Respiré profundo y conté hasta tres antes de mirarlo. Todavía no podía creer que lo tenía frente a mí. Se veía diferente, tenía el cabello más largo y su mandíbula se había endurecido y se notaba que había hecho ejercicio, no podía creer que pudiera verse mejor que antes, mejor de cuando me enamoré de él. Nos miramos mutuamente por un momento que pareció infinito, él se acercó a mí lentamente y mi corazón se aceleró a mil por hora a cada paso más cerca de mí, se detuvo a dos pasos de mí, sabía que si este vestido no fuera tan ancho en la parte de abajo él estaría más cerca. Metió la mano derecha a su bolsillo y sacó su billetera, de ella un papel que estaba doblado, puso su billetera en su lugar de antes y me miro a los ojos.
-Allison… - toda mi piel se erizó al escuchar su voz ahora mucho más profunda – Cara tiene razón, tenemos que hablar… - me quede en silencio mirándolo. Las palabras no salían de mi boca, ni siquiera mi cerebro podía formar frases lógicas para poder contestarle o decirle todo lo que quería decirle, ni siquiera podía asentir con la cabeza, estaba completamente paralizada – quiero que me expliques esto – estiro el papel frente a mí, lo tome con miedo intentando que nuestros dedos no se rozaran. Lo abrí y era la carta que le había dejado hace dos años, la mire con tención y luego lo mire a él cuando dio un largo suspiro – quiero entender por qué me dejaste – habló con seriedad con sus ojos clavados en los míos, ese verde esmeralda me estaba consumiendo – he pasado dos años pensando qué fue lo que pasó y aun no puedo entender…
-Harry… -trague en seco y empecé a sentir que el aire me faltaba – solo quería que fueras feliz… y con todas las cosas que nos pasaron, pensé que… el universo no quiere que lo seamos juntos – él seguía con su semblante serio y yo ya no sabía que decirle. “DILE QUE LO EXTRAÑAS” gritó mi conciencia, pero esas palabras no querían salir.
-¿Y tú eres feliz? Sin mi…
-Ali, lindura… - la voz de Adam apareció detrás de mí. Lo mire y él estaba parado sin saber que hacer mirándonos a los dos - ¿Está… todo bien? – preguntó inseguro, yo asentí y el me dio un media sonrisa – Okay… volveré después… supongo – camino por nuestro lado y desapareció. Harry me miro y no tuvo que decir una palabra para preguntarme quien era él.
-Adam – dije nerviosa – estudia conmigo.
-Ya veo… entonces, ¿son cercanos?
-Por supuesto, tenemos mucho en común – él miro con tristeza hacia otro lado y entendí que pensaba que Adam y yo teníamos algo. No pude evitar reír – a los dos nos gustan los chicos – me miro de nuevo y en sus labios se formó una leve sonrisa.
-Te he extrañado – dijo tomándome fuera de base y sé que si estuviera tomando algo lo hubiera escupido.
-También yo… - mire hacia el suelo - ¿Encontraste a alguien más?
-A nadie en especial, ni siquiera traté… - se encogió de hombros – estaba esperando a que volvieras.
-Te dije que eras libre de rehacer tu vida, Harry – lo mire, me sentía culpable… él no había seguido con su vida y yo una semana atrás me había acostado con un tipo pensando en él.
-Voy a decirte algo, Evans – suspiró – Desde hace mucho sé qué es lo que quiero, sé a quién quiero – se acercó un paso más – no quiero estar con otra persona que no seas tú y estos dos años no he dejado de pensar en ti. Y no voy a negarlo, me acosté con una chica en el tour pasado y tuve una cita con otra, pero… simplemente no son lo que quiero, te quiero ti, a nadie más ¿Cómo puedo hacer que lo entiendas?
-Yo… - no sabía que sentía, estaba confundida y necesitaba aire – No lo sé... yo también he pensado en ti, pero… no sé si sea buena idea…
