Capitulo 14

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A pesar de estar casi a finales de otoño, el calor aun seguía siendo intenso; aun mas en la biblioteca, donde la humedad parecía colarse por las paredes y las viejas y polvorientas hojas de los libros. No había nadie cerca, todos se encontraban disfrutando del día soleado y el fresco aire que corría por los jardines, incluso Madame Prince se había esfumado (para estar con Filch, pensó Scorpius, y le entro un escalofrío), pero el se encontraba sentado junto a Albus Potter, con las gotas de sudor corriendole por el cuello, algo que su abuelo habría desaprobado. 

Realmente le hubiera gustado tomarse un descanso, pero debían entregar el trabajo el miércoles y aun ni siquiera habían llegado a hacer la mitad. El echo de que Scorpius se haya separado de el antes (algo que realmente lamentaba en este momento) había retrasado el trabajo, aunque ambos estaban seguros de que llagarían a completarlo.

Gimio por lo bajo cuando sintió que la túnica comenzaba a pegarse a su pecho. Albus parecía implacablemente fresco, con su túnica perfectamente planchada y el ceño de concentración ocupando su rostro, aunque, cuando Scorpius le pidió si podían tener un pequeño descanso, pareció aliviarse intensamente. Ambos recogieron sus cosas, dejaron los libros que se encontraban utilizando en un sitio aparte, y salieron de la biblioteca con el alivio pintado en sus expresiones. Ninguno de los dos dijo mucho en el camino que les llevo hacia la puerta de la escuela, desde donde se podía oír los gritos de jubilo y las risas de los otros alumnos que se encontraban en el parque. Ambos se detuvieron al llegar frente a ella y se miraron, pensativos. Albus estaba sonrojado y había comenzado a temblar ante la expectativa de ser el objetivo de decenas de miradas, mientras que Scorpius lo miraba inexpresivo; luego este ultimo dijo, sin siquiera incluso planearlo:

--¿Quieres acompañarme al borde del lago? Ahí probablemente correrá mucho viento--se abstuvo a decir que ni Jackson ni Rose se sentían muy cómodos cerca de un calamar gigante, por lo que probablemente no se encontrarían allí y Scorpius podría llevar a Albus y disfrutar la tranquilidad de no tener que soportar a los demás. Aunque solo si Albus quería, claro--. Si no tienes que ir con tus amigos...--se detuvo abruptamente, sintiéndose idiota. Estuvo molestándolo y expandiendo rumores junto con Jackson sobre Albus desde primero grado, era obvio que el chico no tenia ningún amigo, el se había asegurado de que así fuera. Tosió, incomodo y avergonzado como nunca--. ¿Vamos?

Albus se había sonrojado hasta las orejas, pero asintió. Scorpius abrió la puerta para el y ambos salieron hacia el exterior, atrayendo miradas casi al instante. Caminaron con la cabeza gacha hasta alejarse de la multitud de niños, que susurraban y los señalaban, hasta encontrarse a la orilla del lado, medio escondidos por un grupo de arbustos. 

Scorpius se sentó primero, haciéndoles señas a Albus para que se sentara junto a el. Este, sonrojado, lo hizo. Scorpius se detuvo a pensar por unos momentos en que podría acostumbrarse a ver sus intensos sonrojos, ya que lo hacían parecer mas adorable de lo común. Segundos después se encontraba preguntándose de donde demonios habían salido esos pensamientos.  

--Esto es hermoso--murmuro, observando el sol que se asomaba sobre el lago. Seria una visión perfecta, pensó, de no ser por los gigantes tentáculos que se asomaban cada dos por tres. El calamar debía de sentirse nervioso por todos los alumnos que había afuera, le recordó un poco a Albus, siempre nervioso cuando las personas se encontraban a su alrededor. 

Vale, debía parar, estaba pensando demasiado en este chico, aunque, ¿Como era posible no hacerlo? Los ojos de Albus lo miraban con un brillo tan intenso que parecían resplandecer. Scorpius se pregunto por que razón lo molesto todos estos años, en lugar de admirarlo. Albus es inteligente, muy inteligente, probablemente la persona mas inteligente que se encontrase en Hogwarts en este momento y es buena persona, eso era fácil de notar cuando se encontraba hablando con Scorpius, un chico que lo molesto durante la mayoría de sus años en la escuela, y lo trataba tan amablemente. Era hermoso, también, de una manera rara. No tenia esa clase de belleza que tanto caracterizaba a Rose, aquella con la que tan solo un vistazo ya te encuentras a sus pies. Tenias que observar a Albus, sus gestos, su forma de expresarse, sus sonrojos, como para saber que podía llegar incluso a ser mas hermoso de lo que cualquier chico en Hogwarts podría ser. 

--S-si--respondió Albus. Tartamudeaba desde primer grado, Scorpius se pregunto si podría hablar sin hacerlo; ¿Sera que solo se siente demasiado nervioso?

--¿Como estas?--pregunto Scorpius, sin poder aguantar el silencio incomodo--. Quiero decir, el otro día James...--Scorpius se congelo en cuanto esas palabras salieron de su boca. Miro a Albus, como pidiéndole disculpas, pero este se mantuvo inexpresivo.

--B-b-bien--suspiro con frustración, aunque pareciendo aliviado al mismo tiempo.

--Lamento preguntar, pero...¿Siempre suele ser así?--realmente sentía preguntarle algo tan personal, pero la curiosidad era aun mayor. Jamas hubiera imaginado que Albus seria maltratado por sus hermanos y quería confirmarlo, antes de ver si podía hacer algo al respecto.

--N-no. No s-s-su-suele go-go-golpearme--¿eso quiere decir que suele maltratarle de otra forma? ¿Verbalmente o algo así? ¿Sus padres lo sabrán?

--Si, bueno, estuvo muy mal--Scorpius apretó los dientes, la palabra mal se quedaba corta para describir el comportamiento de James, pero el no tenia mucho de que hablar; había estado mucho peor. Suspiro, decidiendo que debía deshacerse de la culpa de alguna forma:--. Aunque yo estuve peor, realmente lamento no haber ayudado en nada.

Albus me miro sorprendido, estaba clase que parecía jamas haber esperado algo como eso salir de mi boca y eso solo sirvió para hacerme sentir peor, mucho peor.  

--No pasa nada--Scorpius alzo la cabeza a velocidad de un rayo y Albus se sonrojo cuando sus miradas se cruzaron--. ¿Q-que? ¿D-d-d-di...?

--Tu no...tu no tartamudeaste--la cabeza de Scorpius comenzó a moverse en menos de medio segundo, hasta llegar a la conclusión de que Albus debía de estar demasiado sorprendido como para olvidar, incluso, su vergüenza. Debía de ser una cuestión psicológica, en vez de una verdadera incapacidad. 

--S-s-suele pa-pasarme a-a-aveces--admitió Albus. 

Scorpius lo miro maravillado y Albus le mostró una sonrisa pequeña. Era la primera vez que lo veía sonreír y se quedo deslumbrado unos segundos, antes de caer en la cuenta de que le gustaría ver a Albus así todos los días, con aquella sonrisa en su rostro. 

Espero que les haya gustado

Estaba pensando, para que interactuemos un poco más, ¿Les gustaría dejar sus preguntas con respecto a mí o a la historia en los comentarios? O podría darles consejos, en caso de que así quieran. Estaría bueno hacer un capítulo sobre ello y conocernos más
Gracias♡

No hay razón-- SCORBUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora