Cobardes

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El silencio en el auto era casi sepulcral. El viaje de quince minutos parecía una completa tortura para el conductor pelirrojo, y aún peor cuando sentía la mirada escarlata de su jefe recorriendo su espalda; casi como si un animal salvaje estuviese cazando su cuello.

—¿Que asuntos tenían el estúpido nerd y tú? — hablo al momento de llegar a su destino.

—¿Midoriya y yo? Mmmm. — miro por el retrovisor la notoria molestia del chico por llamar tan "familiarmente" a la asustadiza oveja Verde.

—¡Si idiota, el inútil de Deku y tú!

Kirishima giro la mitad de su cuerpo para mirar a su pasajero en el asiento trasero; continuamente rio un poco por el absurdo apodo que Bakugou había inventado. —¿Desde cuándo lo llamas Deku? —pregunto entre carcajadas mientras secaba la pequeña lágrima que se asomaba.

—No es de tu incumbencia. —lo tomo por las prendas del cuello y le miro con enojó —Ahora responde la maldita pregunta

El chico trago en seco, definitivamente no era bueno bromear con su jefe cuando del peliverde se trataba. —Solo tomábamos el te. —respondió seriamente y sin titubeos. El contrario se veía poco convencido ante tal respuesta.

—Se divertian mucho para solo tomar el té.

Si, definitivamente estaba enojado, y no solo porque el pequeño doctor lo dejase plantado, sino porque el esmeralda parecía más cómodo con él, que con su superior. —Pues… —era el momento perfecto para empezar a mover los hilos en la inexistente relación entre Yakuza y Doctor. —Platicamos de nuestros gustos, y sorprendentemente son muy similares, visitaremos un restaurante que el me recomendó este fin de semana—sonrio con satisfacción al tiempo que le dedicaba una leve mirada retadora al cenizo

—Parece una cita. —refunfuño con obvia molestia en su voz

—Puede que lo sea. —respondio sin tapujos y con tono libido.

— Ahora eres marica —solto el cuello de su subordinado y comentó con voz y expresión burlona tratando de acojonar a su compañero, pero tal reacción nunca llegó, en cambio, Eijiro mostró completa seriedad, tanta así que Bakugou se sorprendió por la seguridad que esos ojos rubíes marcaban.

—¿Algún problema? —respondio firme y sin miedo alguno a la burla de su jefe.

El enojo del rubio fue cortado completamente por la frustración que sintió en ese momento

"¿Algún problema? ¿Tan fácil era aceptar su sexualidad?" 

Esas preguntas tenían mil y una respuesta. Y si, de todas ellas sabía cuál era la correcta, pero ese orgullo, ese maldito orgullo atorado en su garganta no lo dejaría decirla… y simplemente, desidió desquitarse.

—Crei que te gustaban las tetas de Mina. —hablo con tono lúdico mientras el pelirrojo le miraba con asombro por tales palabras escupidas. —Quien diría que en realidad te gusta la verga, deberías ir con Denki, el bastardo esta desesperado por qué le des por el cu… —un puñetazo fue suficiente para callarlo, suficiente para demostrarle lo decepcionado que estaba de el.

—¡Cobarde! —acuso una vez se aparto de Katsuki

Y aún inconforme por sus palabras, respondió con un golpe en el rostro de su amigo para continuar hablando —Oh ¿Te molestó que hablara de Mina?… —dijo con una sonrisa burlesca. — ¿O… de Denki?  —katsuki sonrió mientras el contrario se contrajo, Kirishima reaccionó con una pequeña sorpresa en sus ojos y su mirada llena de incomodad lo decía todo.

Eijiro guardo silencio por varios segundos  e intento ignorar la tensión que el mismo había creado...

Katsuki simplemente volvió a reír a carcajadas —¿Lo sabías? Todo este maldito tiempo sabías que le gustas a Denki. —el silencio del presente le daba la razón a su insolente acusación. —¿Quien es maldito cobarde aquí? —tomo las ropas del contrario y lo acerco a su rostro. —Eres el peor de los bastardos.

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⏰ Última actualización: Dec 30, 2019 ⏰

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Mi salvación - Sñr. Yakuza Sñr. DoctorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora