Ocho años antes de la actualidad comenzaron a haber distintos atentados en las bases de Overwatch. Angela y yo nos separamos, pudiendo simplemente hacer videollamadas entre nosotras de vez en cuando. Reyes, McCree, Genji y yo fuimos transladados a la base de Blackwatch en Roma. Mientras, Angela había sido transladada a Suiza, su ciudad natal.
Nos había llegado un informe de una explosión provocada en la base de Overwatch de Oslo, Noruega. A pesar de todo mantuve la calma, Blackwatch era una organización secreta, no podían saber que estabamos aquí... pero me equivoqué.
Un par de días después recibimos un informe de Jack Morrison que nos contaba sobre el atentado y el claro culpable apuntaba a un rico empresario italiano llamado Antonio Bartalotti. Dicho "ser" estaba localizado en Venecia, así nos contó Gerard.
Tras enterarme de la información entendí por qué habíamos sido transladados a Roma, pero de lo que no nos habíamos percatado es de que nos hallabamos en territorio enemigo en todo momento. Unos días después de que mi experimento final con Reyes fuese realizado escuché una gran explosión desde los laboratorios. Unos cuantos vasos se rompieron pero yo con suerte salí ilesa. El estallido se había oído en la planta principal, la cual había quedado totalmente destruída. Un nuevo atentado había sido provocado en la base de Roma.
Una vez que los científicos pudimos evacuar nos percatamos de las diferentes ambulancias que rodeaban el lugar. Una vez desde fuera pude ver que el edificio ya no estaba, solo habían escombros... También vi a Gabe y al vaquero ayudando a evacuar a más gente, entre ellos a Gerard. Pasé miedo, mucho miedo.
Tras el dia de la explosión, gran parte del personal de Blackwatch fue transladado a Suiza, la base más cercana. Tanto heridos como fallecidos se encontraban allí. Angela tenía tal cúmulo de trabajo que el estrés la poseía a ella misma. Me hubiese gustado pasar más tiempo con ella, pero supongo que el deber era el deber.
Entré en la habitación 205 del hospital de guardia de Overwatch. Allí estaba Gabe con una expresión triste por miedo de perder a Gerard, quien descansaba apacible en su cama. Coloqué una mano en su hombro como gesto de apoyo. Yo también estaría así de mal si perdiese a un ser querido.
El resto del día continuaba monótono tras la noticia. Nadie tenía una sonrisa en su cara. Pensé en quedar con Angela, pero se le extendió el turno hasta la madrugada. Por otro lado, Gabriel me contó que había hablado con Jack después de su visita a Gerard. Incluso tras haber sido atacados él seguía sin mover ficha. Obviamente me sorprendió, pero la siguiente noticia aún fue más desoladora.
—Jack piensa que hay un infiltrado en nuestras filas.
Un sudor frío recorrió mi cuerpo, aunque tras la afirmación él mostró su duda en sus palabras. Podría haber sido yo quien estuvo enviando información a Talon todo este tiempo. Podría haber sido yo para conseguir financiamiento para mis experimentos. Podría haber sido yo... pero eso es asunto mío, y que si hubiese hecho me habría arrepentido.
Antonio me había enfurecido bastante. Casi me muero y ahora soy la "topo". Cuando el comandante anunció su plan a Jesse, Genji y a mí una pérfida sonrisa se escapó de mis labios, tenía sed de venganza. La gente quería vengar a sus seres queridos, y yo no soy quien de anteponerme a eso, porque como mi querida arma humana dice: "no se dan cuenta de que yo tampoco sigo esas reglas."
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Mis orígenes
FanfictionUna vez finalizados mis estudios es hora de comenzar a investigar lo que aún no ha sido revelado. Desafortunadamente, nosotros los científicos siempre necesitamos a alguien que nos financie para seguir nuestro trabajo, y a veces no acabamos en buena...