CAPÍTULO 10 ////OBSESIÓN////

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Agradecimientos a:

-Kirameharu17

-Rainbowstprtq

-kimMalfoy7

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Mi hermano es hermoso. Sus ojos son de un rojo intenso como la sangre y rasgados como dos carámbanos de hielo colgantes (aunque no tuviera mucho sentido). Al igual que yo, por ser mellizos idénticos, teníamos los mismos rasgos, ojos, color de cabello y "anatomía". Sus alas eran negras como la oscuridad, como las mías, y se dividían en dos a cada lado, como un Querubín. Ambos éramos atléticos y flexibles. Probablemente tendríamos la mejor salud de toda la villa donde vivíamos: Ithur, la villa de los Ángeles Caídos.

Aunque fuéramos mellizos, tuviéramos los mismos padres y las mismas calificaciones en los exámenes de rendimiento que nos obligaran a hacer...éramos muy distintos respecto a mis padres. Nuestro padre nos había abandonado cuando solamente teníamos seis años, diciendo que nuestra madre ya le aburría y nosotros, sus herederos, éramos la reencarnación del mal. Aquel capullo la dejó, nos dejó, solos y sin protección. Adrien tuvo que asumir las responsabilidades pronto por ser tres minutos mayor que yo, dejándome a mi encargarme de nuestra madre en común, que se había debilitado con el paso del tiempo. Se negaba a comer y a moverse...Nuestro padre, ese hombre, la había debilitado hasta casi matarla. Eso hizo que yo, por eliminación, tuviera que comprometerme con alguien que conocía desde mi infancia, nuestro vecino y amigo, para poder seguir adelante con nuestras razas unidas y cada vez más fuertes.

Adrien y yo hablábamos en secreto, criticábamos y, sobretodo, nos apoyábamos el uno al otro hasta llegar a la conclusión que nos liberaría de nuestras responsabilidades: nos fugaríamos. Durante el tiempo nuestra madre se recuperó lo suficiente hasta que su personalidad cambiara volviéndose una mujer arrogante y estricta que ordenaba a sus hijos a mantener lo que ella quería intacto hasta que el momento llegara. Por supuesto, la más perjudicada era yo.

Salimos al siguiente día rumbo a las Tierras del Este, donde el Cuartel General de Eldarya se encontraba y sus aldeanos eran libres y felices según los libros que nos leían de pequeños. Entramos en diferentes Guardias -él Obsidiana y yo Absenta-, conocimos gente de bien que nos hacía divertirnos y felices y, un día cualquiera, mi otra mitad desapareció en una misión. Ahora, su tumba está en u cementerio no muy lejos del C.G vigilado por nosotros. Todos nosotros, que nos protegíamos unos a otros.

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[...]

Abro lentamente los ojos sacando la cabeza de entre mis piernas. Estoy triste, nostálgica por haber recordado todo aquello. Mi hermano, mi mellizo mayor por tres minutos, muerto y enterrado donde ni siquiera yo puedo poner un pie...¿Hay algo más doloroso que todo aquello? Por supuesto que no. Tener que reconocer que tú única familia cercana y honorable se ha muerto te llega al corazón de la peor forma, te destruyes a ti mismo sintiendo como todo el mundo a tu alrededor te mira con pena...queriendo ayudarte con algo que solo tú conoces.

De pequeños solían decirnos que los mellizos tenían a mejor relación por compartir nacimiento, pensamiento y cuerpos...Nunca he llegado a pensar eso. Yo, con alas de Querubín negras ahora destruidas por aquellos recuerdos tan dolorosos, no sería nadie a su lado; y eso es exactamente lo contrario a lo que pasó. Valkyon me dijo que todo el escuadrón que fue a aquella zona estaba experimentada, pero que Adrien era el mejor entre todos ellos...o eso pensaba después de su funeral. Tuve que rogarle a Miiko que no le incineran, que lo enterraran en territorio sagrado para poder quedarse conmigo, con su hermana pequeña. Un deseo tacaño, si, pero el mejor que he podido tomar después de mucho tiempo.

Un recuerdo diferente llega a mi mente como el paso de una flecha entre las corrientes del aire.

Supongo que todos pensaban que cuando comencé a salir con Nevra aquel recuerdo se iría, y las dulces melodías que Adrien y yo cantábamos juntos frente a un piano o en solitario renacerían como el Fénix de sus cenizas, solo que en solitario; creían...

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Supongo que todos pensaban que cuando comencé a salir con Nevra aquel recuerdo se iría, y las dulces melodías que Adrien y yo cantábamos juntos frente a un piano o en solitario renacerían como el Fénix de sus cenizas, solo que en solitario; creían no nos dábamos cuenta de aquello... , pobres ignorantes. Nadie, ni siquiera el más sigiloso vampiro, puede desaparecer del radar de un Querubín cantando; no mientras estuviéramos protegiendo nuestro territorio sagrado.

Abro la boca para articular palabra, pero lo único que consigo que salga es un sollozo. Me levanto, aguantando las lágrimas, y voy a mi habitación. Durante el camino me encuentro con una Karenn feliz después de haber indagado en los secretos de la Guardia de Eel y con Kero murmurando cosas con la nariz metida en un libro. Una vez acostada en la cama, abrazando la almohada y con las lágrimas hasta el cuello, murmuro una canción que me enseñó Mery en su idioma natal; bonita, melodiosa y armónica, digna del Romanticismo en la Tierra, según los libros de Ykhar. Increíblemente consigo quedarme dormida sin problemas, después de varias noches llenas de pesadillas creyendo que el veneno inundaba mis pulmones o caía por un precipicio sin poder sacar mis alas.

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[Al día siguiente]

Aquella pesadilla había vuelto haciéndose realidad en pequeñas partes. Valkyon decir la verdad sobre algunas cosas como: «Tu peor pesadilla se puede hacer realidad. En la Guardia de Eel se ven muchas cosas que...estremecen por muy acostumbrado que estés...». En aquella época de mi vida le hubiera dicho que decía tonterías...¿Pero como respondía ahora? La primera vez que me separé de mi hermano, y última, tuve un sueño donde le ocurría algo a su equipo y a él. Murió al siguiente día a manos de Ashkore. Aquella estúpida misión por la que tuvo que pagar con su vida se repetiría algún día con uno de mis seres querido arrebatándoles la existencia conmigo y cualquier persona.

Recuerdo la frase de uno de los aldeanos de mi antigua aldea como una estrella fugaz en el cielo estrellado de la noche: «Nosotros, los Ángeles Caídos, traemos la desgracia a todo el mundo que nos rodea. Incluso a nosotros mismos. Por eso, para proteger a las personas nos alejamos de ellas lo máximo posible».

Mery aparece enfrente de mi sacando una pequeña sonrisa de mis labios despeja de alejar los recuerdos que tenía sobre aquellas personas con las que jamás debería haberme juntado.

-Rose, ¿quieres jugar con mis amigos y conmigo?-preguntó con los ojos brillantes de emoción.

-Eso sería lo mejor que podría pasarme hoy.

-¿Por qué?

-Mis días suelen estar contados.

UMBRA -[Nevra] [ELDARYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora