No hay razón-- SCORBUS

Capitulo 26

Los elfos domesticos nos dieron muchos bocadillos al despedirnos, asi que se podria decir que Albus y yo nos mantendriamos bien alimentados hasta que llegue la hora de la cena. Ambos salimos de la cocina en silencio, aun sintiendo aquella extraña tension que comenzo a crecer cada vez mas despues de lo...sucedido en la habitacion. El beso. Scorpius no podia creer que hubiera besado a Albus. No por que no le gustara ya que, en realidad, hace tiempo que sospechaba sobre sus sentimientos hacia el chico, pero habia pensado que seria en otro momento, cuando ambos se conociesen un poco mas y tuvieran mas confianza el uno con el otro. Definitivamente, fue inesperado, muy inesperado, para ser sincero, pero eso no significa que no le hubiese gustado:

Scorpius beso a muchas chicas a lo largo de su vida; una de ellas fue Rose, su primer y ultima novia. Pero jamas se habia sentido de esta forma. Incluso, comenzo a hartarse un poco del besuqueo meses despues de comenzar su relacion. Al principio los besos fueron interesantes y emocionantes, si, pero era solo por el hecho de ser algo nuevo, algo que cambiaba un poco su rutina habitual, pero con el tiempo se hicieron comunes y comenzo a notar que no sentia emocion alguna respecto a ellos. Le daba igual besar a Rose, por que se sentia de la misma forma que si lo hiciera con un almohadon. Nada, no le provocaba nada, ni siquiera una pizca de felicidad o el muy conocido cosquilleo en el estomago. Pero con Albus..., por Merlin, Scorpius ni siquiera podia pensar en el beso sin sonreir como idiota. Le gusto..., pero, ¿Que estaba diciendo? ¡El beso le habia encantado!  y queria repetirlo, una y otra, y tantas veces como le fuera posible. 

Le asustaba (maldita sea que le asustaba), por que Albus podria derribarlo, desmayarlo y dejarlo en un coma eterno con tan solo sonreir. Y el chico ni siquiera lo sabia; ni estaba al tanto de la paz que Scorpius sentia cuando estaba a su lado, de lo mucho que lo necesitaba, por que realmente lo hacia: necesitaba de sus bromas, sus sonrisas, sus referencias a libros que ningun adolescente en su sano juicio a leido jamas, sus preciosos ojos verdes brillando bajo la luz del sol, los cuales le miran de tal forma...

--¿Scorpius, estas bien? Ya hemos llegado al primer piso, ¿Que te gustaria hacer hoy?--Scorpius estaba demasiado distraido en su ensimismamiento como para notar que Albus se habia detenido, volteado y hablado sin tartamudear. Cuando lo noto, sonrio aun mas y asintio, para mostrarle que le habia escuchado.

--Lo que tu quieras--Albus lo miro medio raro y Scorpius se sonrojo, esperando que su cara de idiota no se le notase tanto. 

--Bien--contesto el otro, sin dejar de mirarle--. ¿V-vamos al lago? A la o-orilla, mejor d-d-dicho.

--Claro.

Salieron del castillo a paso lento, hablando de lo primero que se les cruzase por la mente. Ninguno de ellos menciono que se encontraban mas cerca de lo normal, con sus hombros rozandose al andar, ni tampoco mencionaron el beso. Se limitaron a seguir, dejando atras el pasado por unos momentos, sin atreverse a pensar en el futuro e intentando concentrarse en el presente. 

Se sentaron a orillas del lago, uno junto al otro, con las espaldas apoyadas en un viejo roble que se encontraba por alli. Un poco mas alla, el sauce Boxeador agitaba sus ramas con fuerza, casi como si estuviera emocionado. Permanecieron en silencio unos minutos, disfrutando de la suave brisa que les azotaba el rostro, hasta que Albus dijo, poniendo el ambiente inmediatament tenso:

--Asi que...m-me besaste.

--Tu me besaste primero--se apresuro a decir Scorpius, casi como defendiendose.

Albus se puso rojo como un tomate y hundio la cabeza entre sus hombros, ocultando la mitad de esta en la bufanda que traia atada al cuello. Scorpius lo observo con ternura, esperando la respuesta, aunque con los nervios revolviendo su estomago.

--Yo...--Albus se callo tan pronto comenzo a hablar, ya que no tenia idea de que responder. Finalmente, despues de unos segundos que parecieron horas, dijo;--. Estaba confundido. 

Scorpius se rio, por que sabia que Albus no estaba confundido. Se notaba en sus ojos, los cuales brillaba intensamente, que esta mintiendo. Luego sonrio a lo grande y se inclino hacia delante, logrando que ambas narices se rozaran y las respiraciones se aceleraran por el nerviosismo.

--Es una lastima--murmuro, abriendo levemente sus labios--, por que yo no estaba confundido.

Albus se sonrojo y luego lo miro directamente a los ojos. Scorpius creyo que se desmayaria si su corazon continuaba latiendo a tal velocidad.

Y se inclino hacia delante, dispuesto a...

--¿Chicos?--ambos saltaron hacia atras, uno de ellos (Albus) resbalando a causa del barro y cayendo de espaldas, mientras que el otro se puso de pie rapidamente.

--¿Estas bien?--pregunto Scorpius, ayudando a Albus a ponerse de pie, el cual, sonrojado, asintio con la cabeza. La recien llegada (una chica, descubrio Scorpius cuando se volteo, enfadado) los miraba confundida y avergonzada--. ¿Necesitas algo?

--El profesor de Pociones nos invito a todos a jugar un partido de ajedrez a su despacho--dijo la chica, ajustando su bufanda de Hufflepuff al cuello antes de salir corriendo de alli.

--Deberiamos ir--suspiro Albus. 

Scorpius asintio en respuesta, pensando en que su reciente odio hacia Hufflepuff era mas que razonable.