Contraste perfecto

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—Te ves fantástica en tu armadura. Ah, pero te falta algo. Se supone que si trabajas para Blackwatch debes ir de incógnito, ¿no? Ese pelo rojo destaca demasiado... ¿Como lo solucionamos? -pensaba en voz alta poniendo una mano en su barbilla.

Un par de semanas más tarde, tanto mi armadura como armas bióticas estaban listas. Podía sentir el poder fluír por mis venas, además de poder almacenar energía para conseguir sanación. Juntas eramos perfectas. Mercy llevaba su traje de Valkyria también. Era notable el contraste entre nosotras de azul y blanco con rojo y negro.

Admito que me gustaba haber congeniado con ella... a pesar de que me encantaba picarla, pero en ocasiones aquella sonrisa, amabilidad, inocencia... me hacían el corazón un flan. Es cierto que por dentro Angela me gustaba un poco, bueno igual algo más que eso, pero por fuera trataba de mantener la calma y actuar con mi frialdad y arrogancia habitual. A veces me sorprendía demostrándome su ingenio, era divertido, nadie lo había hecho antes.

—Oye Moira -llamó mi atención pues me había quedado mirando mi armadura en el espejo mientras me ruborizaba por pensar en ella-, iré a ver a Gabe un momento, quiero pedirle una cosita y así verá lo bien que te sienta la armadura.

Desapareció por la puerta, dejándome sola con mis nuevos juguetes. Primero canalicé mi poder en una esfera violeta en la mano derecha, después hice lo mismo en la izquierda, donde apareció una esfera amarilla, y cuando pensé que no podría ser mejor lo canalicé en ambas manos a la vez. Overwatch estaba otorgándome una oportunidad de oro en mis investigaciones.

Esperé por Mercy y Reyes. Ambos llegaron charlando y riendo, aunque el comandante desvió la mirada hacia mi armadura, revisándola de arriba a abajo con señal de aprobación.

—Vaya, vaya... Ahora que estás lista parece que tendremos por fin un entrenamiento de calidad. -dijo Reyes mientras me daba la vuelta para que me viese mejor-. ¿Mercy, no tenías una sorpresita para Moira?

Fruncí el ceño sin entender muy bien de que trataba. Desde que entró, Angela llevaba sus manos en la espalda, como si ocultase algo. Se acercó a mí con una sonrisa de lo más sospechosa y de cunclillas intentó colocarme un gorro negro, estropeando todo mi peinado. Volví a verme en el espejo y lo puse correctamente. Tenía el logo de Blackwatch en un lateral. Al principio no me convenció, pero le acabé cogiendo el gusto. Angela me miraba con su característica sonrisa en señal de aprobación.

 Angela me miraba con su característica sonrisa en señal de aprobación

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—Ahora las dos tenemos sombrero, parece que vamos a juego.

Su risa me sonrojó ligeramente mientras Reyes reía al vernos, este se acercó a mí y  me susurró de forma que Mercy no pudiese oír nada. Se retiró y Mercy parecía tener también la intención de volver con sus investigaciones y misiones una vez que el traje y armas estuvieron acabados. Me acerqué a la puerta y le corté el paso colocando una mano en el marco de esta y otra en mi cadera. No quise perder mi oportunidad y me lancé.

—Sabes, hoy sería un día perfecto si esta noche la pasara con una bella y risueña dama. ¿Por casualidad estás libre?

Angela se sonrojó y apartó su pelo del lado derecho detrás de la oreja. Al principio habló de unos trabajos que tenía que adelantar, pero acabó accediendo como si en el fondo ella también quisiese disfrutar de mi presencia. Fijamos hora y lugar, un poco después de trabajar en la puerta principal de la sede. Antes de mi cita con ella tenía una previa con Reyes, quien quería que pasase por su despacho después de la jornada.

Pasadas las horas, ya con mi ropa de calle habitual me dirigí al despacho del comandante donde esperaba por mí. De allí salía Jack Morrison, comandante de Overwatch. No tenía una cara muy amigable la verdad, ni reparó en mí. Lo ignoré y entré en la oficina, donde tomé asiento. Noté el ambiente muy tenso, como si hubiese acabado de haber una pelea entre ellos dos.

—En fin... -tomó aire-, imagino que te preguntarás por que estás aquí.
—¿En qué me necesitas?

Gabriel sonrió como si su mente hubiese sido leída.

—Quería preguntarte que tal te encuentras en Blackwatch desde que llegaste, además de en qué centrarás tus investigaciones a partir de ahora.
—Oh -dije sorprendida-, todo bien comandante. Respecto mis investigaciones... Pensaba en continuar con el desarrollo del programa de modificación de ADN, aunque como ahora estoy en una fundación que aboga por la paz... debería centrarme en fabricación de nuevas armas bióticas, ¿no?

Gabriel se levantó y miró por el gran ventanal que había a su espalda caminando en círculos.

—Eso estaría bien, pero me gustaría preguntarte algo más...

Fruncí el ceño sin entender muy bien de que trataba de decirme. Apoyé los codos en la mesa y junté mis manos. Oír su pregunta solo me llenó de una satisfacción inmensa.

—¿Ese programa... sería capaz de volver más fuerte a agentes de Overwatch?
—En efecto Reyes. Solo hay un problema, está en pruebas y aún debo investigar mucho más al respecto. ¿Estás interesado? Quiero decir, nunca se sabe si la mejora saldrá bien, como en el caso de mi brazo, o acabará en fatalidad. ¿Correrías el riesgo?

El comandante permaneció callado mirando al suelo con cierto temor. Tomé la iniciativa para no preocuparle más.

—Investigaré más al respecto si es lo que quiere. Seguro que hay una manera de reducir la probabilidad de muerte o invertir una alteración genética, puede confiar en mí.
—Sabía que no me fallarías. -sonrió satisfecho con mis palabras-. Una cosa más, pase lo que pase no hables de esto con nadie, ¿de acuerdo? Ni si quiera con Mercy. Sé que habéis congeniado más de lo habitual últimamente y conociéndola...
—Comandante -interrumpí seria-, Mercy es una médica de combate más. No comparto mis investigaciones con nadie que no me remunere por ello. Esto será confidencial entre usted y yo.

Reyes se cruzó de brazos mirándome a la cara. Sacó un sobre del cajón y lo deslizó por la mesa hasta mí.

—En ese caso, aquí tienes un pequeño plus del sueldo de este mes. Mañana tendrás un entrenamiento especial y pasado será tu primera misión, así que para la próxima semana te quiero centrada en la investigación.

Mis orígenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora