Harry tenía su cabeza en mis piernas mientras veíamos Frozen, era la película más boba que haya visto no sé para qué dijo que la viéramos, se había quedado dormido mientras acariciaba su cabello, era tan suave, amaba acariciarlo. No estaba siquiera prestándole atención a la película, está ocupada pensando en esas notas que venían con las rosas ¿qué querían decime? Estoy segura de haber escuchado esas frases en alguna parte, pero… ¿Dónde?
Desperté en mi cama, estaba un poco desubicada, pensé que estaba abajo en la sala hace un momento, mire hacia la izquierda y me encontré con Harry profundamente dormido, tenía un brazo estirado por encima de mi cintura, di la vuelta para quedar frente a frente y sentí como me abrazo acercándome más él, murmuro algunas cosas sin sentido y frunció el ceño, acaricie su rostro y su semblante se volvió tranquilo, hasta parecía estar sonriendo.
-Buenas noches – susurre y bese su frente como pude.
Un estúpido rayo de sol en mi cara me hizo despertar, mi cama estaba vacía y aún tenía la misma ropa de ayer, me senté mirando hacia la puerta abierta, había un camino entre las bolsas, seguro Harry lo había hecho. Me puse algo cómodo y baje, tenía algunas prendas de Harry que él podía usar en lugar de esos jeans. Baje estirándome por la escalera, camine hacia la sala y ahí estaba sentado bostezando viendo las noticias, sonreí cuando volteo al notar mi presencia.
-Creo que deberías cambiarte – le extendí la ropa – estar con esos jean debe ser incómodo.
-Gracias - se puso de pie y recibió la ropa – llego el correo, lo puse sobre la mesa.
-Gracias – él camino hacia el baño y yo hacia la mesa.
Sobre la mesa había un sobre, lo mire, era del Imperial college, la última universidad a la que aplique, no quería abrirlo, si me decían que no, todo iba a seguir igual, pero si me decía que sí y los de modest me daban el empleo, tendría que rechazarlo, Pablo hablo de un contrato por un año, pero entraría a la universidad a mediados de agosto, maldita carta, a buena hora llega, me queje mentalmente mientras rascaba mi cabeza.
-¿Qué es? – dijo tras de mi sacándome de mis pensamientos.
-Es de la universidad.
-Lo sé, ¿qué dice?
-No sé – di la vuelta para darle la cara – no quiero abrirla.
-¿Por qué no?
-Porque si me aceptaron no voy a poder ir contigo de gira, Harry.
-Oh – dijo y tomo el sobre de mis manos – okay, yo lo hago.
-Pero hazlo rápido – rompió el sobre a un lado y saco la carta- NO, NO, mejor despacio – frunció el ceño – lo siento, solo ábrelo – abrió la carta, la estaba leyendo pero su cara no me decía nada, luego me miro y de nuevo su cara don decía nada - ¿QUÉ? – grité desesperada.
-Dice que… - respiro profundo, era un maldito.
-¿Qué?
-Dice que no pasaste – suspiro mostrándome el papel y si, en cuanto lo tome decía que no había sido aceptada – Lo siento – lo mire y se veía triste.
-Hey, está bien – me acerque a él – la que no pasé fui yo – me encogí de hombros y ambos reímos.
-Ellos se lo pierden – me sonrió.
-No es cierto, pero gracias – le sonreí de vuelta.
-¿Por qué no tomamos una ducha? Conozco un lugar donde podemos ir a desayunar.
