Jodidos I

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Jimin estaba respirando profundo, inhalando y exhalando con cuidado, contando mentalmente hasta diez y repitiendo. Su cuerpo estaba temblando, casi le castañeaban los dientes y podía sentir una gota de sudor deslizándose por su sien.

Caminó, pegando su mochila a su espalda, con pasó apresurado y volvió a contar. No podía creerse que estaba a punto de tener una crisis de ansiedad por sólo pasar a un costado de las canchas de práctica. Tenía cosas más importantes en las que preocuparse en ese momento.

Las palabras que usaría al llegar al hospital, la cantidad de regalos que debía entregar, el cómo tenía que saludar...

El bote constante de un balón lleno de aire le interrumpió los pensamientos. Se dijo que no tenía que hacerlo, que estaba provocándose el sufrimiento a sí mismo y que era un completo idiota. Pero sus ojos barrieron al grupo de chicos, buscando hambrientos al culpable de su estado.

No estaba.

Hoy tampoco había asistido.

Jimin volvió a respirar y sintió su rostro enrojecer. Dios, estaba tan mal.

Había despertado el domingo, con una resaca espantosa, sobre la colcha de la cama de Vernon, arropado entre sábanas y cojines. Le tomó un tiempo darse cuenta de cómo había llegado allí. De hecho, no lo recordó en absoluto hasta que sintió una punzada en la mandíbula y más pronto que tarde quiso lanzarse por la ventana de la habitación.

No había visto a Jungkook desde entonces. Y tampoco podía decir que recordaba mucho, pero definitivamente era lo necesario.

Un escalofrío le recorrió hasta la punta de los dedos del pie. ¿Cómo podía ser tan estúpido?

No conocía a Jeon Jungkook. No sabía nada de sus padres, sus ambiciones en la vida, en qué era bueno. Pero le había chupado la polla y dejado que él le masturbara en un cuarto de baño, dentro de una casa repleta de gente morbosa y ebria hasta la mierda.

Si alguien les hubiese visto habría estado en grandes y serios problemas. Su carrera podría venirse cuesta abajo, el equipo sería visto de otra forma e incluso...

Negó con la cabeza. No era el momento de volver a comerse la cabeza pensando en todas las repercusiones que traería aquello si algún día se llegaba a filtrar.

Jungkook no había hablado con nadie, o así parecía. Incluso, por lo que había oído del mismo anfitrión, le había mentido a Vernon diciendo que le llevó a vomitar al cuarto de baño y luego lo arrojó a la cama. Estaba ocultando lo que había sucedido sin ninguna razón aparente... Pero eso no significaba que no lo haría nunca. Tenía un secreto muy poderoso entre sus manos y joder, Jimin estaba arrepintiéndose de ser tan estúpido ahora.

Continuó con su camino hacia el frontis del Instituto y su respiración se normalizó al ver el coche polarizado frente a él. Caminó con pasó apresurado, reparando en el asiento vacío del piloto. ¿Su chófer había salido y le había dejado allí?

¿Y además, dónde estaba su hermana? Habían acordado que ambos irían a visitar a Taehyung, encontrándose con Taemin y Mark en el hospital.

Sacó el móvil de su bolsillo para marcarle a la vez que abría la puerta de los asientos traseros, probando si estaba puesto el seguro, y dio inmediatamente un salto hacia atrás con un grito agudo.

Allí estaba. Sentada medio desnuda sobre las piernas de Taemin, por supuesto.

— ¡¿Es qué no tienen conciencia?! —Jimin gritó disgustado y cerró la puerta del coche con fuerza.

Luego de la primera impresión comenzó a reírse. ¿Conciencia? ¿En serio les había recriminado a esos dos él no tener conciencia cuando él mismo había estado muchas veces en ese mismo lugar, y jamás se había preocupado porque lo vieran? Estaba histérico.

Mala Conducta |KOOKMIN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora