Capítulo 6

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N/A: Os traemos un nuevo capítulo, y si sois generosos con las reviews...... Así que ya sabéis :D

¡gracias por leer!
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23 de Septiembre de 2016…

KATE

Intento no reírme cuando Rick con bastante torpeza intenta abrir la puerta del loft sin soltar nuestras maletas. Ed, el conserje ha intentado ayudarle pero Castle se ha empeñado en negarse y por supuesto, Ed nos ha sonreído y ha seguido con sus tareas después de recibirnos contento de volvernos a ver después de tanto tiempo.

Ladeo mi rostro mientras suelto un sonoro bostezo. No tengo ni idea de qué hora es…Cuantas horas hemos viajado, o cuanta diferencia horaria hay. Mi cerebro está completamente desconectado, lo único que tengo ganas es de recostarme un rato en el sofá y olvidarme hasta el día de la semana en la que estamos, que por supuesto, no tengo idea.

Aunque la realidad nos ha golpeado nada más aterrizar en el JFK. La ciudad ha seguido sin nosotros. No se han detenido ni las obras de las calles o los andamios que decoran una gran multitud de edificios. El ruido sigue siendo el mismo y eso, contradictoriamente me hace sonreír. Después de tanto relax y tanta tranquilidad… Había echado de menos Nueva York como nunca.

Cuando Castle consigue abrir nuestra puerta, el olor a hogar nos invade y nos hace sonreír como bobos. Si, sé que él también debe estar sonriendo. Ambos lo hemos pasado genial allí, alejados del mundo, pero ya era hora de regresar.

Él deja mi bolso (no quería que cargara ni siquiera con ese leve peso y aunque es algo que me molesta he preferido no discutir) y las maletas en un lado de la entrada y como un niño pequeño emocionado, va corriendo hasta su despacho.

Me asomo detrás de él y compruebo como acaricia levemente su mesa.

-Hogar dulce hogar, eh.-le susurro.

El me mira casi sintiéndose mal, pero rápidamente me acerco a él y prácticamente le obligo a que acomode su trasero en el borde de la mesa mientras yo me sitúo entre sus piernas y acaricio su mentón, con esa barba de varios días que me vuelve loca.

-Vamos… Es normal. Aquí dejamos muchas cosas… A mucha gente. Está bien que nos hayamos dedicado unas semanas a nosotros, pero es normal querer volver… Yo también echaba de menos el ruido de Nueva York… Hasta incluso el horrible olor a comida de las calles.

Él asiente y me sonríe. Yo le beso lentamente hasta mordisquear sus labios sintiendo un cosquilleo en mí bajo vientre y que para nada se debe a que nuestro bebé se mueve.

Hace un par de días empecé a notar sus movimientos y mi tripa ha empezado a curvarse considerablemente y sin ropa ya se nota un montón.

Sigo besándole durante unos segundos y luego me separo, volviendo a mirarle. De nuevo un sonoro y profundo bostezo escapa de mí sin poder evitarlo.

-Vaya… No pensaba que besarme fuera tan aburrido-comenta.

Yo entrecierro los ojos y él ríe ante mi cara. Su risa es contagiosa y acabamos los dos entre risas, besos y caricias contra su escritorio. Su mano se desliza por debajo de mi ancha camiseta que disimula mi estado y me acaricia con ternura.

Un escritor, su musa y sus 3 hijosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora