Mi salvación - Sñr. Yakuza Sñr. Doctor

Cuidado

Ibara Shiozaki, experta en venenos y sustancias químicas. Uraraka Ochaco, profesional en manejos de armas y defensa personal. Kyoka Jiro, prostituta número uno del distrito rojo y Yaoyorozu Momo, guardaespaldas de confianza de Shoto Todoroki; eran las cuatro mujeres encargadas de cumplir con el plan del joven heredero y traer en bandeja de la plata la cabeza de Enji Todoroki, jefe de la mafia China.

Bakugou se hallaba intranquilo por el pequeño escuadrón creado, Momo y cara redonda no eran de su preocupación, pero las dos sobrantes, si, Jiro no tenía mucho conocimiento en defensa, es más, prefirió la prostitución en vez de un puesto en el clan para evitar la violencia y derramamiento de sangre en esta, Shiozaki, al igual que la anterior prefería estar encerrada en su pequeño laboratorio creando drogas ignorando por completo las feroces batallas que ocurrían a su alrededor por culpa de sus sustancias ideadas. Ambas mujeres eran cruciales para el plan del bicolor; Kyoka se encargaría de distraer a Enji con sus encantadoras caderas, mientras que Ibara, seria camuflada como una prostituta para crear venenos y sedantes que acabarían con el jefe y sus fieles seguidores, por otra parte, Momo y Ochaco, se encargarían de la seguridad de las dos anteriores.

Parecía un trabajo fácil, demasiado fácil para el gusto de Bakugou, que la mujer con cola de caballo se llevara a sus tres compañeras de la infancia, no le agradaba del todo, y menos pensar que estas serían el bastión fuerte de toda la obra. No podía confiar en la perfección del heterocromatico.

Dos días para viajar a China.

...

Al sur de Tokio una pequeña reunión secreta se hallaba en marcha, Shota Aizawa y un hombre ruidoso, discutían sobre sus futuros planes.

—Lamento mucho lo sucedido con Mineta. —hablo el hombre rubio mientras bebía un poco de té verde. —La última vez que lo vi, estaba bebiendo con una mujer rubia.

— Ya veo. — hablo Aizawa mientras miraba por la ventana de la habitación estilo japonés donde se encontraban ambos adultos. — Ya estamos averiguando sobre ese inconveniente, no dejaremos que esto sea impune... Mandare a otro hombre para estar a tu lado, pero, ahora lo importantes es el siguiente paso a seguir, Yamada. — miro un poco desafiante. —Las elecciones están próximas y hace poco nos enteramos de que el calan Shimura está haciendo propaganda a tu contrincante.

— ¿Shimura? no he escuchado sobre ellos.

— No te preocupes, hasta hace unas horas tampoco sabíamos de su existencia. Escucha Yamada, parece que alguien nos quiere fuera del juego. Hace unas semanas Bakugou fue atacado, tiene una herida de bala en uno de sus hombros, pero no es muy grave según lo que escuche. — el contrario al escuchar la noticia no dudo en mostrar su cara de preocupación.

— Primero Bakugou y después Mineta — hablo Yamada poniendo su mano en su barbilla de manera pensativa.

— También han estado formando uno que otro disturbio en el prostíbulo, además... hace unos días Asui me comento que se sentía perseguida, al parecer alguien la está vigilando.

Ambos hombre guardaron silencio por varios segundos, el clan Aizawa era uno de los más temidos en todo Japón y alguien los estaba desafiando. Aunque Aizawa se sintiera totalmente seguro, no podía negar sentir algo de preocupación, quien sea que fuera aquel enemigo, era alguien temerario y posiblemente rebosante de confianza.

— Shota... eso quiere decir que tienen el poder para acabarnos — la preocupacion en el rostro de Yamada era latente.

— Es algo posible... dudo mucho que estén buscando una guerra con nosotros si no pueden respondernos.