No es el adiós

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Katsuki iría al hospital a recoger a sus colegas, ya no había tiempo para pensar en cosas amorosas o de ese estilo.

Entro a la habitación de Eijiro y fue su sorpresa al no encontrar a Hagakure.

— ¿Donde esta Tooru?

— Ella fue con el Doc. Y Eri-chan —respondió la castaña

— ¿Por?

Quedaron en silencio durante algunos segundos, pero fueron salvados cuando los nombrados entraron en la habitación. Izuku dio un pequeño brinco al ver al rubio, quien le miro de inmediato, la niña por su parte corrió a los brazos de su padre.

— Papá, papá, Vi un señor que hizo aparecer una moneda dentro mi oreja y flores de su manga. —Eri era feliz con la pequeña experiencia vivida. Katsuki al ver la gran felicidad de su hija dejo escapar una sutil sonrisa, en ese momento su expresión era angelical ante los ojos de Midoriya, supo lo mucho que el rubio amaba a su pequeña.

Eijiro, Denki y Ochaco, dieron un gran suspiró al ser salvados de aquella pregunta. Nadie hablaría sobre lo sucedido.

— Eijiro, recoge tus cosas, nos iremos ahora mismo. —ordenó Bakugou mientras miraba fijamente al doctor.

Izuku quedó un poco impactado "¿Eso sería todo? ¿Simplemente se irán como si nada?" algo dentro de él le molestaba, estaba bien que se fueran, pero...

— ¿Tan de repente? —pregunto Denki

— ¿Qué pasara con aquella mujer? —pregunto el pelirrojo.

—Eso quedara para después, ahora tenemos algo importante que hacer. Hagakure encárgate de Eri y la cuenta del hospital, cuando terminen vayan al auto, los alcanzaré en un momento. —respondió el rubio mientras tomaba al peliverde del brazo y salía de la habitación.

Midoriya fue arrastrado a una habitación vacía donde Katsuki le aplico un Kabe-don. Izuku estaba nervioso y su corazón latía demasiado rápido, desviaba la mirada de un lado a otro para evitar el contacto visual.

Bakugou observaba las acciones del nervioso peliverde, sonrió un poco malicioso y bajo hasta su oreja.

— ¿Por qué tan nervioso? No muerdo. —susurro suavemente al oído del contrario.

Midoriya obtuvo un leve sonrojo en sus pecosas mejillas, empujo al sujeto para tomar un poco de distancia. — ¿Nece... necesita algo? —pregunto con su mirada clavada al suelo.

Bakugou tenía una lúdica sonrisa en su rostro, le divertía molestar al joven doctor.

— ¿Necesitar algo? Eso me gustaría preguntarte a ti. —el contrario alzo su vista con un poco de duda. —Hace un momento cuando dije que nos iríamos, parecías triste. —volvió acercarse a Izuku para mirarlo directo a los ojos pero este los desvió.

—No sé de qué está hablando. — "¿enserio tenía ese rostro? ¿Estaba triste porque este sujeto se iría y dejaría de molestarme?... ¡JA! Imposible" intento apartarlo, pero esta vez no funciono.

Alzo la vista y por fin los iris esmeralda conectaron con esos hermosos iris carmesí, ninguno hablo, solo sus ojos tenían la palabra, ambos con respiración agitada y corazón acelerado, parecían latir a la par. Katsuki trago en seco y ni el mismo podía creer lo que estaba a punto de hacer, bajo lentamente hasta los labios del docto, a unos centímetros de estos se detuvo para sentir un poco de aquella respiración caliente que poseían, comenzó a entrecerrar sus ojos y desvaneció esa pequeña distancia que les separaba uno del otro, le beso con suavidad.

Deposito un suave beso en los labios del peliverde, su corazón latía como loco, estaba nervioso y un poco ansioso. Empezó suave, pero necesitaba más, deslizo su mano al cuello de Izuku y lo apretó un poco con su pulgar mientras le echaba la cabeza hacia atrás.

Mi salvación - Sñr. Yakuza Sñr. DoctorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora