La hija de Hera

Costal de papas

Después de que Leo tardará menos de 10 minutos en arreglar la camioneta, todos nos subimos en ella. Pues ni modo que nos fuéramos caminando.

Como sea, en el camino, ignore las conversaciones de todos y me puse a pensar en cómo había crecido como persona esos pocos días. Es decir, descubrí que existen unos tipos todos idiotas encima del Empire State que controlan el mundo y que por su culpa los de abajo tienen problemas, también descubrí que mi madre es parte de ese grupito, descubrí que hay una campamento bien padre escondido en el bosque, hice amigos, estuve a punto de morir unas cincuenta veces aproximadamente, entre a una biblioteca, y recorrí más de lo que creí en un coche. Yo pensaba que mi futuro iba a ser más aburrido, robar para sobrevivir y apenas tener lo necesario.

Yo nunca me he considerado alguien importante o alguien con algún talento, pero puedo controlar a los animales. No, ya en serio, nunca creí que siendo yo misma lograría lo que tengo en este momento. Sí, la mitad de mis amigos que emprendieron esté viaje están medio muertos. Sí, todo ésto fue mi culpa. Sí, se llevaron a mi única familia, pero también tengo que ver las cosas buenas.

Puse mi mano en la ventana, haciendo que está se marcará en el cristal. Lo lavó luego. Respiré profundamente, pronto encontraría a Rogger y más le valía estar vivo. Si no, no sé qué haré.

Me hice bolita en mi asiento y cerré los ojos. Quería dormir al menos un ratito, porque apuesto a que no dormiría en días.

....

— ¡Llegamos a casa! — gritó Leo, haciendo que me callara del asiento del auto, porque soy tan inteligente que no me puse cinturón. Una genia.

— Auch. — me pegué en las heridas de flecha que tenía. Espero que no se abran otra vez, suficiente por 48 horas.

— Lo siento, ¿estás bien?

— Define "bien". — abrí la ventana de la camioneta como pude y salí arrastrándome. Parecía una muerta viviente: ojeras, heridas, cansancio, hambre, palidez, sueño...

— ¿Qué haces? — preguntó Annabeth.

— Se llama supervivencia—. "respondió " Percy.

— Exactamente—. le Levanté un pulgar. Después, me paré con la poca fuerza que tenía y me estiré, mala idea. Mis heridas me dolieron, pero no lo demostré. — Entonces, ¿cómo encontraremos a Rogger?

— Puede que nos ataquen y después nosotros los sigamos o que detectemos su fuerza, aura, lo que sea— volteó a ver a Annabeth y a Leo— ¿Qué más?

— Que nos secuestren—. respondió Annabeth.

— O que ocurran pequeños desastres extraños—. respondió Leo.

— ¿Eso pasa muy seguido?

— Aproximadamente cada 2 meses. — respondieron los tres al mismo tiempo. ¿Por qué pertenezco a este mundo?

En eso, se escuchó una pequeña explosión. Había muchos turistas corriendo y la calle se había empezado a inundar. Todos corrían en direcciones diferentes, era un completo caos.

— ¿Desastres como ese? — pregunté señalando de donde provenía el agua.

— Gané.

— Vamos. — ordenó Annabeth.

...

Al llegar a la escena del crimen, escuchamos una voz chillona.

— ¡Hermes! ¡odio está ciudad! ¡hay agua por todos lados y mis pies se están mojando.

— No habría agua si no hubieras roto la tubería.

— Yo no sabía. — dijo la voz de Maya haciendo un berrinche. Por primera vez sentí orgullo de que que mi madre fuera Hera, no me puedo imaginar tener una madre así, ya sabes, de la clase que rompe tuberías en la calle y es bien chillona.

— Permanezcan más atrás, no dejemos que nos vean.— dijo Percy caminando un poco de reversa.

OK, podía vivir con seguirlos de atrás... hasta que ví que Hermes cargaba algo en sus hombros. Parecía que cargaba un costal de papas,pero no. Ese costal de papas, no eran papas y tenía otro nombre. Era Rogger.

¿Qué estoy haciendo con mi vida? Turuturutu