DÍA 4

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[HANEUL]

—¿Dónde estás? —me preguntó Jeno a través del móvil y le tapé los ojos.

—Detrás tuyo.

Se dio la vuelta y sonrió, rodeé su cuello con mis brazos y colocó sus manos en mi cadera.

—Te quiero. —dijo y acto seguido, me besó.


Me desperté gritando y tosiendo, tosía porque no podía escupir en mi cama. Tendría que hacer gárgaras en cuanto me levantara de esta.

Mi madre entró a mi cuarto preocupada, nunca gritaba y eso probablemente la pilló desprevenida.

—¿Qué pasa? ¿Estás bien? ¿Tuviste una pesadilla o te caíste?

—Estoy bien, tuve una...

Pensé un poco, no sabía cómo definirlo, pesadilla era una palabra demasiado suave para eso.

—Una ¿pesadilla traumática? —pregunté y mi madre me miró como preguntándose qué clase de hija tenía— Ay, una pesadilla que me va a dejar traumada de por vida.

—¿Qué era?

—Ehm, pues era que había un monstruo que en vez de donde debería tener la boca había un ojo y donde deberían haber dos ojos habían lenguas.

Mi madre debió imaginárselo y puso cara de asco para después decirme que me cambiara y se fue. No iba a decirle "oye mamá que he soñado que Jeno me besaba y estoy súper traumada." Que horror. Nunca diré eso.

Me levanté de la cama y cogí mi ropa. Entré al baño e hice gárgaras antes de darme un baño y cambiarme, había sido un sueño/pesadilla pero eso no me quitaba la sensación de la boca, fue demasiado real.

Comprobé que el muñeco estaba bien y desayuné, me lavé los dientes y me alisté para irme.

—Ya me voy. —dije y cerré la puerta sin esperar a oír su respuesta.

Cuando llegué a clase todo parecía estar bien pero me sentía incómoda, como si algo malo fuera a pasar.

—Hey Haneul.

—Hola Joohyun, ¿y tu bebé?

—Está con Jimin, que está enferma así que no lo veré en todo el día —hizo un bailecito raro y me reí— Tendré que mandarle la lista de recados para que lo haga ella en su casa.

—Qué suerte tienes, yo tuve una pesadilla.

—¿En serio? Cuéntamelo.

—No. —me miró preguntándome porque y me dieron ganas de decírselo, pero solo serviría para que se burlara de mí o que me dijera que en mi subconsciente quería que eso pasara— No quiero que tengas algo que poder usar en mi contra.

—Mhmm.

El profesor llegó y Jeno aún no llegaba, no me importaba, pero tenía que darle el muñeco.

—Disculpe profesora —dijo Jeno entrando a clase ¿mojado?— He tenido un problema.

—¿No quieres cambiarte de ropa?

—Sí, gracias.

Dejó su mochila en su sitio y me miró mal, después salió de clase y llegó cinco minutos más tarde. Como teníamos que hacer las tareas de ese día, la clase estaba vacía y solo estaba yo esperándole.

—Tú lo planeaste todo ¿verdad? —dijo acercándose a mí y clavándome su mirada, estaba muy enfadado y el agua de su pelo me salpicó en la cara así que me la limpié.

BABY - L. JENODonde viven las historias. Descúbrelo ahora