Soy hija de Hera

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- Hija de Hera.- termino por decir Quirón.

Cuando todos se levantaron se me quedaron viendo. Me miraban como un bicho raro, pero ya estaba acostumbrada, así me han visto las personas toda mi vida.

- Ven - me ordenó Quirón-, te llevaré a la cabaña 2, la cabaña de Hera.

La cabaña de Hera estaba hecha de mármol, tiene muchas decoraciones elegantes y estaba tallado el signo del pavo real en las paredes. Al entrar, ví una estatua enorme de Hera. Todo estaba bien, solo había un pequeñísimo problema. No había camas.

- Le diré a Will que te traiga un saco de dormir, no te preocupes.

- Okay, lo esperaré.- Quirón salió de la cabaña y me dejo sola.

La cabaña estaba bastante fría. Y había polvo por todos lados.

Pasados unos minutos alguien tocó a mí puerta. Así que abrí la puerta.

- Hola - me dijo él-, que escándalo el de hace rato, ¿no crees?

Me dió mi saco de dormir y un termo.

- ¿Qué es esto? - le pregunté.

- Limonada- me respondió.- ,más vale que te la tomes. Nos vemos.

Se despidió y se fue. Puse mi saco de dormir en el piso y me me metí en él. La casa estaba muy fría y la tonta estatua de Hera no ayudaba en nada.
No podía dormir ahí.

Salí de la cabaña, definitivamente no iba a dormir junto a una estatua de Hera, pero ¿en dónde voy a dormir?.
¿En la cabaña de Afrodita? No, Drew me mataría mientras duerma.
¿En la cabaña de Apollo? No, Will me haría comer cítricos hasta el cansancio.
Entonces, sólo quedaba una opción, el bosque.

Me adentré en el bosque y ví un pequeño montículo de hojas secas y me acosté en ellas. No estaban muy cómodas pero, tampoco estaban incómodas. Y me dormí.
.
.
.
-¡¡¡ BETH!!! ¡¿DONDE ESTAS?

Era la voz de Piper. Me levanté de mi cama improvisada de hojas, y grité.

- ¡¡Aquí estoy!!

En menos de 30 seg apareció Piper.

- ¿Por que estás aquí?- preguntó.

- Si quieres intenta dormir en mi cabaña.- le respondí.

- Como sea, tenemos que apurarnos vas a ir al Olimpo.

¿Escuché bien? ¿Dijo Olimpo? Si, definitivamente dijo Olimpo.

- ¿Porque? - pregunté desconcertada.

- Eres la primera semidiosa de Hera, tienes que ir.

Me levanté y con Piper, fuimos al campamento.

- Argos te llevará. - me avisó.

- Okay.

Piper me dejó en la camioneta, y Argos me llevo a ¿Nueva York? A él ¿Empire State?

Ya enfrente del Empire State Argos me dió una nota:
" Dile al portero que te lleve al piso 600. Y cómo es tu primera visita al Olimpo, tienes que seguir estás simples reglas:
* Arrodíllate ante los dioses.
*No levantes la voz.
Aquí te espero. Mándale saludos a Hera de mi parte."

Me despedí de Argos y entre al edificio. Me acerqué al portero.

- ¿Me puede llevar al piso 600?

- Métete en el elevador.

- Gracias.

Me metí en el elevador y comenzó a sonar música muy chistosa. Cuando se abrieron las puertas del elevador quede fascinada. El Olimpo era increíble, pero no podía quedarme ahí para siempre, tenía que enfrentar a mi "madre".

Al entrar ví a unas personas que no tenían una estatura normal. Se supone que me tenía que arrodillar pero no lo hice. No han pasado ni 5 minutos y ya rompo una regla.

- ¡¡NO LO PUEDO CREER!! ¡¡¡YO PENSÉ QUE ERS UN RUMOR!!! ¡¡¡PERO, SI TUVISTE UNA HIJA CON UN HUMANO, SIENDO LA DIOSA DEL MATRIMONIO!!!- gritó el que parecía ser Zeus.

- ¡¡¡PUES, TU ERES EL ESPOSO DE LA DIOSA DEL MATRIMONIO Y ME FUISTE INFIEL MAS DE UNA VEZ!!!- gritó la que parecía ser mi madre, Hera.

Mientras ellos discutían, los demás dioses parecían estar muy entretenidos.
Seguían discutiendo sobre mi, pero no me hacían casó.
Y, repentinamente exploté.

- ¡¡¡¿NO CREEN QUE LA QUE DEBERÍA ESTAR ENOJADA AQUI SOY YO?!!! - rayos, ya rompí la regla número 2.

Todos los dioses, incluidos Hera y Zeus, me voltearon a ver.

-¡¡Es decir, viví toda mi vida en la calle y nunca recibí un poco de tu ayuda, madre!! ¡¿Quieres saber quién me dió mi nombre?!! ¡¡ Fueron los vagabundos cuando me encontraron en un bote de basura!!

- Hija...- dijo Hera.

- ¡¡No, nada de "hija"!! ¡¡No me vuelvas a llamar "hija", porque tú no eres mi madre!!

Respiré hondo para tratar de calamarme y miré a Zeus.

- Entonces ya lo resolvimos todo ¿No, Zeus?, soy real, y si me gané tu odio con lo que dije, pues me lo gané.
Y, si quieres pulverizarme con un rayo, que así sea.

- Wow, esta chica tiene más agallas que mi Clarisse.

- ¡¡¡Cállate, Ares!!! - ordenó Zeus.

- Adiós. - me voltee y caminé hacia la salida. Pero me acordé de algo- Ah, Hera, Argos te manda saludos- dicho esto salí del Olimpo.

......
Hola, ¿Que les pareció?

La hija de HeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora