-¿Todos son el mismo, no? – preguntó mirando dos trajes más que puse en sus brazos.
-Claro que no, estos son más clásicos pero… modernos – dije moviendo mis manos, el solo negó sonriendo.
-No tengo idea de que me hablas – rio.
-Sí quieres puedes escoger alguno – me encogí de hombros- tal vez encontremos el indicado.
-Okay – analizo por encima el lugar – creo que tengo uno – camino en línea recta y se detuvo frente un perchero - ¿qué te parece? – señalo el traje blanco y me miro emocionado.
-Niall, eres demasiado blanco para ese traje – reí.
- No hay nada que un bronceado falso no arregle.
-Nada de bronceados falsos, no quieres quedar como Harry – ambos reímos – pruébate esos, voy a buscar algunos más – le sonreí y el entró al probador. Después de probarse por lo menos quince trajes y de quejarse porque todos para él eran iguales, amenazo con irse a la boda en pijama, ambos estábamos cansados, pero en serio quería que se viera perfecto - ¿Estás listo?
-Sí, solo… no sé cómo ponerme esta mierda…
-No vayas a romperlo – dije al escucharlo hacer fuerza – si quieres puedo ayudarte… -La puerta se abrió al mismo tiempo que mi boca cuando lo vi con el traje azul metálico que ambos habíamos escogido – wow – fue lo único que salió de mi boca, ese color le quedaba genial, definitivamente ese era el indicado.
- ¿Te gusta? – pregunto algo inseguro.
-¿Qué si me gusta? Me encanta, te ves muy bien – le sonreí, me acerque a él y empecé a organizar su cuello.
-¿Eso crees? –dijo con una sonrisita.
-Sí – me aleje de él y lo mire de nuevo – definitivamente es el indicado.
-Qué bien, no iba a probarme ni uno más - dijo dando la vuelta y quitándose el traje – oye – volteo a mirarme – tengo hambre ¿vamos a almorzar?
-No suena mal – le hice una mueca y él sonrió mientras entraba al probador.
*
-Y… ¿A quién vas a llevar? – pregunté comiendo un bocado de pasta.
-¿Dónde? – preguntó de vuelta haciéndome rodar lo ojos, era muy distraído o se estaba haciendo el tonto.
-¿A dónde más? Tonto, a la boda.
-Aaaah – rio – A nadie – negó con la cabeza y metió algo de pasta a su boca – no tengo a quien y no me hace falta llevar a nadie – se encogió de hombros – quiero estar muy ebrio ese día y no voy a preocuparme por nadie ebrio.
-Oh – fue lo único que dije.
-¿Quieres ir?
-No, no – dije riendo – solo preguntaba.
-Y yo te lo estoy preguntando ahora, me ayudarías mucho y no sería tan incómodo – se encogió de hombros.
-¿Incomodo?
-Mi familia es muy grande y bueno… hablo muy poco con mis primos, tíos y esas cosas – sonrió con los labios sellados – la próxima semana estaremos en Irlanda, entonces no creo que haya problema, puedo hablar con Harry si quieres ir.
-Okay, iré contigo… - le sonreí.
-Bien – sonrió - ¿Cuántas veces te he dicho que eres la mejor?
-Mil veces hoy.
-Pues esta es la mil uno… eres la mejor de todas – dijo abriendo sus brazos.