Capitulo 3

918 23 2
                                    

-De  ninguna manera vas a salir de mi casa con la misma ropa – señale como estaba vestido.

-¿Qué quieres que haga? – rodo los ojos y paso una se una manos por su cabello. 

-Mmmm, déjame pensar- puse mis dedos sobre mi boca mientras pensaba- Ya sé,  hace dos semanas compre una leñadora de hombre que me encantó- dije animada y le sonreí.

-¿Compras ropa de hombre? – preguntó aterrado.

-A veces – dije tranquilamente y él me miro como si fuera un bicho raro- ¿Qué? La ropa de hombre es linda – Hubo un silencio y suspiré- ¿Te la vas a  poner o no?

-No – sonrió retándome.

-Déjame planteártelo otra vez – Dije y tosí antes de hablar – ¿Te la vas a poner  o te vas a quedar aquí hasta que consigas algo para salir? – rodo los ojos de nuevo y puso ambas manos en el aire.

-Está bien, me rindo – dijo frustrado.

- Así me gusta- dije, volví a mirarlo de pies a cabeza y tuve una gran idea– ¿sabes qué? Ya sé que quiero hacer por haberte ayudado – sonreí.

-Oh Dios – cubrió su cara.

- Por favor déjame cambiarte ese look de inglés virgen, solo será hoy – le sonreí y me acerque a él - ¿siiiiiiiiii? – Puse cara de perrito e hice un puchero – seria tu forma de agradecerme.

- ¿Tengo otra opción? – sonreí victoriosa, lo tome de la mano y lo guie de nuevo a la habitación donde durmió anoche – No me visto como ingles virgen – dijo apenas entramos a la habitación.

-Rápido, quítate la ropa – abrió los ojos como platos y después hizo una cara divertida – digo, quítate la ropa, yo estaré afuera para que me la pases y arreglarla.

- ¿Cómo qué arreglarla? – ese tono que usaba cada que estaba aterrado  me hacia reír.

-¿Confías en mí? – Negó con su cabeza- pues más te vale que lo hagas y te desvistas – Salí de la habitación y cerré la puerta, me apoye sobre ella y mordí mi labio inferior para evitar reírme de él.

Después de que me paso su ropa, corrí a mi habitación y saque unas tijeras de la mesita de noche y corte el  pantalón justo en las rodillas, saque la leñadora azul que compré, le corte las mangas a la altura del codo y saqué de mi closet una camiseta blanca básica, no sé por qué compré estás prestan de hombre, pero que suerte, sonreí para mí misma.  Una vez que terminé, fui hasta donde estaba Harry y toqué la puerta.

 -¿Sí? – abrió la puerta, dejándome verlo solo con unos boxers blancos, lo mire por milésima vez de pies a cabeza desde conozco, estaba bien bueno y tenía tatuajes, demasiado sensual para mí, lo mire a la cara ya dejando se babear por él y me sonrió.

-Lindos tatuajes – reí y el rodo los ojos – Aquí está tu ropa – le pasé el pantalón y la camiseta blanca, el examino sus pantalones y vio los huecos en las rodillas totalmente horrorizado.

-¿Qué mierda le hiciste a mis pantalones?- casi grito y yo me reí de su reacción – Dios, sabía que no podía confiar en ti – entro a la habitación y se sentó en la cama, yo entré  tras de él aun riendo.

-Oh Harry, deja el drama, te vas a ver bien, lo prometo – se coloco sus pantalones ajustados y se puso de pie para subí el cierre – se te ven bien – sonreí.

-Cállate -  Frunció el ceño y se puso la camiseta, yo me acerque a él con la leñadora en mis manos.

-Ponte esto, en serio, te vas a ver muy bien- sonreí y el suspiro totalmente derrotado, empecé a doblarle las mangas. Una vez listo di un paso atrás para ver  mi creación, el sacudió su cabello y eso fue todo, se veía demasiado bien, parecía un modelo – te ves MUY bien, mírate al espejo.

FallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora