¿Qué demonios estaba haciendo Harry con esa chica? ¿Quién era ella? Estaba abrazando a una rubia de vestido negro corto, la abrazaba con fuerza como para evitar que se escapara a algún lugar, me quede parada ahí viendo, todo se volvió negro a excepción de ellos, era lo único que podía ver con claridad, por un momento pensé que la estaba besando, mi alma volvió al cuerpo cuando vi que sol beso su mejilla, sin embargo no me sentía nada bien viendo esa escena, ahora quería irme a casa. Fui hacia la barra mientras Harry seguía riendo con esa chica, pedí algo fuerte, necesitaba valor, si él pensaba que podía estar con dos a la vez estaba muy equivocado, necesitaba valor si iba a enfrentarlo y mandarlo al infierno. Tenía la mirada en el vaso mientras jugaba con él , ya llevaba tres copas de ese licor y me sentía un poco mareada, había pasado un poco más de quince minutos ahí sentada mirando a la nada en serio quería volver a casa.
-Por fin te encontré – mire hacia la derecha, me encontré con la sonrisa de Harry - ¿Estás bien? – rodeo mi cintura con sus brazos e intento besarme, voltee la cara y sus labios cayeron en mi mejilla - ¿qué pasa? – lo mire, se veía preocupado por mi actitud.
-Nada – dije secamente – solo… no me siento bien – me baje del asiento y camine lejos de él.
-Si algo no está bien quiero saber – me tomo del brazo para detenerme y hacer que lo mirara.
-Ya te dije – mi rabia empezaba a crecer cada que lo miraba a los ojos, me solté de su agarre – No me siento bien ¿qué tan difícil es entender eso? - quedamos frente a frente mirándonos a los ojos, sentía que si él decía una palabra más iba llorar y no podía permitirme eso, di la vuelta y camine lo más rápido que pude, tenía que calmarme y luego buscar un taxi.
-¿A dónde vas? – habló tras de mí.
- Al baño – dije sin mirarlo lo más calmada que pude.
Entre a uno de los cubículos y me senté en el retrete con ambas manos cubriendo mi cara, seguramente si esa había sido el saludo a estas alturas ya se habían besado, casado y están esperando un hijo “no seas exagerada” regaño mi conciencia. Pasé veinte minutos más o menos pensando lo tonta que soy por confiar en él, varias veces las lágrimas amenazaron con salir, pero mi orgullo ponía más que lo triste que me hacía sentir ver a Harry con otra. Perdiendo la pelea conmigo misma las lágrimas se hicieron camino en mi rostro, era patético, estaba llorando en silencio en un baño y seguramente Harry estaba ahí afuera con esa perra riéndose de mí.
-¿Allison? – La voz de Sophia puso mis pies en la tierra - ¿Estás aquí?
-Sí – mi voz sonaba horrible, ahora tenía que inventar algo.
-¿Estás llorando? ¿Paso algo? – Limpie mi rostro y salí a enfrentarla.
-Sí – trate de convencernos a ambas de que lo estaba.
-No te creo, dime que paso – tomo mi mano.
-Extraño mis padres, acabo de recibir una llamada de ellos – fue lo único que pude decir.
-Oh – dijo con ternura – Te entiendo cariño – Me abrazo - ¿quieres que llame a Harry? –negue con la cabeza.
-Estoy bien – le sonreí - ¿Cómo supiste que estaba aquí?
-Harry estaba preocupado porque llevas mucho tiempo aquí y me pidió el favor de venir a ver si estás bien.
-Bueno… estoy bien, solo un poco tomada –reímos - ¿Podrías hacerme uno a mí? - asintió- ¿Puedes traer mi bolso? Mira el desastre que hice – señale mi cara, tenía el maquillaje corrido y no permitiría que me vieran así.
-Okay, no tardo.
Narra Harry
Espere a Ali fuera del lugar donde todo estaban bailando, estábamos pasando muy bien y no podía esperar que volviera.
