Capitulo 2

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"Weak- ajr es la canción de este capitulo. Escúchenla, habla de muchas cosas"

--Muévete, bicho raro--murmuro Malfoy, haciéndolo de un lado de un fuerte empujón. Albus estaba mas que seguro de que habría recibido mas de no ser por que McGonagall estaba unos pasos allá, en la puerta del salón de Transfiguraciones, esperando a que formasen para poder entrar. Se encogió, hundiendo la cabeza lo mas posible y se alejo al final de la fila. 

La profesora abrió la puerta unos segundos después, cuando todos se hubiesen acomodado y Albus corrió hacia la seguridad del asiento delantero. Era un cobarde, sentándose en frente de McGonagall para no ser molestado, pero al menos estaría a salvo por las dos horas siguientes. 

La clase comenzó en el momento en que McGonagall silencio a todos de un grito y comenzó a explicar la teoría sobre el hechizo que se presentaba en la pagina 347 del libro. Escuche con atención, memorizando sus palabras sobre el movimiento que se debía realizar a la hora de hacerlo y las palabras que debías pronunciar. Probablemente lo practicaría en la soledad de su habitación, mientras sus compañeros se encontraban en la cena. 

Cuando el timbre sonó, Albus fue el primero en juntar sus cosas y salir pitando hacia la siguiente clase, Pociones. Esa solía ser su rutina diaria, correr de un lado para el otro. Se encontró con su hermano, James, en el camino, pero este no le presto ni la mas mínima atención, así que Albus siguió su camino. Respiro hondo al llegar a la puerta, permitiéndose tranquilizarse al saber que ninguno de sus compañeros llegaría hasta dentro de unos minutos. 

Miro a un extremo del pasillo, recuperando su la estabilidad en su respiración después de la corrida que se había echado, preguntándose cuando aparecería el nuevo profesor. 

El anterior profesor, el señor Garroway, renuncio cuando su túnica exploto en medio de una clase, cortesía de los gemelos Scramander, y, desde ese momento, Albus tenia una gran curiosidad sobre quien seria el que tomaría el puesto. No cruzaría palabra alguna con el, pero aun así estaba ansioso por que la clase comience; la profesora McGonagall lo presento en la cena y, en cuanto el hombre se hubo puesto de pie para recibir un caluroso aplauso por parte del alumnado, los susurros no tardaron en alzarse. Al parecer, era un pocionista muy conocido y respetado por el mundo mágico. 

Algunos alumnos se detuvieron a su lado, formando la fila que hacían antes de entrar a cada salón, mirándose ansiosos. Al parecer, todos esperaban al nuevo. Malfoy llego con su pandilla pisando le los talones y su novia junto a el, rodeándolo por la cintura. Me lanzo un guiño furioso en cuando me vio y se aproximo lentamente, haciéndose paso con facilidad entre los alumnos. Todos se volvieron para ver el expectación donde molaban a golpes al bicho raro antisocial de Albus Potter, pero, antes de que la función pudiera si quiera empezar, un hombre mayor apareció al final del pasillo.

 Llevaba la túnica raída, a diferencia de en el banquete de bienvenida y, al verlo de cerca, Albus noto que las arrugar surcaban su rostro. Les sonrió a todos con amabilidad, ignorando el grito de asco que dio Rose. Probablemente, pensó Albus, sintiéndose extrañamente emocionado,  todos esperaban a un tipo guapo y rico. Fue el primero en entrar al aula. Ocupo, como en la mayoría de las clases, el asiento de delante. Saco su caldero y lo acomodo frente a el, ignorando el temblor de sus manos. Solía sentirse nervioso y ansiosos siempre cuando se encontraba rodeado de personas, pero las extremidades comenzaban a temblarle solo cuando estas emociones llegaban al limite. 

El nuevo profesor se tomo su tiempo antes de comenzar la clase. Abrió todas las ventas, una por una, sin utilizar magia. Se detuvo en frente de toda la clase, repasandonos uno por uno, y luego comenzó a borrar la pizarra que se encontraba detrás de el, la cual traía algunas frases de, Albus supuso, Historia de la magia. Cuando finalizo, al parecer, de dejar el lugar en condiciones para comenzar, dijo:

--Buenas tardes, soy su nuevo maestro de pociones.

Nadie respondió a su saludo, todos lo mirábamos, intentando de adivinar que clase de profesor seria. Hasta ahora, parecía ser una copia del profesor Fitwick, tranquilo y amable, aunque, Albus pensó, nunca se sabe; podría ser mas estricto que McGonagall y estar ocultando para luego darles un gran susto al llevarse de tarea un pergamino entero sobre el bezoar. 

--Me llamo Lucas Skatlebord. Muchos han de conocerme--continuo--. Asistí a Hogwarts, al igual que ustedes, solo que hace muchos años. Y, desde el primer año, sentí adoración hacia Pociones

"No creo que tengan que saber mucho mas que eso, así que ahora es tiempo de que ustedes se presenten--Albus gimió. Ninguno profesor les había pedido que se presentase delante de toda la clase, nunca, ¿Por que debía de hacerlo ahora, cuando ni siquiera podía formular palabra?--. Solo deben pararse, decir su nombre y su asignatura favorita. También podrían agregar como les va en pociones--nadie contesto. Algunos parecían nerviosos, aunque no tanto como Albus, a quien las manos comenzaron a sudar--. Empezaremos por la fila de delante--se giro hacia el y, lamentándose profundamente, juro que jamas volvería a sentarse delante de nuevo.

Albus podía sentir todas las miradas clavadas en el, pero la de Scorpius parecía sobresalir, daba la sensación de que iba a abrirsele un agujero en la nuca ante la intensidad de su mirada. Albus ya podía imaginárselo pensando "adelante, párate. Has el ridículo, recibirás unas cuantas palizas y burlas después".

--¿Como te llamas?--pregunto el profesor. Al parecer, se limitaba a pensar en que Albus no entendía que debía comenzar el y no en que estaba tan nervioso que estaba a punto de vomitar. 

 --Al..--las palabras no salían, así de simple. Algo le oprimía la garganta, como si una mano invisible se la rodeara y la apretara con fuerza. Las miradas sobre el parecían presionarlo cada vez mas. Algunos rieron cuando se puso completamente rojo. Comenzó a sudar, como si hubiera corrido un maratón. Mis piernas se movieron inconscientemente, balanceándose de un lado al otro, como si estuvieran intentando escapar. Hizo un esfuerzo para enfocarse, pero su mente se nublaba de pensamientos sobre lo inútil que debía de estar viéndose en estos momentos, sin poder decir siquiera su propio nombre.

Ni siquiera tomo su mochila cuando corrió fuera del aula. Y continuo corriendo por los pasillos, sintiéndose como si aun tuviera encima la mirada de mas de veinte estudiantes. Algo le oprimía el pecho, le prohibía respirar adecuadamente. Un ataque de pánico, deduciría media hora después, cuando se hubo tranquilizado por completo. Se sentó en el suelo de uno de los lavados de varones del segundo piso y apoyo la cabeza contra la cerámica, tomando largas y profundas respiraciones. 

Fue un verdadero alivio cuando su respiración se normalizo. Solo entonces, cuando se encontró mas calmado, se dio cuenta de que había estado llorando. Las lagrimas ya se secaron contra sus mejillas, aunque nuevas las humedecieron.

Que inútil se sentía, tirado en el baño, sin ninguna compañía, mientras que sus compañeros se reían de su estúpida actuación. 

--Albus--dijo una voz. 

Alguien había entrado al baño, un chico con voz demasiado conocida para su gusto. Cuando asomo la cabeza por la rendija de debajo de la puerta, Jackson ya caminaba en su dirección, con una sonrisa gigante ocupando su asqueroso rostro. Pateo la puerta con tanta fuerza que Albus fue impulsado contra el inodoro. Un agudo dolor le cruzo la cintura, aunque poco le importo cuando Jackson le tomo por el cuello de la túnica y lo lanzo al suelo.  

Le esperaban dolores peores que el de un simple hematoma. 

 

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No hay razón-- SCORBUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora