Luna de miel III

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Era de noche, no podía dormir. Daba vueltas en la cama una y otra vez, lo que hacía que Zeth se despertara.

-Ya quédate quieta-dijo harto y abrazándome para jalarme hacia él
-Lo siento es solo que no puedo dormir
-¿No estás cansada?-dijo abriendo los ojos y mirándome fijamente
-Si pero no logro dormir
-Anda acuéstate aquí y......-No lo deje terminar pues había salido corriendo al baño a vomitar, por alguna razón se habían vuelto más frecuentes- ¿Amy?-dijo entrando al baño para agarrarme él cabello
-Discúlpame-dije llorando cuando ya me había calmado y me había lavado los dientes
-¿Por qué?-dijo acariciando mi cabello
-Estoy arruinando todo-sollozaba
-No pequeña, tú no arruinas nada; mejor vamos a dormir

Nos acostamos en la cama, vi la hora y era la una de la mañana, ya era muy tarde y ninguno de los dos se había dormido.

-Ya se me quitó el sueño-dijo Zeth
-Lo sien...
-Deja de disculparte, ven mejor vamos a cansarnos un poco-me besó tiernamente

Los besos fueron subiendo de nivel al igual que nuestra temperatura, así fue como lo volvimos hacer. En realidad no parábamos para nada.

Sabía que esto estaba mal, que quedaría embarazada en algún momento pero decidí correr el riesgo aunque nos estábamos protegiendo, además de que ya habíamos hablado sobre eso y ambos queríamos un bebé.

Cuando terminamos nos besamos, desde el primer día ya no hemos tenido problemas ni nos hemos lastimado. Nos dormimos abrazados, por fin dormimos.

Nos levantamos tarde al siguiente día, di la vuelta para abrazarlo pero no estaba, me senté en la cama y lo vi entrando por la puerta solo con su bóxer puesto y una bandeja en las manos, olía maravilloso.

-Feliz cumpleaños número quince princesa-dejó la bandeja en la mesita de noche
-Es precioso-estaba apuntó de llorar, lo que hizo que Zeth se alarmara y me acercara a mi
-¿Por qué lloras?-Limpió la única lágrima que había caído en mi mejilla
-Es muy lindo
-Sabes, tus cambios de humor aveces me dan miedo, ¿no crees que tu..?
-No creo, ya hubiera tenido más síntomas

Desayunamos rápido, por suerte Zeth me había dado sangre de algún animal que encontró, aunque se que le da asco que yo coma eso, lo soporta.

Hoy iban a revisar la casa para llenar el refrigerador de comida y limpiar, así que pasaríamos el día en la piscina. Entramos a la habitación, Zeth me besó en cuánto entramos, me cargó y puso sus manos en mis muslos, cuando me iba a quitar la playera tocaron el timbre de la puerta. Con un gruñido de parte de ambos nos dirigimos a la puerta para abrir.

-Hola soy Kim y ella es Jessica
-Pasen, estaremos en la piscina por si necesitan algo
-Claro, intentaremos no tardarnos mucho
-Gracias

Ellos se dirigieron a la cocina y nosotros a nuestra habitación para cambiarnos, me quite la blusa y el sostén que llevaba puesto para ponerme un bikini negro.

-Lobito ¿me ayudas?-dije sosteniendo los cordones del bikini
-Claro, eres rara-estaba haciéndoles nudos para que no se me cayera
-¿Por?
-Siempre estabas de negro y con fleco en la cara cuando te conocí pero desde que nos casamos no te había visto con nada negro y tu fleco ahora es casi imperceptible
-Ya sabes, necesitaba un cambio de apariencia
-Me gusta

Nos terminamos de cambiar, ambos íbamos de negro. Amarre mi cabello en una coleta y salimos, llegamos a la sala y me puse la camisa se Zeth para llegar a la piscina.

Mi niñero, mi vampiro y mi familia #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora