Soy una semidiosa

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Tenía mucha hambre, así que fui al basurero más cercano.

Lo abrí y habían muchas cosas, pero lo que más me llamó la atención era una caja de pizza, la abrí yup y tenía 3 rebanadas en buen estado. Era un milagro.

- Rogger, mira lo que encontré-. Rogger era lo más cercano que tenía a un hermano, solo es 6 años mayor que yo y vivimos juntos en las calles.

- ¿Que encontraste?

- ¡Pizza!- dije con una cara sonriente.

-¡Genial!

La agarramos y nos sentamos en el piso. Cada quien agarro una porción y se la comió más rápido que.... No sé.....¿un correcaminos?. El problema ahora era ¿Quién se comería la última porción?

- Es mía- dijo Rogger.
- No, es mía- dije yo.
- No, es mía- dijo Rogger.
- Lamento decir que la pizza será de Rogger.- dijo alguien a mis espaldas.

Voltee y ví a una chica morena, con el cabello cortado de manera desigual y con una par de trenzas a los lados. Después ví a Rogger, él estaba embobado viendo a la chica.

- Tienes que acompañarme- ordeno la chica.

- Tienes que acompañarla- dijo Rogger.

Asentí y me paré, llegue al lado de esa chica y comenzamos a avanzar juntas.
Cuando ya estábamos un par de cuadras más abajo, me di cuenta de lo que estaba haciendo. Literalmente estaba acompañado a una extraña a quien sabe dónde. Así que me detuve.

- ¿Que estoy haciendo?

- Tu vas a acompañarme - me ordenó la chica. Por un momento quería seguirla, pero recapacité.

- No, no voy a acompañarte.

- Para resistirte así a mi poder tienes que ser muy fuerte, me preguntó quién será tu padre divino.

- Estás loca, me voy.- me di la vuelta, pero ella me agarró el hombro.

- Vamos a charlar.

Después de eso me contó sobre semidioses, dioses griegos, mounstros, campamentos, etc, etc. Eso sólo ayudo a confirmar que estaba loca.

- Definitivamente estás loca, chao.

- Como es que los sátiros hacen todo esto tan fácilmente.- dijo ella para si misma en forma de susurro.

En eso ví a unas chicas horribles, eran horrendas. Pensé que llevaban una máscara pero, no era así.

- Oye..
- ¿Si?
- Creo que me pegaste tu locura

Ella miró hacia donde yo estaba mirando. Rápidamente me agarró del brazo y comenzamos a correr.
Yo solo la seguía, dimos un par de vueltas ,y chocamos con muchas personas. Al final llegamos a una camioneta negra y las dos nos metimos.

- ¡Argos, arranca!

La camioneta esquivaba los otros coches muy rápidamente, los otros conductores tocaban el claxon y se asustaban ,yo me mareaba.

- Tu has de ser muy especial.- me dijo la chica.

- ¿Por qué lo dices?

- Porque Argos prácticamente nunca habla, pero me rogó para que lo dejara acompañarme.

- ¿Que eran esas cosas?- pregunté yo asustada y shockeada.

- Empusas.

- Cambiando de tema, ¿Cuál es tu nombre? Es decir me revelaste muchas cosas sobre el mundo, me salvaste de unas Empusas, pero no sé tu nombre.

La hija de HeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora