Trillizos

Infierno Escolar

1 Semana más tarde

Lincoln despertaba una vez más en la casa Larcade. Ya había acostumbrado a ser el primero por lo que se levanto perezosamente teniendo cuidado de no dañar más su mano vendada.

El albino parecía haber dejado de ser buscado por su familia, especula que es debido a que tiene pruebas y algunos testigos sobre el maltrato que recibio, lo cual dejaba muy mal parado a los Loud. 

Desde ese día comenzó a comportarse de manera extraña. Errática por un decir, ya que se la pasaba todo el día dando vueltas por la casa y en alguna que otra ocasión leyendo libros, pero nada lo llenaba. Sentía ese vacío que lo estaba dejando incapaz de llorar, incapaz de sentir, incapaz de amar. Estaba solo. Completamente solo en la oscuridad de su mente, en su laberinto, peleando contra esos demonios que lo anclaban a su tortuoso pasado.

- Supongo que me queda hacer el desayuno y alguna que otra tarea del hogar, al final y al cabo me están acogiendo...- Se dijo a si mismo en voz alta- De igual forma no se que hacer ademas de leer unos libros que encontré

Ya en la cocina se empeño en hacer un buen desayuno típico, panqueques. Cosa que tardo alrededor de cincuenta minutos en terminar.

- Buenos días Lincoln- Saludo una voz casi idéntica a la del peliblanco pero más aguda. El chico volteo y noto a una peliblanca sonriendo. Esta traía una falda a rallas.

- Buenos días Linka- Respondió cordialmente el saludo y continuo en lo suyo.

- Lincoln, recuerda que hoy comienzas la escuela de nuevo ¡Y estarás conmigo y Liberty!- Exclamo feliz.

- Si, lo se. El examen de ingreso fue muy fácil- Contesto el joven con una mirada muerta y expresión estoica.

En la puerta de la cocina se escucharon más pasos. Eran de Liberty, ya que los adultos peliblancos se retiraban mucho más temprano para trabajar, cosa que dejaba a los jóvenes solos toda la mañana.

- Linky, deberías de sonreír más- Comentó Liberty, quien estaba entrando a la habitación.

- No tengo porque sonreír 

Eso rompió un poco el corazón de las dos chicas, quienes querían ser una "Familia feliz" junto con su "nuevo" hermano. Cosa que no podían, ya que el se la pasaba deprimido o leyendo libros para no aburrirse. Si, era casi una Lucy 2.0, solo que sin los suspiros dramáticos ni los rituales satánicos.

A los pocos minutos, que pasaron muy rápidamente, su desayuno estaba servido.

- Espero lo disfruten, me iré a preparar 

- ¿Sin desayunar?- Preguntaron las peliblancas al unísono

- Comí unos pocos antes. De igual manera no se preocupen por mi, ya esta bien con que me den un techo- Les comento antes de salir caminando con la mirada baja.- Y ademas no vale la pena gastar más dinero en mí...- Susurro

El tiempo paso rápido, y ya era hora de irse a la escuela. Los trillizos se marcharon de su casa y corrieron a la escuela. Al llegar se encontraron con unos chicos que aparentaban ser un año mayor que ellos.

- Hola ancianas ¿Olvidaron su bastón?- Pregunto uno de los matones.

- Cállate, eres un...- Contesto Liberty, quien fue interrumpida por su gemelo