno…
-Eso creo – Me moví incomoda en la silla y tome mi cabello – Yo… ammm – dije sin aliento y sentí sus labios de nuevo sobre los míos.
-No puedo esperar a que te quiten estas cosas – dijo acariciando mis mejillas con sus nudillos.
-También yo, si quedara así lo que más extrañaría seria ver tu cara – sonreí tímidamente y él beso mi mejilla. Su teléfono sonó.
-Dame un segundo – se alejó un poco – Hola, estoy en casa. Sí, creo que me tomaría unos 20 minutos. ¿Estás allá? Okay, salgo en un segundo. Adios.
-¿Zayn?
-Linda, debo salir – me dio un beso corto – nos vemos más tarde.
-Okay. ¿Podrías llamar a Harry?
-Está bien. STYLES – gritó- en un segundo está aquí – espere un rato y no escuchaba nada, ni nadie cerca, estaba empezando a asustarme.
-Harry… hay… ¿hay alguien aquí? – nadie me respondía y no sabía si había alguien, me baje de la silla intentado buscar la salida.
-Espera, espera - Sentí la manos de alguien rodeando mis brazos - ¿A dónde vas?
-¿Niall?
-Sí, soy yo – lo abrace con fuerza – ¿quieres que te acompañe a alguna parte?
-¿dónde está Harry?
-Déjame buscarlo por ti, voy a llevarte a la sala, ¿Okay? – asentí
Espere un rato pero aún estaba sola en la sala y me ponía nerviosa, Harry era un idiota ¿Dónde estaba? Estaba a punto de llorar y sentí alguien sentarse junto a mí.
-¿Cómo está la cieguita besadora más linda de esta casa? –Me abrazo y me sentí aliviada de que estuviera conmigo.
-¿Dónde estabas? – lo abrace de vuelta y sentí sus labios en mi mejilla.
-Estaba intentado no vomitar después de verlos – rio – le hubieras dicho que te pagara hotel o que por lo menos esperara que pudieras ver.
-Harry – dije pesadamente y volvió a besar mi mejilla, ¿Por qué estaba tan cariñoso?
Estuvimos jugando toda la tarde, era muy aburrido ser ciego, pero Harry había logrado animarme hasta que llego el doctor, por fin me iban a quitar estas cosas de la cara, sin embargo estaba asustada, mucho. ¿Qué iba a pasar conmigo si quedaba así? Seguramente mi padre me conseguiría una enfermera para el resto de mi vida, pero definitivamente extrañaría ver muchas cosas, como… “los ojos de Harry…” dijo mi subconsciente ¿Por qué estaba pensando en eso en este momento?
-Señorita ahora vamos a mirar cómo están sus ojos – escuché a él hombre decir y le sonreí.
-Espere… ¿Harry me puede acompañar?
