CAPÍTULO 18.2 ////LEIFTAN////

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Cuando me despierto decido abrir las ventanas del cuarto de Nevra para que ventile el cuarto -mientras Shaitán está aún durmiendo en la cama- y salgo al exterior directa a la biblioteca. Tengo que recoger la falda de mi vestido para caminar. Es incómodo hacer eso, pero ahora no tengo otra cosa para ponerme mientras que no haga la colada con Alájea. ¿Dónde se habrá metido? Es extraño no habérmela encontrado por el camino sonriendo con mi Familiar caminando a su lado, a punto de explotar por las cantidades de comida que le da. Ahora entiendo el porqué Miiko y Ezarel no le dejan tener su propio Familiar.

La biblioteca está casi llena cuando entro por la puerta -claro, entrar por la ventana sería extraño sabiendo como reaccionaría la gente de mis alrededores-. Situo a Ykhar atendiendo a unos jóvenes de mi edad que quieren sus misiones, mientras que Keroshane está entregando unas cosas a un pequeño grupo de gente. Ninguno de ellos me ve con toda aquella cantidad de personas. Soy demasiado tímida, para lo que me conviene, y bastante impulsiva para demasiadas cosas. Cuando algunos de los jóvenes que Ykhar atiende, aprovecho para acercarme a ella y hablarle.

Ella sonríe.

–¿Qué te trae por aquí? Nevra se ha ido ya, ¿no?

–Sí, él se fue nada más salir el sol –respondo, manteniendo a raya mi tristeza–. Me preguntaba si hay alguna misión libre para que pueda hacer. Ya sabes que soy un culo inquieto.

–Pues...esos jóvenes que acaban de irse acaban de coger las últimas que me quedaban. Puedo buscar entre los archivos de hoy, pero me extraña que encuentre alguna libre –puedo entender cada una de sus palabras igual que la primera vez. Más mala suerte es imposible de tener–. ¿No te gustaría compartir misión con alguien? Leiftan se ha llevado la última en grupo.

«No, gracias. Ya he tenido suficiente está mañana con él», pienso, pero no lo digo en alto. Sacudo la cabeza a la negativa.

–Creo que puedo aguantar unos días sin hacer alguna misión. Gracias de todas formas, Ykhar.

Ykhar asiente con la cabeza.

Salgo de la biblioteca haciéndome paso entre los demás jóvenes que acosan a Keroshane alrededor de una mesa. Me froto las manos buscando el calor. La nieve ya se había derretido, pero el frío seguía manteniéndose. Vuelvo a mi habitación y me cambio de ropa poniéndome una más cómoda, como la que Karenn me dio para las misiones: el atuendo completamente negro con toques grises o blancos. Decido salir a dar una vuelta por la playa para despejar mi cabeza.

«Un Ángel Caído ha sobrevivido a muchas cosas a lo largo de su vida; los maltratos de Dios hacia ti, insultos por muchas otras razas, camuflajes entre las demás sociedades,... ¿Pero puedo convertirme, aún siendo una renegada, en alguien importante para mis seres queridos?»

UMBRA -[Nevra] [ELDARYA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora