TENÍAS QUE SER TÚ

Capítulo 1: El encuentro.

POV Narrador:

     Eran pasadas las siete cuando el despertador de María José comenzó a sonar aquella mañana, con un ligero movimiento logró desactivar aquel sonido repetitivo y molesto mientras comenzaba a mover sus pies por debajo de las sábanas, después de iniciar la rutina de estiramiento abrió los ojos y suspiró. Otro día más. Frotó sus parpados con los dedos y segundos después se encontró completamente despierta. Alcanzó su celular para comenzar a repasar los planes de hoy y sonrió al darse cuenta que el único trabajo comenzaba después de las seis de la tarde, tenía casi todo el día libre. "Cumpleaños de la srta. Daniela Calle" anunciaba la pantalla de recordatorios junto con la dirección de aquel evento. Bloqueó su celular y lo dejó en su mesa de noche antes de levantarse y comenzar a caminar al baño.

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     Al otro lado de la ciudad, Daniela aún dormía. Era 15 de diciembre, el día en el que cumpliría la mayoría de edad. No fue hasta después de las nueve cuando la señorita de servicio, y personal de confianza de la familia Calle entró a aquel dormitorio oscuro para despertarla. Con sumo cuidado se acercó a los ventanales y abrió las cortinas para dejar que la luz entrara por ellas, escuchó como la joven se quejaba aún entre los edredones y sonrió delicadamente mientras se acercaba a ella.

Señorita Daniela...  — Susurró mientras pasaba su mano por encima de aquellas sábanas de seda blanca. — Señorita Daniela, es hora de levantarse, es su cumpleaños.

Ajá... Mi cumpleaños. — Repitió entre dientes mientras se movía en su cama, aún sin abrir los ojos. — ¡Mi cumpleaños!  ¡Demonios! ¡Mi cumpleaños!  ¡Gracias Kika, por despertarme! Eres sin duda la mejor. — Y saltó prácticamente  de aquel lugar, corriendo en dirección a las escaleras. 

Las bajó casi corriendo hasta encontrarse en la sala de estar de aquella mansión elegante, decorada con los mejores adornos navideños y cientos de globos y regalos que ocupaban la mayoría del espacio. Todo era para ella. 

¡Vaya, vaya! ¡Miren quien despertó! — Dijo una voz risueña y masculina proveniente de la cocina, era su padre, Germán. — ¡Feliz cumpleaños mi princesa! 

Detrás de él apareció su madre y ambos la rodearon con sus brazos para así comenzar a felicitarla por el día de hoy. Los tres sonreían y se agradecían por tenerse, hasta que sintió un delicioso olor a sus espaldas, era su desayuno favorito. Mordió su labio y miró a los ojos a su madre. Negó con la cabeza y corrió hacía la cocina, seguida por ambos. La mesa estaba repleta de panqueques, granola, yogurt y frutas de todo tipo. ¡El día había comenzado a la perfección para ella! 

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     Al llegar la media tarde, María José se encontraba en su habitación, terminando de arreglar las cosas que necesitaría para el final de la tarde, había vuelto de una pequeña caminata por la playa con sus amigos para así distraerse antes de aquella jornada, que sin saberlo, se convertiría en la mejor noche de su vida. 

Después de acabar de organizar todo, caminó a su auto y comenzó a meter en la parte de atrás los bolsos, luces y lentes que ocuparía al terminar de compartir con sus amigos. Hecho esto, cerró las puertas y volvió a la casa. Se dio una ducha y cambió su atuendo, eligió un jeans negro bastante común, una camiseta roja descubierta en la zona del pecho por unas trenzas y una chaqueta color jean. Arregló y secó su peculiar cabello en degradado gris y se colocó sus tenis favoritos. Pasó un par de veces delante del espejo y sonrió al ver el resultado. Con rapidez se aplicó un maquillaje sencillo y casi corriendo, tomó su celular para salir de aquel lugar.