—Tienes que estar jodiéndome —Yoongi se levantó de su asiento, pasando a llevar su vaso de jugo y derramándolo sobre la mesa. Hoseok, a su lado, hizo una mueca y estaba a punto de recriminarle su actuar hasta que siguió la mirada del peliblanco. Entonces se quedó callado y con la boca abierta.
BamBam se dio la vuelta, intrigado y susurró una maldición entre dientes. Jungkook no estaba entendiendo nada, así que se movió en su lugar para conseguir una mejor vista de lo que todos estaban mirando.
Jackson estaba entrando a la cafetería. Tenía la cabeza gacha y procuraba no mirar a nadie. Los chicos no le habían visto desde la fiesta del sábado, donde había protagonizado —otro— espectáculo en conjunto con Namjoon. El último se había puesto demasiado borracho, como siempre, y forcejeaba contra Wang para subirse a un auto y salir a dar una vuelta con un grupo de chicos idiotizados por el alcohol. Jackson no se había dado por vencido con el evidente problema que el moreno estaba desarrollando en torno a la bebida, no queriendo abandonar esa extraña relación que ambos chicos tenían.
Extraña era una forma bonita de decirle. La verdad es que Namjoon parecía querer al mayor cada ciertos días y sólo cuando se acordaba, mientras que él arriesgaba todo por Kim y siempre salía lastimado. El resto del club no sabía si se trataba de una relación platónica o plenamente amorosa, pero nunca habían querido meterse a discutir sobre ello.
Nunca hasta ahora, porque Jackson tenía un ojo morado y arrastraba ligeramente una pierna.
Yoongi apretó los puños y golpeó la mesa.
—Ese cabrón me las va a pagar. Esta vez fue la última.
—Cálmate, Yoonie —Hoseok palmeó el muslo del peliblanco, incitándolo a tomar asiento—Quizás no tiene nada que ver con Namjoon.
—Más le vale, porque no estoy jodiendo. Voy a romperle las piernas.
BamBam apoyó la cabeza en la mesa, soltando un largo suspiro y susurró.
—No puedo creerlo.
Jungkook seguía con la mirada fija al frente. Cuando Jackson salió de la fila en la barra de almuerzos, alzó la mano para llamarle la atención y decirle que viniera hacia donde estaban sentados los chicos. La cara que puso Jackson fue de absoluto terror, pero se encaminó hacia ellos.
Yoongi se sentó, mientras Hoseok trataba de limpiar el desastre y le susurraba que tenía que comportarse y actuar calmado.
—Hola —Jungkook saludó, señalando la silla vacía a un lado de BamBam— Siéntate, hyung.
Lo hizo, y todos guardaron silencio hasta que éste sucumbió bajo la presión.
—No es por lo que ustedes creen —Comenzó, mirando hacia su plato de arroz.
—Entonces más te vale explicarlo—El mayor de todos apoyó los brazos sobre la mesa y le dedicó una mirada glacial— Te escuchamos.
—Camino a casa nos metimos con unos tipos. También estaban borrachos y ya saben como se pone Namjoon, se descontrola y tuve que meterme a ayudar o lo iban a matar.
—Es precisamente por eso que estamos preocupados —Hoseok suspiró, apoyando su barbilla en una de sus manos y mirándole con cariño. Parecía un hermano mayor muy preocupado, en comparación a Yoongi, quien echaba humo por los ojos— Joon no estaba para nada bien cuando se fueron.
Jungkook tragó de su vaso con jugo de naranja. No había estado presente en el momento en el que echaron a ambos de la casa de Vernon, así que sólo podía hacerse una idea de lo que ocurrió. Se percató de los gritos, sí, pero estaba algo ocupado tratando de quitarle los pantalones a Jimin.
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Mala Conducta |KOOKMIN|
FanfictionMuy popular. Excelentes notas. Hijo de una familia coreana-europea. Adinerado. Capitán y jugador estrella del equipo de Fútbol. Sonrisa carismática y atractivo como la mierda. Park Jimin es casi perfecto. Casi. De no ser por su horrible personalid...