Capitulo 12

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No soy del tipo de persona que disfruta la mirada del otro, ¿sabes?

Es decir, si voy caminando por la calle y un grupo de personas, e incluso cuando se trata solo fe una, voltea a verme, intentaría esconderme o salir de allí lo más rápido posible. Es como un reacción natural que tiene mi cuerpo, que escapa de la atención, o quizá de mi cerebro, siendo el quien da las órdenes, ni idea. El tema es que escapo de la atención por que suelo pensar que, cuando alguien te mira, están juzgando. Siempre están juzgando. No importa si usas las zapatillas de último modelo o si traer la túnica recién planchada, no, siempre hablan de ti, uses lo que uses, digas lo que digas. Y si, en parte juzgar no está mal, por que todo lo hacemos y no siempre de mala manera, pero si lo está etiquetar a una persona basándose en lo que se ve en el exterior, y, si lo que ven no les agrada, no se acercarán para conocerte como realmente eres.

Aunque no puedo escapar de todos los habitantes de Hogwarts, así que, por el momento, mi táctica viene siendo procurar andar por los espacios menos concurridos, aunque un par de ojos siempre me sigan allí donde vaya, por que soy el centro de atención de todo el castillo, al menos desde que Scorpius y Rose gritaron mi nombre en medio de una discusión, frente a todo el Gran Comedor.

Me quedé tan sorprendido como los demás al escuchar el rumor, debo decir. No podía generar ninguna idea que explicara por que esos dos estarían mencionandome a gritos delante de todo el comedor, y tampoco podía preguntarle a nadie, a menos que me acercara a Scorpius y le exigiera respuestas sobre un tema que quizá ni siquiera me concierne.

Aunque, si se me mencionaba, estaba seguro de que tenía todo el derecho a saber el por que. O quizá no. Sólo tenía curiosidad, por que, de molestarme ante las miradas, sería una pérdida de tiempo. Ellas no me interesan; aunque eso no signifique que no me intimidan.

(...)

Suspire por décima vez en el día y me dejé caer en la cama de mi habitación en la Sala común de Slytherin.

Comenzaba a cansarme de todo esto. No creía poder soportar mucho más éste dolor, ni mucho menos la soledad. Me volvería loco en cualquier momento, aunque estoy seguro de que a nadie le importaría.

Todos a mi alrededor continuarán con sus vidas, mientras que yo me quedaré estancado en este sitio: es como si todo fluyera en cámara lenta y las personas a tu alrededor se movieran, caminan, sonríen, y tú solo ves, desde tu sitio, sin moverte ni un centímetro.

Estás hundido en un hoyo, un hoyo oscuro y sin salida. O quizá si la tiene, pero solo para aquellos que desean encontrarla, para aquellos que si tienen esperanza de volver a ser. Y digo volver a ser, por que cuando estás atrapado allí abajo, dejas de ser alguien; te conviertes en un robot. Caminas, hablas, sonríes, todo de manera automática. Como una rutina que repites una y otra vez, o como seguir una lista de reglas que te han dado para vivir. Por que no puedes dejar que vean tus cicatrices, la gente te trataría de débil, de inestable. Por que no puedes dejar ver el sufrimiento que te carcome por dentro, por que eres joven como para saber que es el dolor.

Algunas veces me gustaría que alguno de ellos (ya sea Jackson, Rose o Scorpius) tuviera idea alguna de lo que es estar solo en el mundo, de sufrir fobia social y no poder pronunciar ni una maldita palabra sin convertirte en una maquina de sudor y tartamudeo; de no poder contarle a nadie sobre tus problemas, hablarle sobre el chico que te gusta o contar alguna tontería que te haya ocurrido durante el día. Ellos no saben lo que es saber que no tienes a nadie esperándote, en ningún lado, y jamas lo harán.

Y eso esta bien, ¿Sabes? Por que no todos deben de sufrir como yo lo hago, lo único que me gustaría es que me hagan las cosas más fáciles, por que la vida no es tan generosa conmigo que digamos.

Pero...eso jamás pasará. Y no puedo detenerme a pensar en algo que jamas pasara, cuando aun quedan muchas cosas por pasar, ya sea buenas o malas.

Cierro los ojos, pensando en que, con éste dolor de cabeza, no lograré dormir por un buena rato, pero no me da tiempo de siquiera pensar en ello antes de que caiga profundamente dormido.

(...)

A la mañana siguiente pensé sobre el tema un rato más, durante Historia de Magia, que es la materia donde puedes hacer lo que quieras sin ser regañado.

Llegué a la conclusión de que solo debía aguantar un poco más, ya que solo me quedaba dos años para graduarme y no verlos, ni a Jackson, ni a Scorpius, nunca más. Sólo tenía que aguantar, resistirlo.

Al salir de la clase, alguien gritó mi nombre. Me voltee asustado, pero solo me encontré a un agitado Scorpius corriendo en mi dirección.

Entonces pensé que quizá no sería tan fácil aguantar y que pronto estallaría en millones de pedazos, pero nadie estaría allí para recogerlos.

Scorpius se encontraba todo sudado, aunque no podía culparlo, ya que el calor era muy pesado. Se detuvo unos segundos para recuperar su dignidad antes de cuadrar los hombros y decir, casi con vergüenza;

--Le dije a MGonagall que continuaremos el trabajo.

--¿Qué?--para mi sorpresa, no tartamudee. Supuse que era debido a la sorpresa, aunque no estaba tan seguro.

--Bueno...--Scorpius evadió mi mirada y se sonrojo, bajando la cabeza--, terminé con Rose.

--Scorpius evadió mi mirada y se sonrojo, bajando la cabeza--, terminé con Rose

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No hay razón-- SCORBUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora