VI

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Thor Odinson contempló la vasta extensión de asfalto negro como la tinta que pasaba por debajo de las ruedas delanteras de su coche. A su espalda, la mañana iba elevándose sobre el horizonte. La luz comenzaba a filtrarse suavemente al interior del coche, metiéndose por los rincones y llenándolo todo.

Thor volvió la vista hacia la figura que dormía a su lado. Anthony Stark tenía la boca ligeramente abierta y su respiración era uniforme y controlada. El resplandor de la mañana pareció posarse en sus fracciones prestándoles nitidez y claridad.

Sintió deseos de pasarle el dedo por un lado del rostro, donde la luz marcaba el perfil de la mejilla, despertarlo con una leve caricia de ternura. Vio que tenía hematomas, y por un momento sintió tristeza. Había tenido muchísima suerte de no haberse visto obligado a matarlo.

Tony se movió, y el vio sus ojos abriéndose al sol.

- ¡Ah, Tony ha despertado! - exclamó. Tony se sobresaltó, y se incorporó rápidamente, frotándose la cara

- Lo siento - dijo el chico - No era mi intención quedarme dormido

- No pasa nada - repuso el - Necesitabas descansar - Tony giró la mirada hacia la ventanilla

- ¿En dónde estamos? - Preguntó, y al instante se giró hacia el, casi preso del pánico - Es decir, solo si usted quiere decírmelo, en realidad no tiene importancia, es solo curiosidad y no tiene que decirme nada si no quiere. Lo siento, lo siento

- No es ningún secreto - repuso Thor - La primera parada será en la costa de Louisiana

Tony asintió y abrió la guantera para sacar uno de los cuadernos.

- ¿Quiere que tome nota de eso? - ofreció

- Tony - dijo el - Sé Tony - Tony volvió a asentir e hizo una anotación

Luego volvió a mirarlo a él, con el lápiz al aire. Vio que Odinson lo observaba tan atentamente como le era posible sin quitar ojo a la carretera.

- Me recuerdas a una persona - dijo - Una mujer que vi en Guatemala hace un par de años - Tony no dijo nada, sino que continúo escribiendo en el cuaderno.

Anotó: »Recuerdo de Guatemala, hace unos años...«

- La verdadera historia - prosiguió Thor - Estaba en la frontera, donde los militares intentaban extirpar un par de facciones de la guerrilla. Es una de esas guerras pequeñas en las que los estadounidenses no tienen motivos para involucrarse, pero se involucraron, y mucho - Río un poco y continuo - La muerte es lo más fácil del mundo. La gente cree que matar cuesta trabajo. En realidad es lo más sencillo que hay. No hay más que tomar el periódico en la mañana, ¿y qué es lo que trae? Maridos que matan a sus esposas. Esposas que matan a sus maridos. Padres que matan a sus hijos. Hijos que se matan entre ellos. Negros que matan blancos. Blancos que matan negros - fijo la vista en la carretera y río otra vez - La verdad es que hablo como si estuviera loco - se giró hacia el joven - ¿Te doy miedo?

A Tony le latía el corazón a toda velocidad, intentando averiguar cuál podría ser la respuesta correcta. Cerró los ojos y dijo la verdad:

- Si

- Bien - repuso el - supongo que eso es razonable

- Si - repitió - ¿Puedo hacer una pregunta? - probó con timidez

- Mira - respondió con un ligero tono de irritación - Puedes preguntar siempre. Que obtengas una respuesta o - cerré la mano en un puño y la abrió otra vez - una reacción de otro tipo dependerá de mi estado de ánimo - de pronto bajó la mano, le aferró el muslo por encima de la rodilla y apretó hasta hacerle daño. Tony dejo escapar una exclamación ahogada - Recuerda, que no hay reglas. Simplemente el juego va avanzando paso a paso, hasta que termine - Thor le soltó la pierna, pero esta le siguió escociendo. Tenía ganas de intentar reducir el dolor, pero no se atrevía - ¡Pregunta!

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