Jungkook se dejó caer sobre el suelo de arcilla al mismo tiempo que comenzaba a escuchar un silbato espantosamente agudo.
Soltó un gruñido y se obligó a sí mismo a sentarse decentemente, en vez de parecer un saco de papas desperdigado en el piso. Apoyó sus brazos en sus rodillas entreabiertas, arqueándose un poco, y le echó una mirada al equipo.
Habían terminado recién pero Yoongi ya había desaparecido. Hoy tenía batalla de rap freestyle con los chicos mayores y esperaba grandes anécdotas por escuchar el día siguiente. Jackson y Namjoon estaban de espaldas en la tierra, riendo y hablando de quién sabe qué. BamBam estaba obsevándolos con una mueca de asco en el rostro y Jungkook no pudo evitar pensar en lo mucho que el chico amaba a las parejas melosas, pero era frecuentemente disgustado por el comportamiento de los hyungs.
Hoseok estaba de pie, dando botes al balón mientras esperaba el show, al igual que él. Tenía una expresión seria en el rostro, al igual que siempre que el Club se acercaba, como si fuera culpable. Como si se arrepientiera de algo.
Jungkook miró hacia el frente. El grupo de chicos uniformados dobló y se metió en las canchas con rapidez. Todos tenían una expresión abatida, las caras rojas y el cabello pegado a la cara por el sudor.
Menos Park Jimin, quien aunque lideraba al grupo, tenía el uniforme azul y blanco sin ninguna arruga. El pelo rubio daba botes sobre su rostro mientras corría, un silbato entre sus labios, las piernas esbeltas marcadas por las calcetas blancas que le llegaban hasta la rodilla y el short demasiado corto.
Tragó con fuerza.
Un silbido prolongado y todos los chicos se fueron al suelo, hicieron flexiones y volvieron a levantarse en perfecta sincronía. Jungkook no estaba sorprendido. Habían hecho lo mismo toda la semana, como si quisieran lucir el profesionalismo con el que trabajaban en el Club.
Jimin soltó el silbato y gritó.
— ¡Elongaciones en dos tiempos, quiero sus rodillas en la frente!
Mientras los chicos azulados empezaban a caminar levantando increíblemente alto sus piernas, Jungkook volvió a fijar su mirada en el rubio.
Su elasticidad era digna de una maldita bailarina de ballet. Era ligero, muy rápido y pese a todo tenía una resistencia asombrosa. Se debía a talento, pero gran parte recaía en lo recto que era para el entrenamiento. La leyenda de Park Jimin había comenzado cuando este llegó en primer año y se convirtió en el primer admitido en un Club a esa edad. Y aún más cuando le dejaron de titular en su primer partido. Era un asombroso jugador y él lo sabía. Ni siquiera era necesario que presumiera de sus habilidades puesto que eran de conocimiento general, tenías que ser ciego y sordo para no haber escuchado su nombre o presenciado sus logros alguna vez.
Y aún así estaba medio encaprichado por alguien como él. Jungkook aún se cuestionaba si lo sucedido había sido real y no parte de un sueño. ¿Por qué en la jodida Tierra Jimin habría de fijarse en él? Las interrogantes eran muchas y la primera de todas ellas se debía a su género.
¿A Jimin le gustaban los hombres?
Muy a pesar de su fisiología andrógina, esos labios gruesos y su voz aguda, no daba la impresión de estar interesado en su mismo lado del tablero. Había salido con un montón de chicas en el pasado, sostenía una relación con una extranjera bastante mayor a él y aún así le era infiel con más chicas. No parecía un gay de clóset -como sí mismo- saliendo con mujeres para esconder su homosexualidad. Él realmente disfrutaba de ello.
¿Entonces por qué se empecinaba en seducir a Jungkook?
Bueno, quizás la palabra correcta no era seducción. Jimin estaba jugando a ver quién era mejor entre ambos, envueltos en una gran tensión sexual, pero Jungkook estaría mintiendo descaradamente si negaba que eso le gustaba. Que un chico como él tratara de ponerse a su altura le subía el ego y a la vez, le causaba gracia. Pero si Jimin quería tener una aventura con un hombre, ni siquiera debería haber sacado la mirada fuera de su propio equipo.
Jungkook dudaba de la sexualidad de todos ellos. Parecían twinks sacados de catálogos de páginas porno, esbeltos, lindos de cara y atléticos.
Lee Taemin estaba más que bueno, por ejemplo. Y era un jugador asombroso también. Jungkook desvió la mirada hacia el castaño. Un par de centímetros más alto que Jimin, un poco más delgado de piernas y con menos trasero, pero tenía unos labios hipnotizantes y unas pestañas larguísimas. Jungkook había pseudo tenido un crush por él años anteriores, cuando aún se permitía a sí mismo soñar.
Pero le faltaba la sonrisa pícara del Capitán para ser un paquete perfecto. Taemin parecía demasiado serio casi todo el tiempo. Cuando sonreía era genial, pero la cantidad de chicas que caían rendidas era incomparable a las fans de Park.
La imagen del rostro de Jimin sonrojado, jadeante y sudoroso, con lágrimas en los ojos producto de sus manos le asaltó sorpresivamente mientras le veía tocar el silbato nuevamente y ponerse a correr en su lugar.
Quién diría que a ese chico duro y perfecto le ponían los golpes, las asfixias y las palabrotas... Y quién imaginaría que Jungkook jodidamente amaba todo eso.
Cerró sus piernas con cautela, queriendo disimular el hecho de que estaba teniendo una erección. Maldita sea.
Ya llevaba un tiempo deleitándose a sí mismo con la escena y dejando rienda suelta a su imaginación. Le imaginaba a su merced mientras trabajaba, le servía de estímulo.
—Oigan, esos idiotas tienen partido el sábado, ¿No es así?
Jungkook giró la cabeza hacia su Capitán. Aún tenía la mirada cargada de pesar.
—Sí —Asintió Namjoon— Juegan en el Centro Deportivo de la ciudad.
— ¿Qué les parece ir a verlos? Creo haber escuchado que les toca contra un muy buen equipo.
—Yo definitivamente no me perdería eso —BamBam se cruzó de brazos, sonriendo.
—Yo tampoco —Jackson se incorporó del suelo, sacudiendo la arcilla— Puedo avisarle a Yoongi hoy, me pasaré por la plaza también.
—Yo también iré.
Inmediatamente y como si hubieran escuchado un trueno aterrizar en tierra, cuatro pares de ojos muy abiertos se posaron sobre Jungkook.
— ¿Qué? Este sábado es mi día libre —Se defendió.
El silencio se prolongó hasta que Jackson soltó una carcajada.
—Entonces está hecho —Hoseok se dió la media vuelta y puso las manos sobre su cintura— Veremos qué tan bueno es el Equipo de Fútbol con nuestros propios ojos.
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Mala Conducta |KOOKMIN|
FanficMuy popular. Excelentes notas. Hijo de una familia coreana-europea. Adinerado. Capitán y jugador estrella del equipo de Fútbol. Sonrisa carismática y atractivo como la mierda. Park Jimin es casi perfecto. Casi. De no ser por su horrible personalid...