❛II❜

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Sayori me llevó a un salón de clases. Al parecer, el club no contaba con los suficientes miembros para que tuvieran una sala de club oficial.

—¡Te presento al Club de Literatura!-exclamó con emoción, mientras con abría brazos, mostrando el lugar.

Recorrí con mi mirada el lugar. Había tres chicas más, además de la pendeja de Sayori.

—¡Boluda! ¿Trajiste a un pibe para matar el ambiente?-dijo con disgusto una chica bajita, plana (ejem), y con pelo rosadito.-Sos re pelotuda, Sayori.

—Natsuki, ¿podrías ser más gentil con nuestro invitado?-La reprendió una hermosa chica con pelo largo, de apariencia madura y sensata.

—¿Vos qué te metés, Yuri?

—¡Ya, ya, cálmense!-gritó autoritariamente una chica que ya conocía. Mónica Menéndez. Como todos aquí somos bien japoneses y sabemos el significado de “Monika”, pues na más, le decimos así.

—Eje...-rió nerviosa y apenada mi amiguita.-Si... Este es el club.

Caminó hacia la chica de cabello rosado, quién estaba menos a la defensiva. Sayori le tocó el hombro.

—Ella es Luna Navarro, pero como es otaca virgen asocial, le decimos “Natsuki”. Bueno... “Na(varro)” y “Tsuki” es luna, así que...

—Sayori, ya, creo que entendió.

—Ok...-Ahora se dirigió a la más alta.-Ella es Yasuri Yamilé.

Parecía con clase, me siento decepcionado.

—...Pero le decimos Yuri, porque le gustan las flores.-No si, lógica.

—Ejem... Es un placer.-dijo, serenamente.

Finalmente, se dirigió a Monika.

—Me parece que ya la conoces.-sonrió Sayori.

—¡Así es!-respondió enérgicamente.-Es un agrado verte de nuevo, MC.

mAMÁ, MONIKA-SENPAI SABE DE MI EXISTENCIA.

Sayori corrió hacia atrás de mi, y me sujetó por los hombros.

—¡Él es Martino Castro, MC, nuestro nuevo miembro!-Gritó con orgullo y felicidad.

—Aguanta, ¿qué?-Tomé los brazos de Sayori, apartándolos de mis hombros, y la miré con algo de molestia a los ojos.-Iskismi, ¿cuándo dije que me iba a unir?

—¡Pero MC!-lloriqueó.

—Nada de “Pero MC”.

Monika vino en ese instante; evidentemente, quería calmar la situación.

—Bueno, no tienes que presionarte, MC.-me dijo.-Puedes compartir hoy con nosotras, para ver si te gustaría unirte.

—¿Ves, MC? ¿Ves?-Infantilmente, mi amiguita me sacó la lengua.

—Ajá.-la miré enojado, soltando sus brazos. Luego miré a Monika, sonriéndole.-Claro, me gustaría mucho.

—Che, entonces me hubieran dicho antes, que no ven que no hice muchos cupcakes.-dijo Natsuki.

—Creí que los habías hecho especialmente para Martino.-comentó Sayori.

Esto sonrojó un poco a Natsuki, así, bien a lo Aisaka Taiga.

—No, que decís... Bueno, si, pero creía que...--pausó-Ugh, no importa, solo los traeré.

—Iré a corta... ¡A hervir agua!-dijo Yuri, con su tono calmado de siempre.

—¿Agua?-Me pregunté.

—Así es; los profesores nos dejan tener un juego de té, digo, ¿qué mejor que una taza de té con un buen libro?

—Mis waifus 2D.

—Pedorro.-me dijo Sayori.

—¿Eso qué diablos tiene que ver?

—No sé, pinshe pedorro.

Para ese entonces Yuri se fue. No la culpo.

Empezó la comitiva, chicxs. Los cupcakes de la Che Natsuki eran re cutes, opd. Y estaban re ricos.

Nada más me da miedo que sea una loca tipo Hannibal Lecter, y terminemos comiendo cupcakes de Ray Liotta.

Pero sabían a vainilla, lo que me tranquilizó.

Así pasamos un tiempo, hablando de literatura (cofcofmangascofcof), y la vida.

Finalmente, Monika se dirigió a mi.

—Entonces, MC.-tenía su taza de té en la mano.-¿Ya decidiste si te gustaría unirte?

No me había acordado de eso, la dvd.

—Nos encantaría tenerte aquí.-dijo con mucho cariño evidente Yuri.

—Si, tenerte a vos aquí no sería tan... caca.-Natsuki volteó su cabeza.

—Sisi, MC, di que sí—.

Todas tenían sus ojos brillantes puestos en mi. De muáh dependía una felicidad momentánea que ellas tendrían, al poder ser un club oficial. Ya lo veía, de verdad ansiaban que estuviera.

Y para qué mentir, soy un puberto, tengo hormonas, y las chicas están bien pinshes lindas.

Suspiré.

—Está bien, me uno...-dije, con una pequeña sonrisa.

Todas parecían muy felices. Sayori vino saltando hacia mi, y me abrazó. Luego me dijo:

—Por cierto, hoy podríamos volvernos juntos.

Era cierto. Siempre nos volvíamos en diferentes horarios, pero ahora que salíamos a la misma hora debido al club, podríamos volver también a casa los dos.

Parece que esto no sería tan malo como pensaba.

Doki Doki Psychic Club。Donde viven las historias. Descúbrelo ahora