Capítulo 8 (M+18)

921 29 5
                                    

4 de Julio de 2023

Kate

Me recuesto en la tumbona después de haberme aplicado protección solar y disfruto de los rayos del sol del mes de julio mientras escucho las voces y risas de Jake y Reece que intentan aprender a nadar con su padre en la piscina a apenas unos metros de donde yo me encuentro.

Lily ha salido a tomar un helado con Alexis y a practicar con un monopatín de ésta que al parecer tenía olvidado en algún lugar de la casa de los Hamptons.

Observo mi reloj y compruebo que todavía quedan un par de horas hasta que nuestros invitados (familia y amigos cercanos) lleguen a celebrar el día de la Independencia con nosotros, así que me coloco las gafas de sol e intento disfrutar de este merecido descanso.

Rick lo ha arreglado todo contratando a varias personas para que nosotros no nos tengamos que preocupar de nada más que disfrutar.

En realidad nuestro viaje a la casa de la playa debería haber comenzado esta misma mañana, pero después de las amenazas que recibimos y tras asegurarnos de que no se trataba más que de un susto, decidimos que lo mejor sería retirarnos de la ciudad cuanto antes y disfrutar de varios días de relax. Los dos lo necesitábamos después de lo ocurrido.

Anoche por fin pude dormir de un tirón después de unos días sin poder pegar ojo. La primera noche en que recibimos las amenazas todos dormimos juntos, y la segunda la pasé subiendo a las habitaciones de los niños para comprobar que estuviesen bien, a Rick le pasaba lo mismo así que finalmente decidimos que no tenía ningún sentido y acabamos bajándolos a los tres a nuestra cama.

Todavía tiemblo al pensar que nuestra familia se vea amenazada por culpa de un desequilibrado, incluso me ha costado dejar a Alexis y Lily salir solas de casa a por un helado, pero Castle me ha convencido de que estarán bien, que no podemos vivir con temor a que ocurra algo y, sobre todo, que yo no soy la culpable de esas amenazas, si no que el único culpable es la persona que las realiza.

Me inclino cuando varias gotas de agua caen sobre mi piel y observo que uno de los gemelos (desde donde estoy no estoy segura de saber si es Jake o Reece) sostiene una pistola de agua en las manos mientras flota con sus manguitos y apunta directamente hacia mí. Al parecer ha decidido pasar de las clases de natación de su padre.

Rick le dice algo a modo de reprimenda cuando ve que me está salpicando agua y entonces nuestro hijo apunta hacia él, dándole de lleno en la cara.

Río ante esa imagen y me deshago de pareo anudado a mi cintura y dejo mis gafas de sol sobre la tumbona, caminando después hasta el borde de la piscina.

-¡Mami! – Jake estira su mano en el aire casi perdiendo el equilibrio mientras flota en el agua.

Le devuelvo el saludo, enternecida de verlos a los tres disfrutar en la piscina, y comprobando que era Reece quien estaba disparando la pistola de agua. Ahora la ha soltado en el agua y mueve sus brazos y piernas con poco éxito intentando escapar de su padre que finge ser un tiburón.

-¿Nos acompañas? – Pregunta Castle nadando hacia el borde ahora con Reece sentado en su espalda.

-Si mami – dice Reece dejando entrever una sonrisa en sus labios mientras intenta apartarse un mechón de pelo mojado que se le ha pegado en la frente.

Un escritor, su musa y sus 3 hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora