-Mierda – susurre de nuevo, no se me ocurría nada. ¿Y si le digo que no recuerdo nada? SÍ, era una buena excusa. No sabía si debía despertarla, seguro va amanecer muerta, ella estaba mucho más ebria que yo y seguro su dolor de cabeza iba a ser peor que el mío. Se movió en pecho abrazándome más fuerte, se tocó la frente frunciendo el ceño, Oh no, va a despertar, de inmediato tire mi cabeza hacia un lado y cerré los ojos haciéndome el dormido. Ella se quejó y hundió su cabeza en mi pecho.
-Harry – me movió delicadamente – Harry, despierta – esta vez me movió más fuerte - ¡HARRY! – grito y yo abrí los ojos asustado.
-¿QUÉ? – grité, baje mi mirada hacia ella que tenía un ojo cerrado, seguro del dolor de cabeza.
-Despierta – dijo con voz adormilada – La cabeza me está matando – rodo de mi pecho a la cama mirando al techo, se quejó y puso su mano derecha sobre sus ojos –Voy a morir.
-También me está matando la cabeza – me estire un poco – voy a bajar por unas aspirinas, ¿quieres algo de comer? – negó con la cabeza.
-Voy a traerte algo de comer – me puse de pie y sentí que la cabeza me iba a estallar.
Narra Allison.
Harry salió de la habitación dejándome a mí y a mi dolor de cabeza solos. Empezaba a tener breves recuerdos de lo que había pasado, pero nada estaba muy claro, recuerdo estar riéndome con Sophia, una chica de sombra verde, y… Cristo Jesús, Harry y yo… nos… besándonos, no estaba muy segura si en serio había pasado o solo lo había soñado, estaba un poco asustada. Había dos posibilidades: la primera que yo haya besado a Harry, siempre que estoy ebria beso a alguien, la segunda es que haya sido mutuo, la teoría del beso mutuo es que tuvimos un momento yolo, no recordaba ni siquiera si el beso había sido bueno, me quejé, ni siquiera recuerdo por qué nos besamos o si me había gustado, esto era una mierda. Tenía que hacer algo, no iba a cagar esta amistad por nada del mundo. Me asuste un poco al escuchar la puerta abrirse, era Harry con una bandejita en sus manos, se sentó en la cama y puso la bandeja en le mesa de noche.
-¿Te duele mucho? – se recostó de nuevo en la cama con su cara muy cerca a la mía y asentí sin dejar de tocarme la frente – traje aspirinas y un plato de cereal especialmente para ti, siéntate – me sonrió y con la poca luz que había parecía un ángel. Se incorporó en la cama, yo hice lo mismo pero mucho más despacio. Estiro un mano con las aspirinas y un vaso de agua para mí, tome ambas cosas mientras el agarro una manzana y la metió a su boca.
-¿Tú estás bien?
-Mejor que tú, sí – rio y mordió de nuevo la manzana - Ali… tu… ¿Recuerdas qué pasó anoche? – me metí las pastillas a la boca y empecé a tragar agua lo más rápido que pude.
-Eeeeeeh – me miro expectante – No recuerdo mucho, recuerdo una chica de sombra verde y ya – sonreí sin mostrar los dientes y tome más agua, él miro hacia abajo un poco decepcionado, pero después me sonrió.
-Casi besas a Sophia - rio de mi cara de horror.
-No es cierto.
Harry me contó todo lo que había pasado anoche, lo que recordaba, no menciono nada acerca del beso, entonces lo tome como algo positivo. Decidimos quedarnos en su cama el resto del día, estábamos muy cansados, mi dolor de cabeza había disminuido, pero no dejaba de pensar en el beso que me había dado con Harry, el corazón me empezaba a palpitar rápido y con fuerza, podía jurar que hasta él podía sentirlo.
