UMBRA -[Nevra] [ELDARYA]

CAPÍTULO 14 ////COLMILLOS////

Contemplo a Nevra esperando alguna respuesta. La luz de sus ojos se habían terminado apagando sustituyéndola por un rasgo nuevo y que no conseguía descifrar. Cojo el abrazo de mi pareja agitándolo repetidas veces para que vuelva en sí. Escucho de fondo la voz de Huang Hua hablar con las nuevas caras de los invitados, que por su aura parecían ser del Norte de Jade. Uno de ellos era rubio y de ojos azules, atractivo y con un atuendo caro y formal; mientras que el otro era pelirrojo, de ojos marrones, tez pálida y ropas del mismo estilo se su acompañante. Éste último también era atractivo, pero de gran diferencia con el otro. No cabía duda de que los habitantes se referían a él como el sex-simbol del Norte.

-Nevra de Eel, Líder de la Guarida Sombra, esperábamos el momento de llegar después de tres días de viaje.-dice con un tono tranquilo pero a la vez arrogante y orgulloso el de pelo rubio.-Huang Hua, discípula del Fénix, su belleza aumenta cada día.-añade mirando hacia mi amiga, quién asiente amablemente con la cabeza. Sus ojos se encuentran con los míos queriendo meterse en mi cabeza. ¿Otro más?-¿Quién es usted? Nunca la he visto por aquí.

-Ella es nueva.-responde de inmediato Nevra sin dejarme tiempo a hacerlo por voluntad. Quedo con la boca abierta igual que un títere.-Pertenece a la Guardia Absenta, la Guardia dirigida por Ezarel. Y también es mi pareja, si no le importa la osadía, evite devorarla con la mirada.

El hombre suelta una carcajada por su comentario tan directo.

-No lo haría ni aunque no estuviera con usted.-responde. «¿Disculpa?».-Allí, en el Norte, respetamos a las mujeres sean como sean.

«Pues bien que has sido directo con Huang Hua».

-¿Está llamando a mi pareja fea?-reprocha Nevra mirándolo de una forma nueva. Ni ma teniendo la mayor delicadeza del mundo consentiría que alguien insultara a lo que él prestara importancia.

El hombre vuelve reír. Tengo ganas de que se presente formalmente de una vez para no tener que llamarlo de aquella forma tan horrenda. Aunque por lo menos yo tengo educación y no voy diciéndole a la gente que es horrible. Noto las manos de Huang Hua posarse sobre mis hombros nerviosa. No podía notar si estaba temblando de verdad o si en realidad era yo con todo este asunto.

La belleza de Huang Hua era aclamada sin preámbulos -ni siquiera Nevra se cortaba en ese asunto- por todo el mundo. Ella lo sabía, todos lo sabíamos, pero no le importaba. Eso era un bien físico que no le llamaba la atención, solamente sus tareas como nuevo Fénix podían distraerla o llámame su atención. ¿Cómo lo hacía para no desconcentrarse en sus obligaciones? Que envidia...

-Al contrario, joven de Eel, estoy diciendo que una mujer no es un objeto de colección.-extiende el brazo hacia mi rozando con la punta de los dedos mi mejilla. Su tacto era frío, casi de piedra. Echo la cabeza hacia atrás por instinto.-Esa belleza resulta tentadora. Dígame, señorita, ¿puedo saber qué es lo que es, o su pareja va a responder de nuevo para que no tenga de utilizar las cuerdas vocales con las que nació?

«Eso es lo que más odio».

-Rosemarie, de la Guardia Absenta.-digo sin confiarme.

-Un nombre igual de llamativo que la persona en sí.-se endereza retirando los dedos de mi mejilla.-Cambiando de tema: vayamos directos al grano. Estoy aquí para hablar con Miiko, tal y como ella ha citado. ¿Piensan acompañarnos o debemos ir solos a la Sala del Gran Cristal?

«Es un vampiro. No cabe duda», pienso frunciendo el ceño. Mis ojos vuelan hacia el pelirrojo capturado por el silencio a sus espaldas. Hago un voto de osadía estirando el cuello sucia él con una media sonrisa.

-¿Y quién es él?-pregunto curiosa.

El hombre rubio mira sin interés por encima de su hombro. ¿Como no se podía interesar por alguien de su mamá raza -creo que es de su misma raza-?