POV Daniela:
Me quedé inmóvil en el momento que la escuché decir que la otra chica la había besado, no pude contener las lágrimas cuando fijó su mirada en mí y me sentí patética por haber optado en venir. Estaba muy bien en casa, ahora no sabía ni como respirar. Se levantó colgando la llamada y observé cada detalle de su cuerpo, sus manos comenzaron a temblar al igual que sus piernas y aún así caminó hacía mí. Me alejé y levanté una mano pidiendo un segundo, sentía que todo me daba vueltas. Me recosté en una de las paredes de la cocina y tomé mi sien entre mis manos, miles de ideas pasaron por mi cabeza en ese momento y me quebré, comencé a llorar con todas las ganas existentes en mí. Su mano tomó mi hombro y esta vez dejé que lo hiciera.
Calle... Sí, Matu me besó. Pero no significó nada, yo no le correspondí. — Habló en un tono de voz suave, casi inaudible. Aquello no me hizo sentir mejor.
No dije nada, solo continúe llorando, ahora me importaba poco que se diera cuenta que en verdad todo el asunto me tenía mal. No eran celos, ésta vez no lo eran, era mi inseguridad, aquel pensamiento constante que ella podría encontrar alguien muchísimo mejor que yo en cualquier momento, alguien menos complicado, alguien qué no fuera tan inestable emocionalmente, alguien qué pudiera ayudarle más de lo que le perjudicara... Y Poché... Poché era tan hermosa, tan humana, tan... tan imperfectamente perfecta que cualquiera perdería la cabeza por ella, así como lo hice yo. El tan solo hecho de imaginarla besando a alguien más, abrazando a alguien más, dándole su calor a alguien más, haciéndole el amor a alguien más, hacía que mi llanto se intensificara. No fue hasta que sentí sus brazos rodear mi cuerpo que me deslicé hasta llegar a sentarme en el suelo, el llanto no cesó.
Calle, amor... No significó nada, yo te quiero a ti... Sólo a ti. — Volvió a usar aquel tono tranquilizador, acariciando mi nuca. — Por favor, créeme.
¿Cuándo pensabas decírmelo? — Logré articular aquellas palabras, sintiendo el nudo en mi garganta.
Amor, no habíamos hablado... Desapareciste en todo el día, no contestabas, quería decírtelo, simplemente que en el estado que estabas anoche no era el momento... No significó nada. — Repitió por tercera vez. Le creía. En verdad le creía.
¿Por qué el llanto si le creía? No podía detenerlo. Con delicadeza tomó mi rostro y lo levantó, yo no podía fijar mi mirada en algo que no fuera el suelo, se acercó lentamente y dejó un corto beso en mis labios, mi cuerpo flaqueó. Automáticamente mis brazos rodearon su cuerpo y la abracé fuertemente, ahí sentí su respiración agitarse y al igual que yo, comenzó a llorar.
Te quiero, te quiero tanto... No quiero perderte por nada ni por nadie en éste mundo. Lo digo en serio. Discúlpame, por favor, discúlpame, soy una idiota.
No lo eres. Y no lo harás. — Dije respirando el olor de su cabello, su olor. Cerré los ojos y traté de recordar la primera vez que lo sentí, y en ese momento, el llanto comenzó a disiparse.
Permanecimos abrazadas por un rato largo, no fue hasta que escuché las patitas de Ramón acercarse a nosotras cuando por fin nos separamos para así centrar nuestra mirada en él. Nos miraba de manera extraña, lo cual hizo que Poché esbozara una sonrisa débil, era tan extraño sonreír y llorar al mismo tiempo. Pero ¿qué mas daba? Era ella. Y era perfecta así.
Hablamos un par de horas sobre lo que había pasado, no podía evitar no querer matar a aquella chica con cada palabra que salía de la boca de mi novia, pero por un lado lograba entenderla. Tenía que prepararme mentalmente para aceptar que en efecto, salía con Mario — qué tampoco es que me cayera muy bien— y en cada reunión que estuviese él, iría Matu. No quería pensarlo mucho, pero era imposible. Sabía lo cercana y lo importante que eran sus amistades para Poché, no era cómo si pudiera decirle "no irás", tampoco planeaba hacerlo. Supongo que lo que quedaba era confiar que algo como lo de anoche no volvería a repetirse.
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TENÍAS QUE SER TÚ
Fiksi PenggemarMaría José era una veinteañera dedicada a la fotografía, desde muy pequeña su gran pasión había sido capturar sus momentos favoritos en una cámara digital, su familia solía pensar que era solo una fase y en algún momento ella también lo creyó, hasta...