6: Un respiro

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- ¿Qué le vas a decir a tu esposo eh? - insistía Jungkook. Todavía seguían en el hospital después de un par de horas. Ya le habían dado el alta a la madre del menor, quien después de varios estudios, por suerte no le habían encontrado ninguna herida grave. Pero si le ordenaron descansar por un par de días.

- Me importa un carajo lo que diga Hoseok. - respondió Taehyung. - Además escuchaste lo que dijo el doctor. Tu madre necesita descansar en un lugar tranquilo y en paz. Vivimos en un barrio privado, con vigilancia las 24 horas. No hay lugar más tranquilo que ese. Allí estarán bien. Confía en mí.

Taehyung habló con la madre Jungkook, explicándole su idea y aunque al principio se negó al igual que su hijo, ella fue más fácil de convencer que el menor. Jungkook aún seguía negado pero dónde fuera su madre ahí iba a ir él, así que no le quedó otra opción que ir con ellos.

Pasaron por su casa a recoger varias pertenencias para luego partir hacia barrio privado donde vivía su profesor.

Fue imposible para el joven antes de salir de su casa, no volver a la habitación donde había ocurrido la pelea para observar por última vez el charco de sangre que había quedado ahí. Si tan solo lo hubiese apuñalado más fuerte, pensó.

- Para ser un fracasado, usted vive mejor que muchos, señor Kim. - comentó Jungkook observando por la ventana la iluminación de las lujosas casa de aquel barrio.

- Jungkook respeta a tu profesor! - lo regañó su madre.

- Hoseok es el que gana muchísimo dinero para que podamos vivir en un lugar así. Yo solo soy un simple profesor de universidad.

- ¿De verdad no vamos a ser una molestia para usted y su esposo? - preguntó la mamá del joven.

- Ya le dije que no se preocupe señora Jeon. Hoseok tampoco tendrá problema en recibirlos, estoy seguro.

- Llámeme Sun, por favor. No tiene ni idea de cuánto le agradezco todo lo que nos ha ayudado esta noche. Literalmente nos ha salvado la vida.

- Si Jungkook no me hubiese llamado, no sé qué hubiese ocurrido así que...gracias por llamarme Jungkook y por confiar en mí. - volteó un segundo para observar y sonreír al menor quien viajaba sentado en el asiento del copiloto.

- No, gracias a usted por ayudarnos - respondió Jungkook un poco avergonzado desviando la vista hacia el paisaje. Taehyung no pudo evitar sentir ternura ante ese pequeño gesto.

El pelinegro era bastante fuerte y capaz de salir adelante sin su ayuda pero aún así sentía esa necesidad dentro suyo de querer protegerlo.

La casa de Taehyung era enorme. Tanto Jungkook como su madre estaban en shock. Tenía dos pisos con muchas habitaciones. El living, el comedor y la cocina eran habitaciones independientes y también enormes. Tal vez toda su casa podría caber en ese living solamente.

Hoseok bajó las escaleras velozmente cuando escuchó la puerta abrirse.

- Dios mío Taehyung son como las 3 de la mañana! - exclamó enojado.- Desapareces toda la puta noche y vuelves como si nada a esta hora y tampoco contestas el estúpido celular. ¿Tienes idea de la cantidad de cosas que pasaron por mi mente? Eres un imbé...- Hoseok calló al ver que detrás de su esposo había más personas...y ninguno se veía para nada bien.

- Primero que nada te avisé que salía, y segundo, me quedé sin batería.

- ¿Quienes son estas personas? - preguntó luego ignorando por completo las palabras de Taehyung.

- Él es mi alumno Jungkook del que te estuve contando, y ella es su madre Sun. Van a quedarse por un tiempo. No sabes la noche que tuvimos hoy.

- ¿Qué...? - el pelirrojo estaba más que confundido.

Ángel - VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora